Tambi¨¦n Uni¨®

Apenas celebradas las elecciones generales, ha saltado a la opini¨®n p¨²blica un nuevo esc¨¢ndalo de un supuesto mal uso de dinero p¨²blico, parcialmente procedente de fondos europeos, por parte del Departamento de Trabajo de la Generalitat. Se trata de la t¨ªpica operaci¨®n triangular: el empresario Fidel Pallarols, propietario de varias academias, ha recibido en los ¨²ltimos a?os 1.500 millones de pesetas de los fondos para la formaci¨®n de parados del Departamento de Trabajo, que en los ¨²ltimos a?os ha estado en manos de Uni¨® Democr¨¤tica de Catalunya (UDC). En la contabilidad de una de las empresas de Pallarols, radicada en Andorra, aparecen numerosos apuntes que revelan pagos de esta empresa a varios dirigentes de Uni¨® por un valor pr¨®ximo a los 200 millones de pesetas. Otros documentos contienen apuntes sobre el cobro por parte de dichas personas de supuestas comisiones del 10% de los fondos. El Departamento de Trabajo gestiona un presupuesto de 20.000 millones de pesetas, del que un 45% procede del Fondo Social Europeo. El esc¨¢ndalo guarda una enorme semejanza con el que provoc¨® la dimisi¨®n del ministro de Trabajo Manuel Pimentel, pocos d¨ªas antes de las pasadas elecciones, al conocerse que la esposa del director general de Migraciones, Juan Aycart, participaba en una empresa que hab¨ªa obtenido 2.000 milllones de subvenciones del Inem. Pero con una diferencia sustancial. Pimentel dimiti¨® a las 48 horas de que trascendieran los hechos. Ahora, la respuesta del Gobierno catal¨¢n y de la direcci¨®n del partido afectado ha sido decepcionante. Han negado los hechos, no han proporcionado explicaci¨®n aclaratoria alguna, reclamada por los propios militantes, se han opuesto a la creaci¨®n en el Parlament de la comisi¨®n de investigaci¨®n que hab¨ªa pedido la oposici¨®n. Pero no deja de ser sorprendente tambi¨¦n que esa oposici¨®n, demasiado ocupada en lamerse las heridas, haya tenido una reacci¨®n rutinaria, como si no quisiera meterse en profundidades. Ello ha permitido a Uni¨® tomar iniciativas defensivas, como la apertura de una investigaci¨®n interna: el procedimiento cl¨¢sico de autoexculpaci¨®n de los partidos, como se comprob¨® en el caso Naseiro y tantos otros. Las dos supuestas irregularidades descubiertas -mal uso del dinero de los parados y financiaci¨®n indirecta de un partido pol¨ªtico- exigen tanto que los dirigentes de UDC afectados asuman sus responsabilidades como que la oposici¨®n cumpla con su obligaci¨®n de denuncia p¨²blica. De lo contrario, se dar¨ªa p¨¢bulo a quienes consideran que los esc¨¢ndalos se diluyen en el oasis catal¨¢n, fruto de un consenso t¨¢cito y perverso entre todos los partidos.