Sealand, un falso principado en el mar
Todo es posible en el principado de Sealand: pasaportes diplom¨¢ticos para cada uno de sus 160.000 ciudadanos, inmunidad penal, inviolavilidad de domicilio, exenci¨®n de impuestos y aranceles, placas de embajador para todos los coches y yates y hasta cambio de nacionalidad e identidad si es necesario. Y, por supuesto, prestigio social e invitaciones "autom¨¢ticas" a las celebraciones gubernamentales en todos los pa¨ªses del mundo.Pero la felicidad y los privilegios que ofrece Sealand no son gratuitos. Cuestan entre 9.000 y 55.000 d¨®lares (de 1.530.000 a 9.350.000 pesetas), que van a parar a las arcas de Francisco Trujillo Ruiz, un almeriense de 46 a?os, regente de este pa¨ªs imaginario, que ha instalado su embajada en el n¨²mero 57 de la calle de Serrano, en la zona m¨¢s exclusiva y cara de la capital de Espa?a. All¨ª ondea la bandera roja, blanca y negra del principado independiente de Sealand.
Los privilegiados consejeros de Sealand, una legi¨®n de falsos diplom¨¢ticos y ministros que exhiben grotescos pasaportes reales, no viven en Sealand, porque, sencillamente, Sealand no existe ni tiene 160.000 habitantes virtuales. El supuesto principado, que se anuncia en Internet como un joven Estado independiente dispuesto a acoger a personas de "cualquier color o religi¨®n" que deseen hacer pr¨®speros negocios, no es m¨¢s que una destartalada plataforma petrol¨ªfera en el mar del Norte, a unos diez kil¨®metros de la costa, que utilizaron los brit¨¢nicos para defender Londres de los ataques de la aviaci¨®n alemana durante la Segunda Guerra Mundial. En cubierta conserva todav¨ªa una gigantesca y averiada ametralladora antia¨¦rea.
Francisco Trujillo, que se autotitula Excelent¨ªsimo Regente del falso principado, se pasea por Madrid a bordo de flamantes veh¨ªculos con la matr¨ªcula del principado y exhibe carn¨¦ diplom¨¢tico, ciudadan¨ªa y permiso de conducir de su pa¨ªs imaginario. Firma t¨ªtulos universitarios, por supuesto de la Universidad de Sealand, y ofrece atractivas e imposibles inversiones en el proyecto Mare Libertas, que dirige la Fundaci¨®n Sealand Bussines Internacional, un exclusivo club al que s¨®lo entran los que pagan la cuota de un mill¨®n de pesetas.
El proyecto Mare Libertas se recoge en un elegante libro de tapas azules en el que el Gobierno y el Consejo Privado de Estado anuncian que van a construir una "microciudad" en el mar con puertos y complejos deportivos, centro m¨¦dico, catedral, ocho helipuertos y universidades "totalmente gratuitas".
El documento, con planos y dibujos coloreados de los cuerpos policiales, l¨ªneas a¨¦reas y canales de televisi¨®n de la isla, asegura que se levantar¨¢n hoteles, apartamentos y casas para los ciudadanos residentes. Como gancho ofrece una tasa de impuestos empresariales de s¨®lo un 10% durante 25 a?os. El principado de Sealand es, seg¨²n su excelent¨ªsmo regente, el para¨ªso so?ado de los negocios. Y, seg¨²n sus anuncios en Internet, est¨¢ situado a s¨®lo 20 minutos de Londres, a 30 de Holanda y 45 de D¨¹sseldorf.
El ed¨¦n fantasioso que proyectan Trujillo y su consejo privado de Estado no piensa ¨²nicamente en los avispados hombres de negocios. Tambi¨¦n se ocupar¨¢ de los m¨¢s necesitados, ya que adelanta que habr¨¢ "ayuda humanitaria, profesional y cultural a los ni?os necesitados del mundo". Los donativos los coordinar¨¢ un comit¨¦ internacional de "derechos humanos".
Para dar una p¨¢tina de legalidad hist¨®rica al falso Estado, el equipo de Trujillo relata en su p¨¢gina web que el 2 de septiembre de 1967 el ex comandante brit¨¢nico Paddy Roy Bates tom¨® posesi¨®n de la "isla", iz¨® su propia bandera y constituy¨® el principado de Sealand, al que dot¨® de Constituci¨®n y leyes. Barcos de guerra brit¨¢nicos le obligaron a abandonar la plataforma y un tribunal de Essex (Reino Unido) reconoci¨® la extraterritorialidad de la antigua base militar al estar situada a m¨¢s de tres millas de la costa, siempre seg¨²n la versi¨®n de Trujillo.
El actual regente de Sealand no explica c¨®mo se produjo la sucesi¨®n desde que muri¨® el pr¨ªncipe Roy y ¨¦l, un vecino de Almer¨ªa, ocup¨® su lugar en el trono. Pero concluye que "es incontrovertible que el principado de Sealand es un Estado legalmente constituido y sometido al derecho internacional p¨²blico como cualquier otra naci¨®n". Para ello se apoya en el denominado "derecho del mar".
El Ministerio de Asuntos Exteriores espa?ol opina lo contrario. Los pasaportes y documentos de viaje expedidos bajo el nombre de "Principality of Sealand" o "Sovereign Military Orden of St. John of Jerusalem" no son aceptados como documentos v¨¢lidos por ninguno de los Estados firmantes del acuerdo de Schengen, y son calificados como "documentos de fantas¨ªa", dice Arturo Laclaustra, subdirector general de Asuntos Jur¨ªdicos y Consulares, en su respuesta a la polic¨ªa judicial de la Guardia Civil de Madrid, que sigue el rastro de los escudos, condecoraciones y negocios que conducen hasta el falso ed¨¦n de Sealand.
Los pasaportes, certificados de ciudadan¨ªa y otros t¨ªtulos que vende la red de Trujillo no est¨¢n expedidos conforme a las normas de la pr¨¢ctica internacional por pa¨ªses o entidades territoriales reconocidos por todos los Estados que suscribieron el acuerdo de Schengen, dice la respuesta de Exteriores, seg¨²n se?alan fuentes judiciales.
La embajada de Sealand en Madrid, que se traslad¨® recientemente al n¨²mero 210 del paseo de la Castellana, no se conforma con emitir falsos pasaportes, certificados de residencia y t¨ªtulos universitarios a los ciudadanos de todo el mundo que pican el anzuelo y pagan por los falsos documentos.
Miguel Palacios Mass¨®, abogado y secretario de Estado del principado, y Jes¨²s Cabanas, apoderado de la sociedad London European Invesment Group Inc., acaban de redactar un supuesto contrato para emitir sellos y monedas de Sealand. Cabanas tiene relaci¨®n con Trujillo y estuvo imputado en 1998 en una investigaci¨®n del grupo de delitos econ¨®micos.
Palacios, natural de Mota del Cuervo (Cuenca), ha ocupado los cargos de ministro de Justicia, secretario de Estado y embajador del principado. Documentos aportados por la Guardia Civil al Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 10 de Madrid se?alan que se ha dirigido a pa¨ªses extranjeros para preparar negocios y ha utilizado la cobertura del principado.
Para los investigadores de la Guardia Civil, el grupo de notables y ministros de Sealand conforman una red organizada cuyos objetivos son la comisi¨®n de presuntos delitos de estafas y falsedad de documentos con los que obtienen importantes beneficios econ¨®micos.
Diplomacia no siempre es sin¨®nimo de buenas maneras. Igor Popof, un ruso de 49 a?os, ministro de Asuntos Exteriores de Sealand, abandon¨® el hotel Alameda de Madrid dejando un agujero de 500.000 pesetas. Su tarjeta de cr¨¦dito brasile?a no dispon¨ªa de fondos. La sorpresa del establecimiento fue may¨²scula. La alta personalidad del principado hab¨ªa volado sin pagar.
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