El ¨²ltimo diez
Recoba, del Inter, se hace un hueco entre las estrellas del 'calcio' gracias a su gran talento
Es f¨¢cil distinguir a ?lvaro Recoba en la coreograf¨ªa que se crea y se recrea sobre el campo de juego. Por la levedad de su peso, por su paso a trancos cortos, sin prisas, casi con indolencia. Por la geometr¨ªa de sus movimientos cuando no tiene la pelota, evitando las multitudes; apareciendo en el espacio que menos sospecha el defensor. Por su golpeo de bal¨®n, que en el pase o el tiro libre desaf¨ªa la imaginaci¨®n con trayectorias originales y roscas de fantas¨ªa. Por su aceleraci¨®n, vertical y el¨¦ctrica, que deja atr¨¢s zagueros incr¨¦dulos.Es f¨¢cil distinguir a Recoba, s¨ª, un uruguayo que lleg¨® hace cuatro temporadas al calcio italiano, por contraste natural. Porque el f¨²tbol de hoy prescinde del volante de creaci¨®n, jubila con esquemas aprendidos y ejecutados con automatismo el antiguo trabajo del n¨²mero diez. Y ver a ?lvaro Recoba usar como un artesano las herramientas de su oficio pasado de moda llena el ojo del espectador m¨¢s desprevenido.
Su infancia de Montevideo, hecha en canchas sin c¨¦sped, le ense?¨® los secretos y caprichos que el bal¨®n le revela solamente a los dotados de alta sensibilidad. Fue all¨ª, en los partidos de barrio, donde sus rasgados y vivaces ojos le adjudicaron el apelativo que todav¨ªa hoy lleva por el mundo.
El Chino debut¨® con la selecci¨®n charr¨²a cuando ten¨ªa s¨®lo 17 a?os. Su choque con la capital del f¨²tbol m¨²sculo lleg¨® cuatro despu¨¦s, cuando fich¨® por el Inter, en 1997, con 21. Su primer curso en Mil¨¢n fue traum¨¢tico. No bastaron algunas maniobras m¨¢gicas y tres goles conseguidos en los trocitos de los nueve partidos que le permitieron jugar. No bast¨® la siempre ferviente admiraci¨®n del presidente, Massimo Moratti. Dos temporadas despu¨¦s, bajo la direcci¨®n del rumano Mircea Lucescu, fue condenado a un pr¨¦stamo-exilio en el Venezia, que por aquellos tiempos peleaba para evitar el descenso. "Vuelve caminando", dec¨ªan sus detractores; "es muy ego¨ªsta", a?ad¨ªan quienes no comprend¨ªan la urgencia que generaban los partidos que para el Chino duraban s¨®lo los ¨²ltimos 15 minutos.
En el Venezia, con m¨¢s tiempo y m¨¢s astucia, Recoba fue recuperando ese talento que Mil¨¢n le hab¨ªa opacado a fuerza de banquillo y tribuna. Con 90 minutos a su disposici¨®n, las r¨¢fagas de su arte fueron creciendo en intensidad. Tanto que el uruguayo comenz¨® a ganar portadas y minutos en televisi¨®n para la repetici¨®n de sus jugadas. 19 partidos completos le bastaron para reivindicarse: 11 goles propios, otras tantas asistencias y el Venezia en Primera. El Inter, para quien el curso pasado fue de los peores de su historia, recuper¨® el pasado verano a su joya olvidada.
Volv¨ªa el mismo Recoba, pero m¨¢s convencido de que en el Inter hab¨ªan entendido y aceptado al fin su particular f¨²tbol. El exceso de competencia tras la mayor inversi¨®n econ¨®mica en fichajes del Inter en toda su historia le hicieron al uruguayo arrancar de nuevo desde el banquillo.
Tard¨®, pero al final le lleg¨® su oportunidad. Y la aprovech¨®. Lleva ya ocho goles en el campeonato italiano -?y de qu¨¦ factura!-, se ha convertido en el principal generador de juego del Inter y la prensa le reserva ya siempre espacio para dedicarle alg¨²n elogio -hasta sigui¨® con atenci¨®n la ¨²ltima ecograf¨ªa, que confirmaba que su mujer esperaba una ni?a-.
Los sue?os italianos del muchachito de Montevideo parec¨ªan empezar a cumplirse. Pero hace una semana, parad¨®jicamente despu¨¦s del gol que abri¨® el camino a su equipo para ganarle el derby al Milan, de que San Siro le despidiera con un aplauso estruendoso, los negros nubarrones visitaron otra vez el cielo de Recoba tras la recuperaci¨®n de Vieri y Ronaldo.
Y tan mal se ve el Chino que ha comenzado con las amenazas. Asegura que si no le dan m¨ªnimas garant¨ªas de continuidad prefiere hacer las maletas e irse. Y se postula de media punta para alimentar a Vieri y Ronaldo, en un intento por desmentir su incompetencia con ellos. El pr¨®ximo viernes los representantes de Recoba comenzar¨¢n a discutir con el Inter un nuevo contrato, ya que el vigente vence en junio de 2001. El Manchester United ha anunciado que estar¨¢ atento a las negociaciones.
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