El aplomo del viejo hechicero
Luis, con 1.000 partidos en Primera, s¨®lo sobrevive en Oviedo por su prestigio
En 25 a?os ejerciendo el oficio de entrenador, Luis Aragon¨¦s nunca hab¨ªa visto una cosa igual. La naturaleza de la cosa es de amplio espectro, a tenor de lo mucho que repite esa frase en Oviedo el t¨¦cnico madrile?o, que ayer sum¨® en Riazor mil partidos en Primera Divisi¨®n como jugador y entrenador. En efecto, Luis nunca se hab¨ªa visto en situaci¨®n semejante, al gobierno de una nave que tiene por objetivo no irse a pique. El Oviedo, que en los recientes ejercicios ligueros hab¨ªa repetido trayectorias descendentes y alternando inicios esperanzadores con finales angustiosos, lleva 18 jornadas en puesto de descenso. El Carlos Tartiere tampoco ha visto nada parecido. El viejo estadio ovetense, que viera a Luis vistiendo la camiseta azul en sus inicios como futbolista, cerrar¨¢ definitivamente sus puertas en mayo levantando acta del cr¨¦dito ilimitado que atesora el decano de los entrenadores espa?oles en activo. Hay otra frase tambi¨¦n muy repetida en Oviedo: "Hace semanas que el club ya hubiera despedido a cualquier otro t¨¦cnico".La credibilidad del sabio de Hortaleza guarda cierta semejanza con la del viejo hechicero de la tribu. Cada lunes, el oviedismo se congrega a la escucha de la voz de la experiencia y serena el ¨¢nimo con una nueva raci¨®n de aforismos. El m¨¢s repetido por el sabio es su viejo proverbio de las ocho ¨²ltimas jornadas: cuando se decide el t¨ªtulo y el descenso.
Cada semana, la parroquia azul recibe del t¨¦cnico un discurso de aplomo y sangre fr¨ªa. "Tengo el convencimiento de que muy pronto saldremos de esta situaci¨®n", repite el gu¨ªa espiritual como una letan¨ªa, con su propio diagn¨®stico sobre la enfermedad del Oviedo: "El equipo sabe jugar, pero tiene que aprender a competir". Los m¨¢s esc¨¦pticos, aquellos que creen que el Oviedo lleva demasiado tiempo flirteando con el peligro, reaccionan con ciclotimia ante semejante acopio de serenidad. Tras un partido en el Tartiere, el reducto donde el equipo de Luis se ha hecho fuerte este a?o, el oviedismo entero se subroga al cr¨¦dito del entrenador. Todo lo contrario ocurre a domicilio, donde el equipo no ha ganado. La marea fatalista avanza entonces de nuevo, y son los menos creyentes aseguran no haber visto nada igual: un equipo que lleva meses en el agujero y mantiene toda la confianza en el t¨¦cnico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.