La inform¨¢tica viaja en autob¨²s
Las nuevas tecnolog¨ªas se introducen poco a poco en la vida diaria de las maneras m¨¢s inesperadas. Los chavales empiezan a acostumbrarse a tener aula de inform¨¢tica en el colegio, los universitarios viven enganchados al correo electr¨®nico que las facultades les ofrecen gratis, los padres se resignan a que sus hijos pasen los ratos libres jugando al ordenador y dentro de poco las empleadas de hogar tendr¨¢n que hacer cursos de rob¨®tica para manejar los modernos electrodom¨¦sticos.Lo ¨²ltimo en acceso a la tecnolog¨ªa digital es que ¨¦sta venga a la puerta de casa. Eso es lo que les pasa a los 42 alumnos del curso de ofim¨¢tica y teletrabajo que empez¨® ayer a impartir la Diputaci¨®n de Sevilla en ocho pueblos de la comarca del Aljarafe. El aula va a buscarles a sus pueblos en autob¨²s. Es el aulab¨²s.
El veh¨ªculo es un moderno modelo equipado a la ¨²ltima con 15 ordenadores port¨¢tiles con acceso a Internet, tres monitores de televisi¨®n, un proyector multimedia en el que los alumnos siguen el trabajo que el monitor desarrolla en su pantalla, un equipo de sonido y acceso para minusv¨¢lidos.
Los 42 alumnos est¨¢n divididos en tres grupos de 14, seg¨²n sus pueblos de origen. Por la ma?ana temprano el autob¨²s pasa por cada localidad, recoge a los j¨®venes y, cuando llega al final de la ruta, aparca junto al Ayuntamiento que corresponda para conectarse a la red el¨¦ctrica, la telef¨®nica y la de moda, Internet. Muy parecido a los autobuses de los colegios, s¨®lo que los estudiantes no tienen que bajarse al final del recorrido para asistir a clase.
El curso que se imparte en el interior del veh¨ªculo, de 150 horas, es de ofim¨¢tica (aplicaci¨®n de la inform¨¢tica a la oficina) y teleempleo (uso del ordenador para trabajar desde casa). El objetivo es tanto la formaci¨®n en nuevas tecnolog¨ªas, tan importantes para conseguir un buen empleo en la actualidad, como que los alumnos conozcan las opciones de autoempleo que pueden desarrollar desde sus domicilios gracias a la inform¨¢tica, Internet y dem¨¢s teconolog¨ªas de la informaci¨®n.
Ayer, en clase, el primer paso obligado era ense?ar el manejo b¨¢sico del ordenador a unos alumnos que, en alg¨²n caso, no sab¨ªan ni encender un aparato de este tipo. Juan Zambrano, el profesor, explicaba para empezar las diferencias de capacidad y funcionamiento entre el tradicional disquete y el moderno disco compacto.
Pili Valverde no conoc¨ªa esas diferencias ni muchas otras. Part¨ªa de cero en inform¨¢tica. No hab¨ªa manejado un ordenador en su vida. Pero ayer era muy optimista y cre¨ªa que aprender¨¢ mucho en este curso. A sus 26 a?os tiene terminado el bachillerato y hace tiempo que busca empleo. Est¨¢ convencida de que esta formaci¨®n le ser¨¢ muy ¨²til. "Es que justo estoy pendiente de un posible trabajo que ser¨ªa por ordenador y desde casa", dice Pili mientras maneja el teclado reci¨¦n estrenado.
Pili se apunt¨® al curso en su Ayuntamiento, en Almensilla. Vio una nota en el tabl¨®n de anuncios y pens¨® que le vendr¨ªa muy bien la formaci¨®n, aunque fuera s¨®lo a t¨ªtulo personal.
Manuel Huesca, el encargado del programa de la Diputaci¨®n En Barrio, en el que se enmarca esta iniciativa, se la encarg¨® a Sicma, la empresa consultora propietaria del autob¨²s. Sicma ya ha desarrollado actividades similares con ¨¦ste o con alguno de los otros dos veh¨ªculos hermanos que tiene en funcionamiento en Madrid, Castilla-La Mancha y, recientemente, en Huelva.
La Diputaci¨®n decidi¨® las rutas del autob¨²s y adjudic¨® a cada pueblo un n¨²mero de plazas. Las localidades que participan son Santiponce, Valencina, Castilleja de la Cuesta, Almensilla, Palomares del R¨ªo, Bormujos, Gelves y Puebla del R¨ªo. Los alumnos fueron seleccionados por el agente de desarrollo local de cada Ayuntamiento de entre los desempleados j¨®venes de la localidad con unos estudios similares a la formaci¨®n profesional de nivel 2.
El curso ser¨¢ ¨²til para estos j¨®venes desempleados, seguro. Podr¨¢n manejarse mejor en un mercado laboral que exige cada vez m¨¢s el manejo de las herramientas inform¨¢ticas. Corren, adem¨¢s, el peligro de engancharse a una forma de trabajar que crea adicci¨®n. Qui¨¦n sabe, quiz¨¢s entre ellos este el Bill Gates del sur de Europa.
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