Unicaja vence al Limoges, pero se queda a 13 puntos del t¨ªtulo

No pudo ser. La realidad era demasiado cruda y el Limoges hizo valer la diferencia de 22 puntos que consigui¨® hace una semana en el partido de ida para adjudicarse la Copa Korac. Las vitrinas de Unicaja siguen vac¨ªas. Ha llegado a dos finales, una de Liga y esta de Copa Korac, y ha perdido las dos. Quiz¨¢ a la tercera vaya la vencida, pues seg¨²n un dicho deportivo, para ganar t¨ªtulos hay que perder finales.La diferencia que atesoraba el Limoges era realmente abismal. La afici¨®n de Unicaja hab¨ªa puesto una ilusi¨®n enorme en la remontada y lleg¨® a contagiar al equipo, al que 200 hinchas sorprendieron el pasado domingo recibi¨¦ndolo en el aeropuerto de M¨¢laga al regreso del partido de Liga que disput¨® en Torrelavega. La afici¨®n malague?a s¨ª fue campeona, en ilusi¨®n en deportividad y en fidelidad. No call¨® un momento, ni cuando su equipo estaba en camino de la proeza, ni cuando ya sab¨ªa que la haza?a era imposible.

Durante muchos minutos, Unicaja dio argumentos para mantener el sue?o. El comienzo del partido se ajust¨® al mejor de los guiones posibles. A los cinco minutos ya ganaba 15-5 y en el descanso estaba hecha m¨¢s de la mitad de la faena (43-29). El primer tiempo fue diametralmente opuesto a lo ocurrido en Limoges: al Unicaja le sali¨® todo y a su rival nada. Los franceses salieron contemporizadores, a agotar posesiones largas conscientes de su enorme ventaja. Ni siquiera parecieron alterarse en el descanso. Todo lo contrario. Las esperanzas comenzaron a esfumarse demasiado pronto. La posibilidad de la proeza quiz¨¢ atenaz¨® a los jugadores de Unicaja, que volvieron a la cancha agarrotados. Volvieron a aparecer los errores del partido de ida: precipitaci¨®n, balones perdidos, falta de responsabilidad para tirar a canasta o penetrar... S¨®lo una canasta anot¨® Unicaja en los cinco primeros minutos de la segunda parte, cuando en la primera hizo 15.

El Limoges segu¨ªa a lo suyo, no m¨¢s de seis puntos cada cinco minutos, y si era necesario, Brown hac¨ªa las apariciones que fueran precisas para volver a machacar a Unicaja. Los franceses defendieron mejor en la segunda parte, hicieron lo preciso para desmoralizar a su rival. Unicaja fue de nuevo una muestra enorme de impotencia, sin recursos para paliar la situaci¨®n. La diferencia fue enjug¨¢ndose hasta quedar reducida a cuatro puntos a mitad de fase (47-43). Unicaja entreg¨® el partido, pero la afici¨®n sigui¨® generosa en su entusiasmo, hizo saludar a los suyos y se fue a casa jaleando al equipo. Ya sue?an con verse otra vez en una final, para ella ese premio es suficiente. Otra vez ser¨¢.