Falsa pol¨¦mica
El pasado 23 de marzo, EL PA?S empez¨® a publicar una serie de art¨ªculos en torno a un presunto 'espionaje' de alumnos contra profesores de la Universidad de Cantabria pagados por el Vicerrectorado de Profesorado, que ofrecen una imagen completamente distorsionada de la realidad. Creo que a esta conclusi¨®n habr¨¢ llegado cualquier lector con un m¨ªnimo de cautela: ?a qui¨¦n se le ocurre que un vicerrector de una universidad p¨²blica pueda organizar poco menos que una trama de espionaje de este estilo, con subvenciones ocultas y a espaldas del profesorado y del servicio contable de la Universidad? El peri¨®dico no lo cont¨® as¨ª, pero al considerar como noticia la participaci¨®n de las delegaciones y las subvenciones, propici¨® que as¨ª haya sido interpretado. Le confieso que no salgo de mi asombro, preocupaci¨®n y decepci¨®n, al comprobar que le han faltado reflejos para no dejarse llevar por una versi¨®n manipulada. Y lo digo como lector de este peri¨®dico desde hace m¨¢s de 20 a?os, hasta hoy.Un an¨¢lisis ecu¨¢nime sobre el modo en el que se ha puesto en marcha el Plan de Calidad conduce a la conclusi¨®n de que no contiene ning¨²n elemento pol¨¦mico ni escandaloso, y por tanto no noticiable en los t¨¦rminos en los que ha sido presentado. S¨®lo puedo entenderlo desde la sospecha de que este inter¨¦s nace a partir de una 'filtraci¨®n' manipuladora, que no ha sido suficientemente contrastada. Y me duele constatarlo, cuando EL PA?S fue exhaustivamente informado sobre todo el procedimiento de evaluaci¨®n e invitado a comprobar in situ el modo en el que se desarrolla, invitaci¨®n que a¨²n sigue en pie.
El Plan de Calidad, aprobado por la Junta de Gobierno, establece que son las delegaciones de estudiantes las que deben contrastar el seguimiento del plan docente de forma meramente cuantitativa (cr¨¦ditos impartidos y distribuci¨®n). A la vista del trabajo que esa actividad representa, las delegaciones solicitaron una subvenci¨®n simb¨®lica, de un m¨¢ximo de 75.000 pesetas anuales para cada una de ellas. La Universidad nunca lo ocult¨®: no tiene ning¨²n sentido y tampoco ser¨ªa posible. Esta concesi¨®n siempre se consider¨® razonable y exenta de pol¨¦mica. Las actividades de las delegaciones se desarrollan con el apoyo de ayudas externas e internas, sin que ello signifique que quedan sometidas a la voluntad de nadie. En este caso, el Vicerrectorado sigui¨® un procedimiento com¨²nmente aceptado. Y EL PA?S fue informado de estos extremos desde su primera y ¨²nica llamada realizada a este vicerrector.
EL PA?S opt¨® por considerar como noticia el desconocimiento inicial de 'algunos profesores', incluso con sumario de portada. Las reacciones revanchistas o desinformadas de algunas personas
propiciaron que la falsa pol¨¦mica continuara en el peri¨®dico a trav¨¦s de varios art¨ªculos en los que ya se 'informa' de 'revuelo', 'misterio', 'psicosis' y 'represalias'. ?Cree el lector que la imagen ofrecida se ajusta a lo que realmente sucede? ?Realmente piensa que un vicerrector pudo actuar poco menos que con nocturnidad y alevos¨ªa? ?C¨®mo encajan las m¨²ltiples manifestaciones de adhesi¨®n y refuerzo del plan que se est¨¢n sucediendo estos d¨ªas entre todos los colectivos universitarios, empezando por los propios profesores y sus ¨®rganos colegiados? ?Preferimos una Universidad que decide su propio futuro o que ha de estar sometida a las manipulaciones de grupos de inter¨¦s que quieren ejercer su actividad universitaria de cualquier manera? Me he quedado con la sensaci¨®n de que EL PA?S otorg¨® credibilidad a estos ¨²ltimos. Desde estas l¨ªneas le invito a que reconsidere estos argumentos y obre en consecuencia.-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.