La polic¨ªa de Uganda halla 81 cad¨¢veres en una cuarta fosa com¨²n
Una nueva fosa com¨²n encontrada en la aldea de Rushojwa, la cuarta hallada por la polic¨ªa ugandesa desde el incendio de un templo con m¨¢s de 500 seguidores del Movimiento por la Restauraci¨®n de los Diez Mandamientos de Dios dentro, sum¨® ayer otros 81 cad¨¢veres a la larga lista de v¨ªctimas de la secta, que supera ya las 900. El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, ha admitido que los servicios de espionaje advirtieron del peligro que supon¨ªa el grupo, aunque sus informes no trascendieron m¨¢s all¨¢ de algunas autoridades locales.
"Algunos funcionarios de los servicios de espionaje elaboraron informes diciendo que ¨¦ste era un grupo peligroso, pero al llegar a un determinado nivel no trascendieron, fueron sencillamente ignorados", afirm¨® el presidente en declaraciones a la cadena brit¨¢nica BBC el mi¨¦rcoles por la noche. Museveni asegur¨® que ni ¨¦l ni ninguno de sus altos responsables de seguridad hab¨ªan recibido la informaci¨®n que, afirm¨®, habr¨ªa sido retenida por responsables de los gobiernos locales.Estas declaraciones precedieron al anuncio ayer del arresto de un funcionario de una Administraci¨®n regional del suroeste de Uganda por sus presuntas conexiones con el Movimiento por la Restauraci¨®n de los Diez Mandamientos de Dios. Amooti Mutazindwa es acusado de haber hecho desaparecer un informe que suger¨ªa que la secta supon¨ªa una amenaza para la seguridad. Mutazindwa es la primera persona en ser arrestada en relaci¨®n a estas muertes aunque no es uno de los principales sospechosos. La polic¨ªa ugandesa busca a dos de los l¨ªderes de la secta a los que testigos vieron escapar del templo de Kanungu antes de que ardiera y para lo que ha solicitado la colaboraci¨®n de Interpol.
Mientras, las autoridades se encuentran desbordadas por la continua aparici¨®n de nuevas v¨ªctimas, las ¨²ltimas 81 encontradas en el jard¨ªn de la casa de uno de los seguidores, Joseph Nyamurinda. La mayor¨ªa de los cad¨¢veres son de mujeres y ni?os y, como en el resto de las fosas comunes, han aparecido desnudos. Aunque los vecinos de la zona aseguraron ayer no haber visto ni o¨ªdo nada sospechoso, admitieron que los 30 habitantes de la casa, que tambi¨¦n era utilizada como albergue para fieles de paso por la localidad, se comportaban con gran secretismo y no dejaban que nadie se acercara.
Los responsables de la parroquia cat¨®lica hab¨ªan advertido a la polic¨ªa sobre el lugar, pero los responsables de la secta se defendieron invocando su condici¨®n de organizaci¨®n legalmente reconocida (la secta fue registrada como ONG en 1997). La polic¨ªa cree que el propietario y los 18 miembros de su familia perecieron en el incendio de Kanungu.
?ste es el cuarto lugar en el que las autoridades han encontrado v¨ªctimas de la secta. En las letrinas del templo de Kanungu fueron descubiertos seis cuerpos y la semana pasada la polic¨ªa encontr¨® 153 cad¨¢veres enterrados bajo una casa usada por los restauradores en la aldea de Buhunga. En los ¨²ltimos d¨ªas desenterraron otros 155 hallados en el jard¨ªn y bajo la vivienda de uno de los l¨ªderes, el padre Dominic Kataribaabo, en Rugazi.
Los miembros de la secta ten¨ªan prohibido hablar, utilizar jab¨®n para lavarse (por lo que lo hac¨ªan con detergente) y mantener relaciones sexuales. Los fieles, que deb¨ªan entregar sus bienes terrenales a los l¨ªderes al entrar en el grupo, pasaban la mayor parte del d¨ªa trabajando o rezando y se comunicaban por gestos. La polic¨ªa cree que su eliminaci¨®n masiva comenz¨® cuando empezaron a cuestionar a los l¨ªderes tras fallar el vaticinio de que el mundo se acabar¨ªa el pasado 31 de diciembre.
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