Las v¨ªctimas de la represi¨®n recorren Valencia

Algunos siguen encarcelados, como el ciudadano libio Nuri Al-Falah o el chino Chen Lantao. Otros, como el sacerdote valenciano Antonio Llid¨®, engrosan a¨²n la cifra de desaparecidos durante la dictadura chilena de Augusto Pinochet. Pero todos ellos y el resto de las v¨ªctimas de la represi¨®n organizada en todo el mundo estuvieron presentes ayer en las calles de Valencia. Los m¨¢s de 1.000 participantes en la manifestaci¨®n convocada al anochecer por Amnist¨ªa Internacional portaban sus nombres y fotograf¨ªas en las pancartas. Caminaban en silencio, con cientos de cirios encendidos, para reclamar que no queden impunes ni se olviden las violaciones m¨¢s flagrantes de los derechos humanosLa marcha parti¨® del Palau de la M¨²sica, donde se est¨¢ clebrando la XXVI Asamblea General de la secci¨®n espa?ola de Amnist¨ªa Internacional. En estas jornadas, que se celebran en Valencia para conmemorar el vig¨¦simo aniversario del grupo local de esta ONG, se debaten las estrategias de los pr¨®ximos cuatro a?os para combatir la pena de muerte, las torturas o las desapariciones, e intentar que no queden impunes algunos ex jefes de Estado acusados de pisotear los derechos humanos. Javier Figueiredo, que ha venido desde Badajoz, explica que los 15.700 socios de Amnistia en Espa?a seguir¨¢n utilizando su principal arma: bombardear con un aluvi¨®n de cartas a las autoridades que tengan presos pol¨ªticos o torturen.

De forma simb¨®lica, la marcha concluy¨® frente al Palacio de Justicia. All¨ª, Teo Uriarte, que sobrevivi¨® a una condena de muerte durante el franquismo pidi¨® un esfuerzo para que el autoritarismo no ponga en peligro las libertades. Isabel Allende, la hija del ex presidente chileno, cerr¨® el acto con un manifiesto en el que proclam¨® que no habr¨¢ tregua en la lucha contra la impunidad que disfrutan tantos autores de cr¨ªmenes contra la dignidad humana.