Desastre t¨¢ctico de C¨²per, como ante el Manchester United
Lo mismo que en Manchester. Cada vez que a C¨²per se le ocurre, por precauci¨®n, cambiar su sistema, poblarlo de defensas y m¨¢s concreto de centrales, el resultado es el mismo: 3-0. Le sucedi¨® en Old Trafford en diciembre pasado y le ocurri¨® ayer en el Camp Nou. El Manchester y el Bar?a pasaron por encima de un Valencia acomplejado. En ambos casos quiso jugar C¨²per muy agazapado, con salidas r¨¢pidas al contraataque, pero en ambos casos aline¨® a Oscar como enganche. Lo que no deja de ser una contradicci¨®n, pues ?scar sirve para muchas cosas, pero no para el contragolpe.En parte por el temor que le inspiraba el Bar?a, en parte obligado por las bajas que desgarraban su centro del campo (Mendieta y Kily Gonz¨¢lez), el Valencia desarroll¨® ayer un desastre t¨¢ctico de mucho calado. C¨²per introdujo a sus jugadores en un laberinto en el que nadie sab¨ªa d¨®nde estaba la salida. El Valencia se ha pasado todo el ejercicio jugando un 4-4-2 con cierta coherencia y de repente prob¨® C¨²per con tres centrales, dos carrileros, un medio de enlace y un delantero.
En teor¨ªa, se trataba de acumular hombres atr¨¢s y salir disparados al contragolpe. Para ello hab¨ªa cambiado C¨²per a casi todos de su ubicaci¨®n habitual. Pero como no hab¨ªa gente para jugar de ese modo, puesto que ?scar no sirve para actuar a toda mecha, el Valencia ofreci¨® una imagen lamentable en la que, por ejemplo, el hombre que lanz¨® una vez el contraataque con su salida en carrera era nada menos que Pellegrino, irreprochable, por otra parte, en sus tareas de contenci¨®n.
Los tres centrales del Valencia cerraron durante una hora su defensa a cal y canto, cierto, pero era cuesti¨®n de paciencia, de que los extremos del Bar?a comenzaran a ajustar en sus centros. Cuando eso acaeci¨®, el Valencia se desmoron¨®, precisamente por el centro de su defensa: el equipo azulgrana marc¨® el primer gol de cabeza y el segundo tras una penetraci¨®n por el mismo eje de la zaga visitante. Lo mismo que en Manchester, el grupo de C¨²per jug¨® con el culo muy atr¨¢s, con mucha gente en la zaga y poca delante, por lo que el bal¨®n siempre volv¨ªa a pies azulgrana. No hab¨ªa m¨¢s remedio.
El Camp Nou acogi¨® con un murmullo de expectaci¨®n y temor la primera pelota que toc¨® Piojo L¨®pez, que hab¨ªa marcado 11 goles en 12 partidos a los azulgrana. Ese murmullo se torn¨® en una gran pitada cuando el delantero argentino lanz¨® el bal¨®n a las gradas. Era un presagio. El Piojo estuvo solo en ataque y espeso en su juego, quiz¨¢ cansado por el viaje a Argentina, donde jug¨® con su selecci¨®n. S¨®lo Gerard y Farin¨®s dejaron algunos detalles de su personalidad. Ambos mostraron la madurez que est¨¢n alcanzando y Gerard, que sali¨® de La Masia hace cuatro a?os con el cartel de sucesor de Guardiola, se ha convertido en un futbolista de primer orden.
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