Uganda solicita ayuda internacional para hallar a los l¨ªderes de la secta
Uganda solicit¨® ayer la colaboraci¨®n internacional para detener a los l¨ªderes de la secta Restauraci¨®n de los Diez Mandamientos de Dios, responsables de la muerte de al menos un millar de sus seguidores y a los que los investigadores consideran todav¨ªa vivos. "Creo que est¨¢n todav¨ªa vivos, y el mundo entero debe ayudarnos a capturarlos", se?al¨® ayer la vicepresidenta ugandesa, Specioza Kazibue. Las autoridades de las vecinas Tanzania y Kenia ya han comenzado a investigar las actividades de la secta en su territorio y las posibles conexiones con Europa.
En un funeral celebrado en la localidad de Kanungu, el lugar donde el pasado 17 de marzo murieron m¨¢s de 500 seguidores de la secta cuando el templo en el que se encontraban esperando el fin del mundo fue cerrado e incendiado, Kazibue reconoci¨® que m¨¢s de 1.000 personas, en su mayor¨ªa mujeres y ni?os, hab¨ªan sido asesinadas y que se esperaba encontrar m¨¢s cad¨¢veres en pr¨®ximas excavaciones que se realizar¨¢n en fincas pertenecientes a los l¨ªderes del grupo.La vicepresidenta ugandesa pidi¨® perd¨®n en nombre del Estado a los familiares de las v¨ªctimas, y anunci¨® que el Gobierno investigar¨¢ las actividades de otros grupos religiosos cuya finalidad es dudosa. "El Gobierno lamenta la p¨¦rdida de un n¨²mero tan grande de personas debido a la seducci¨®n, la intriga y la manipulaci¨®n de algunos criminales sin escr¨²pulos y los deseos de [el l¨ªder de la secta, Jospeh] Kuibetere y sus c¨®mplices".
Mientras, el marido de Gredonia Muerinda, una exprostituta que formaba parte de la direcci¨®n de la secta y aseguraba que se le aparec¨ªa la Virgen Mar¨ªa, apunt¨® ayer a que su mujer podr¨ªa haber planificado el asesinato masivo. Antiguos miembros de la Restauraci¨®n de los Diez Mandamientos de Dios describen a Muerinda como una mujer autoritaria y a veces violenta, que participaba en el gobierno de la secta con pu?o de hierro y justificando sus puntos de vista en las frecuentes charlas que manten¨ªa con la Virgen y el arc¨¢ngel San Miguel. Sin embargo, su marido asegura que nunca hab¨ªa tenido gran inter¨¦s por la religi¨®n hasta que asegur¨® haber tenido una visi¨®n en agosto de 1988. "En todo el tiempo que estuvimos juntos no fue a la iglesia ni una sola vez", asegur¨® Eric Mazima, quien a?adi¨® que se separaron aquel mismo a?o porque ¨¦l era incapaz de tener las visiones que ella experimentaba en una cueva cercana a su casa. "Es todo pura basura", opin¨® el marido, que a?adi¨® que Gredonia Muerinda continu¨® ejerciendo la prostituci¨®n incluso despu¨¦s de casada.
Era cuesti¨®n de tiempo que se encontrase con el exsacerdote cat¨®lico Joseph Kuibetere, quien en 1989 hab¨ªa fundado la Restauraci¨®n de los Diez Mandamientos de Dios tras asegurar haber grabado en una cinta una conversaci¨®n entre Jesucristo y Mar¨ªa sobre lo pecaminoso que se hab¨ªa vuelto el mundo. Gredonia se uni¨® a la secta poco despu¨¦s y, seg¨²n asegura su marido, pas¨® a convertirse en amante del l¨ªder de la secta. En poco tiempo acumul¨® coches, casas y numerosas propiedades, y volaba por toda ?frica en busca de nuevos adeptos.
El distrito de Kigezi, donde la secta ten¨ªa su cuartel general, es uno de los m¨¢s pobres de Uganda, lo que, unido a la inestabilidad pol¨ªtica procedente de la vecina Ruanda y a los estragos que el sida causa en un gran porcentaje de la poblaci¨®n, ha creado un campo abonado para la proliferaci¨®n de sectas que prometen la felicidad a cambio de dinero. Ayer, cientos de vecinos, muchos de los cuales eran parientes de las v¨ªctimas, as¨ª como representantes cat¨®licos, protestantes y musulmanes, asistieron a un funeral interconfesional por los fallecidos en la matanza.
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