Meadas
En Granada, echar una meada cuesta 10.000 pesetas. Claro est¨¢ que la meada tiene que ser al aire libre, en una calle o zona p¨²blica, y con nocturnidad y alevos¨ªa. ?sa es una de las primeras medidas que parece haber puesto en marcha el equipo de gobierno del socialista Jos¨¦ Moratalla: multar a los j¨®venes de la movida que sean sorprendidos de cara a la pared desprendi¨¦ndose del l¨ªquido elemento. La Polic¨ªa Local ha recurrido a una vieja norma para poner coto a los desmanes del botell¨®n: portales convertidos en urinarios p¨²blicos, esquinas que parecen vomitorios romanos y plazas hechas vertederos.El Ayuntamiento granadino no parece haberse dado cuenta a¨²n del potencial econ¨®mico que, para las arcas municipales, puede ser el fen¨®meno de la movida. Si aprobara unas normas con una relaci¨®n de peque?os desafueros y sus correspondientes multas en zonas de botellones, en poco tiempo no tendr¨ªa nada que envidiar a la fortuna de Bill Gates.
Un suponer: una meada, 10.000 pesetas. Una larga y c¨¢lida meada, 15.000. Una vomitona incontrolada: 20.000. Una botella estrellada contra el suelo jocosamente en medio de la juerga con los amigos, 30.000 pesetas. Un contenedor incendiado, 125.000 pesetas. Un cristal roto a pedradas por las protestas de un vecino: 200.000. Y as¨ª sucesivamente. Con eso, o el Ayuntamiento se hace multimillonario o la movida cambia de costumbres y se vuelve m¨¢s higi¨¦nica.
Eso s¨ª, los polic¨ªas locales tendr¨ªan que cambiar su libretilla de poner multas de tr¨¢fico por otras m¨¢s a prop¨®sito y, en lugar de hacer como esos polic¨ªas americanos de las pel¨ªculas que se esconden detr¨¢s de los puentes para pillar a los conductores desprevenidos, tendr¨ªan que parapetarse detr¨¢s de las esquinas, en los descampados o en el hueco de la escalera en un portal acechando la llegada de la presa. Tipo documental de F¨¦lix Rodr¨ªguez de la Fuente.
?Y si el multado no tiene dinero o no quiere pagar? Pues a hacer servicios sociales. Trabajar gratis un mes para el Ayuntamiento, o ayudar, por ejemplo, a los basureros granadinos a recoger los restos de la movida que dejaron sus colegas. ?Habr¨¢n pensado en ello Moratalla, Jes¨²s Valenzuela o Baltasar Garz¨®n, el triunvirato del tripartito? Mientras Bill Gates ve caer su imperio tecnol¨®gico, Granada ser¨ªa una especie de Rockefeller sobre los restos de un botell¨®n inmenso.
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