El nuevo Museo Egipcio de Barcelona expondr¨¢ m¨¢s de 500 piezas
La momia est¨¢ de enhorabuena. Y los escarabeos, y la leona Sacmis, y el escriba Sebekemheb, y todos los dem¨¢s habitantes del Museo Egipcio de Barcelona: la nueva sede del centro, el nuevo hogar de todos esos "objetos maravillosos" -como dir¨ªa Carter- es un lugar amplio, luminoso y moderno en el que transcurrir¨¢ estupendamente su vida de posultratumba. El nuevo Museo Egipcio abrir¨¢ sus puertas el 11 de mayo con m¨¢s de medio millar de piezas en exposici¨®n, casi el doble que en el anterior centro, y con siete veces m¨¢s espacio.
El empresario hotelero Jordi Clos, art¨ªfice del Museo Egipcio y propietario de la colecci¨®n que se exhibe en ¨¦l, gui¨® ayer una visita por la nueva sede del centro, que ocupa varias plantas, con un total de 2.500 metros cuadrados, en un edificio en el n¨²mero 284 de la calle de Val¨¨ncia. El proyecto del museo es del arquitecto Jordi Garc¨¦s.Clos explic¨® que las obras han durado m¨¢s de dos a?os y apunt¨® que el nuevo museo est¨¢ instalado en un edificio emblem¨¢tico del Eixample que acogi¨® anteriormente las oficinas y los talleres de Santaeulalia. Los suelos han sido construidos con un m¨¢rmol espa?ol envejecido que sugiere el granito de los monumentos fara¨®nicos. El n¨²cleo del museo es un patio central cubierto con una gran claraboya que permite la entrada de luz natural. Dos escaleras llevan hacia los distintos niveles. En dos plantas se dispondr¨¢n, con un sistema de vitrinas que permite hacer muy transformable la exposici¨®n, los objetos de la colecci¨®n de Clos: los que ya se exhib¨ªan en el museo de la Rambla de Catalunya, los que se encuentran en el hotel Claris y muchos que no se expon¨ªan por falta de lugar para ello.
En total, dijo ayer Clos, el nuevo museo presentar¨¢ m¨¢s de medio millar de piezas, casi el doble de las que se exhib¨ªan en el viejo museo -que abandonar¨¢n-. Advirti¨® Clos que habr¨¢ "sorpresas" entre esos objetos hasta ahora nunca vistos en p¨²blico, y se?al¨® concretamente las ¨²ltimas piezas adquiridas, hace dos a?os, al Museo de Boston. "M¨¢s del 50% de lo que vendr¨¢ aqu¨ª son piezas no conocidas", dijo el coleccionista, para ir abriendo boca. Clos destac¨® que todas las piezas de su colecci¨®n son "legalmente transparentes", y anunci¨® que a la inauguraci¨®n asistir¨¢ el ministro de Cultura de Egipto.
Los objetos estar¨¢n colocados por grandes ¨¢reas tem¨¢ticas (el fara¨®n, la sociedad, la vida cotidiana, el universo religioso y las pr¨¢cticas funerarias). La entrada al museo costar¨¢ 900 pesetas.
En la segunda planta se instalar¨¢n juntos en un espacio los materiales de la tumba de Iny -del Imperio Antiguo- de que dispone la colecci¨®n Clos, componiendo un monumento bastante espectacular.
El museo dispone de una terraza al aire libre en la que se ofrecer¨¢ servicio de cafeter¨ªa, se?al¨® Clos, "para que no haya que ver las 500 piezas de golpe, sino que puedas ver la mitad, hacer un break, y luego la otra mitad".
En la planta m¨¢s baja se encuentra un gran espacio susceptible de ser empleado para exposiciones temporales y la biblioteca. ?sta crece de tama?o con respecto al viejo museo e incluye una peque?a sala de lectura. "Tenemos m¨¢s de 5.000 vol¨²menes, algunos incre¨ªbles, como ediciones originales de Carter, la Description de l'Egypte o bocetos de Champollion", dijo Clos, "y ese material excelente lo mostraremos en exposici¨®n, en atriles, tras la mampara de cristal de la biblioteca".
En zona aparte de la dedicada a exposici¨®n, el Museo Egipcio cuenta con amplias instalaciones para los arque¨®logos ("el sanctasanct¨®rum", se?al¨® Clos) y aulas para los numerosos cursos que programa, entre otros servicios.
Adolf Luna, director del Museo Egipcio, apunt¨® que en sus cinco a?os de existencia en la Rambla de Catalunya, el museo "ha tenido 300.000 visitantes; en 1999, 70.000, muchos de ellos turistas franceses", y se?al¨® que el objetivo es que el nuevo museo logre unos 200.000 visitantes al a?o. De hecho, en el anterior centro, el grupo m¨¢ximo de visitas era de 30 personas; ahora el aforo es de m¨¢s de 250 visitantes.
El nuevo Museo Egipcio ha requerido una inversi¨®n de m¨¢s de 3.000 millones de pesetas, en parte para comprar todo el edificio donde se ubica el museo (el resto del inmueble se ha comercializado, tras su reforma, como apartamentos). Una peque?a parte de la inversi¨®n (el 10 %) la ha sufragado la Fundaci¨®n Clos con aportaciones de sus patronos.
Clos subray¨® respecto al objetivo del museo: "Es la difusi¨®n del antiguo Egipto en Barcelona, mi ciudad", e hizo votos por que se convierta en el mejor museo privado de Europa. El coleccionista se?al¨® que el nuevo museo, que "har¨¢ la visita m¨¢s f¨¢cil y provechosa", est¨¢ especialmente pensado para los ni?os y las familias.
La Dama de la Casa se muda
En coincidencia con la visita al nuevo Museo Egipcio, lleg¨® al mismo una de las piezas m¨¢s espectaculares de la colecci¨®n de Jordi Clos. Se trata de un delicado y bello sarc¨®fago antropomorfo de cart¨®n pintado dedicado a la Dama de la Casa, t¨ªtulo que se da en las inscripciones a Dyed-Montu-iues-anj, una mujer noble de la ¨¦poca del Tercer Periodo Intermedio egipcio (945 al 715 antes de Cristo). Portaban a la Dama cient¨ªficos con batas blancas y guantes, y Clos la recibi¨® en la puerta levantando suavemente la tela que la cubr¨ªa y observando con pasi¨®n de Otelo las facciones pintadas. De momento, la Dama estar¨¢ algo sola en el gran espacio de su nueva casa, en la que apenas se ve¨ªan ayer una estatuilla de Tueris, otra de un noble y unos vasos canopos. Pero pronto, por lo que dice Clos, va a estar muy acompa?ada.
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