Los colores de Piero della Francesca recobran todo su esplendor en Arezzo
Se presentan en la bas¨ªlica de San Francisco los frescos restaurados de 'La leyenda de la Cruz'
La luz del alba se ha abierto paso de improviso, iluminando la primitiva oscuridad del Sue?o de Constantino, una de las 12 escenas pintadas por Piero della Francesca a mediados del siglo XV en la bas¨ªlica de San Francisco de Arezzo (Toscana). Han sido necesarios 15 a?os de trabajos de restauraci¨®n y m¨¢s de 800 millones de pesetas para lograr este milagro, la resurrecci¨®n est¨¦tica de una de las joyas de la pintura del Renacimiento italiano: la serie de frescos La leyenda de la Cruz verdadera. La capilla, con los frescos restaurados, fue presentada ayer a la prensa y estar¨¢ abierta a partir de hoy al p¨²blico.
En v¨ªsperas de las elecciones regionales del 16 de abril, no pod¨ªa faltar la presencia del primer ministro italiano, Massimo d'Alema, en una inauguraci¨®n tan se?alada. D'Alema, escoltado por la ministra de Cultura, Giovanna Melandri, pas¨® revista a la serie de frescos. Poco antes, el premio Nobel Dario Fo, gran conocedor de san Francisco de As¨ªs, al que est¨¢ dedicada la bas¨ªlica, y la actriz Franca Rame, hab¨ªan admirado las pinturas, iluminadas desde el suelo por una especie de antiest¨¦tico poste de luz, "indispensable para verlas bien, sin da?arlas", explic¨® la responsable de Cultura de Arezzo, Anna Maria Maetzke.Las pinturas, de extraordinaria modernidad, salidas del pincel del artista toscano, recogen en doce cuadros la leyenda fant¨¢stica del origen de la cruz en la que fue crucificado Jesucristo. Inspir¨¢ndose en el relato de Jacopo da Varagine, del siglo XIII, Piero della Francesca reconstruye con la minuciosidad y la gracia de un artista moderno de comics episodios del Antiguo y del Nuevo Testamento, mezclados con hechos casi mitol¨®gicos. Desde la Muerte de Ad¨¢n, del que procede el ¨¢rbol que suministrar¨¢ la madera de la Cruz, hasta el encuentro de la Reina de Saba con el rey Salom¨®n. El triunfo del emperador Constantino (que se convirti¨® al cristianismo) sobre los persas permite que la Cruz sea por fin venerada en Jerusal¨¦n. En una de las escenas restauradas, La tortura al jud¨ªo, queda resumida toda la filosof¨ªa religiosa de la ¨¦poca, llena de reminiscencias del periodo de las cruzadas.
Restaurar los frescos de La leyenda..., pintados por Piero della Francesca (Sansepolcro 1418- 1492) entre 1452 y 1466, ha requerido un gigantesco esfuerzo financiero, t¨¦cnico y art¨ªstico. El primer cap¨ªtulo ha sido ¨ªntegramente cubierto por la Banca Popular de Etruria y el Lazio, convertido en un moderno mecenas. El segundo y el tercero han corrido a cargo de una legi¨®n de expertos bajo la supervisi¨®n de la propia Anna Maria Maetzke, que no duda en calificar la obra de restauraci¨®n como "una de las m¨¢s complejas que se han efectuado en esta generaci¨®n". Una obra comparable ¨²nicamente a las que se hicieron en la Capilla del Carmine, en Florencia, y a la impresionante restauraci¨®n de la Capilla Sixtina, en los Museos Vaticanos de Roma. "Pero de los tres casos, el m¨¢s delicado y complejo de ejecuci¨®n ha sido el de la obra de Piero della Francesca", asegura Maetzke. Sobre todo, porque la magistral serie de frescos "estaba realmente en peligro de desaparecer".
Para empezar, las bell¨ªsimas pinturas que brillan ahora en toda la gama de tonalidades claras, llenas de luz, que ten¨ªan originariamente, han sufrido casi todos las calamidades naturales y artificiales que puede sufrir una pintura al fresco a trav¨¦s de los siglos: terremotos, rayos, humedades, hasta la invasi¨®n de un ej¨¦rcito, como el de Napole¨®n, que entr¨® en Arezzo en 1799 y tom¨® posesi¨®n de la bas¨ªlica. Sin embargo, el da?o mayor fue el causado por el trabajo bienintencionado de los expertos. Desde mediados del siglo pasado a los recientes trabajos de recuperaci¨®n, se ejecutaron tres restauraciones diferentes, cada una m¨¢s calamitosa que la anterior.
La serie completa devuelve ahora al visitante una joya renacentista que se impone por su maestr¨ªa a pesar de una historia de arreglos y retoques dudosos.
Babelia
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