Pibes 'castellers'
La falta de personas es el freno al entusiasmo de la primera agrupaci¨®n "castellera" creada en Argentina
"La gente no deja de extra?arse, y m¨¢s a¨²n cuando ven a un pibe de seis a?os subiendo hasta lo m¨¢s alto". As¨ª resume Mat¨ªas Marelli, Palmito, la reacci¨®n de sus compatriotas argentinos cuando contemplan una actuaci¨®n de la colla castellera Les Quatre Barres, de Castelar, la primera agrupaci¨®n creada fuera de los territorios de habla catalana. Marelli, periodista de profesi¨®n y responsable de relaciones externas de la agrupaci¨®n, visita estos d¨ªas Catalu?a, acompa?ado del promotor de la colla Les Quatre Barres, Fernando Le¨®n, con motivo de la celebraci¨®n de la Trobada de Casals Catalans d'Arreu del M¨®n.La colla castellera Les Quatre Barres naci¨® en 1997, bajo el amparo del casal catal¨¢n de Castelar, una poblaci¨®n de la provincia de Buenos Aires situada a 20 kil¨®metros de la capital argentina. La idea surgi¨® de una visita que Fernando Ledo realiz¨® a Catalu?a en el verano de 1996, como participante de un programa de intercambio de j¨®venes de casals catalanes patrocinado por la Generalitat, y tuvo la oportunidad de asistir a una exhibici¨®n castellera en Matar¨®.
Ledo, que es nieto de un inmigrante catal¨¢n que traspas¨® el Atl¨¢ntico, volvi¨® a Argentina con el firme prop¨®sito de promover la creaci¨®n de un agrupaci¨®n castellera en su ciudad. "Nuestros padres y abuelos trajeron las sardanas y la gastronom¨ªa catalana, pero no los castells; as¨ª que nosotros nos propusimos recuperarlos", sostiene el entusiasta casteller argentino.
A trav¨¦s de libros, v¨ªdeos y consejos v¨ªa Internet, los j¨®venes del casal empezaron a familiarizarse con los castells. "Sub¨ªamos baixos, segons y ter?os y ya est¨¢", indica Mat¨ªas Marelli. "No ten¨ªamos los conocimientos, la t¨¦cnica ni la gente para hacer nada m¨¢s", a?ade. La primera actuaci¨®n la realizaron el 19 de octubre de 1997 en Mendoza, con 25 castellers con mucha m¨¢s ilusi¨®n que t¨¦cnica.
El proyecto se solidific¨® y a?adi¨® una t¨ªmida base social, que permiti¨® a la colla castellera Les Quatre Barres avanzar lentamente y ganar nuevos y necesarios componentes. En este sentido, se incorporaron al grupo amigos de castellers que no ten¨ªan ninguna vinculaci¨®n con el casal ni antepasados catalanes, y la colla dobl¨® su n¨²mero de componentes. Paralelamente, algunos responsables castellers viajaron a Catalu?a por iniciativa propia o con los programas de intercambio de la Generalitat, y pudieron ampliar sus conocimientos sobre castells y mejorar la t¨¦cnica que practicaban. Al mismo tiempo, algunos castellers catalanes tambi¨¦n se desplazaron a Buenos Aires y colaboraron decididamente a la progresi¨®n de la colla suramericana.
El principal objetivo de la colla Les Quatre Barres es ahora conseguir canalla. Marelli apunta: "Estamos aprendiendo los sistemas que aplican las agrupaciones catalanas para conseguir peque?os e intentaremos seguirlos". En la actualidad, la colla de Castelar s¨®lo dispone de un "pibe de seis a?os", y por lo tanto no pueden elevar a¨²n construcciones de sis, si bien han adquirido ya el nivel t¨¦cnico suficiente para lograr ese ¨¦xito.
El a?o pasado alzaron un tres de sis en el que el aixecador realiz¨® tambi¨¦n las funciones de anxaneta y, una vez que estuvo acuclillado encima de los dosos, levant¨® la mano para plasmar la aleta de lo que supuso, a pesar de su peculiaridad, la primera construcci¨®n de seis pisos de Les Quatre Barres. "La falta de gente nos impide realizar castells de mayor amplitud que el tres", apunta Marelli, as¨ª que tambi¨¦n levantan la torre de cinc y el pilar de quatre, si bien ya est¨¢n ensayando el de cinc, lo que indica una progresi¨®n importante.
El ¨²nico anxaneta de que dispone la colla, Mariano, es el nieto del presidente del casal de Castelar, Albert Ventura, y en la colla ya lo han bautizado como el aixecaneta, ya que realiza ambas funciones. Para corregir esta situaci¨®n, los entusiastas castellers argentinos, mayoritariamente j¨®venes y simpatizantes del Bar?a, idean todo tipo de iniciativas que les permitan obtener alguna cantidad de dinero para mantener los gastos que comporta una colla y conservar y reforzar de esta manera el esp¨ªritu y la ilusi¨®n que los re¨²ne en una actividad ins¨®lita en Suram¨¦rica.
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