LA RETRIBUCI?N DEL PROFESORADO Pol¨¦mica en el Reino Unido por los incentivos a los profesores de los alumnos con mejores notas Los sindicatos acusan al Gobierno de enfrentar a los docentes por medio de la iniciativa
Los maestros brit¨¢nicos de primaria y secundaria pueden solicitar ya a sus directores los formularios donde defender¨¢n su derecho a recibir una bonificaci¨®n, cifrada en 2.000 libras m¨¢s al a?o (unas 540.000 pesetas), por haber logrado que sus alumnos obtuvieran mejores notas que el resto de los inscritos en centros similares de todo el pa¨ªs. Criticado por la Uni¨®n Nacional de Docentes, pero aplaudido por otros sindicatos del ramo, el aumento ha desatado la pol¨¦mica sobre la retribuci¨®n del profesorado y ha dividido al sector en dos bandos: los profesionales que sostienen que la paga les enfrentar¨¢ y destruir¨¢ el trabajo en equipo y los partidarios de subir como sea los sueldos del profesorado.
Previsto para el pr¨®ximo septiembre, cuando ser¨¢ incluido en las distintas n¨®minas, el "aumento por excelencia docente" ha precisado de numerosos borradores ministeriales. El texto definitivo aprobado por el Ministerio de Educaci¨®n asegura que los maestros deber¨¢n demostrar s¨®lo que el alumnado "ha progresado tanto o m¨¢s que el resto de los escolares brit¨¢nicos en circunstancias similares".Aunque las notas han dejado de mencionarse como tales para no irritar a los sindicatos, ¨¦stos temen que la b¨²squeda de la gratificaci¨®n acabe enfrentando a los profesionales. El secretario general de la Uni¨®n Nacional de Docentes, Doug McAvoy, ha manifestado: "Ser¨¢n juzgados en funci¨®n de los resultados obtenidos por los ni?os. ?Qu¨¦ error! Un maestro no puede controlar los factores familiares o sociales que condicionan la educaci¨®n y logros del menor".
Este sindicato considera poco razonable que el Gobierno anime a los profesores a evaluarse unos a otros cuando pidan la paga. Antes de embols¨¢rsela, cada solicitante deber¨¢ contar con el apoyo del director del centro, el visto bueno de un grupo de expertos independientes y la aprobaci¨®n de sus propios colegas. Obtener esta ¨²ltima e ins¨®lita carta de recomendaci¨®n, que pueden buscar varios maestros a la vez en un mismo centro, "acabar¨¢ creando rencillas internas y destruyendo la labor de equipo con envidias y sospechas", ha dicho McAvoy.
Ocho millones a lo sumo
Un profesor brit¨¢nico de secundaria gana por t¨¦rmino medio unas 24.000 libras anuales (6.480.000 pesetas). Con las 2.000 libras de la bonificaci¨®n puede llegar a las 26.000, pero si su sueldo es m¨¢s alto no podr¨¢ superar en ning¨²n caso las 30.000 libras (8.100.000 pesetas) cuando se trate de un docente que decline aceptar responsabilidades administrativas. Las bonificaciones complementarias por tareas de administraci¨®n dependen de cada centro, seg¨²n las horas y el trabajo que deba cumplir. La prueba irrefutable de que merece la nueva paga, aunque no la ¨²nica, seguir¨¢n siendo las buenas notas obtenidas por sus alumnos en los diversos ex¨¢menes nacionales que jalonan la ense?anza obligatoria en el Reino Unido.
Seg¨²n el Gobierno, que ha destinado 1.000 millones de libras a financiar estos aumentos, las calificaciones son la prueba m¨¢s visible de que el docente ha logrado transmitirle a los ni?os los conocimientos necesarios. Las notas de cada colegio ser¨¢n cotejadas con otras similares del resto del pa¨ªs y el profesor podr¨¢ resaltar el progreso mostrado por sus alumnos. Cuando los resultados no sean tan buenos como se supon¨ªa, pero el maestro considere que sus pupilos han mejorado lo bastante como para recibir el dinero, ser¨¢ invitado a demostrarlo en otra solicitud dirigida al director.
Consideradas en su mayor¨ªa de sentido com¨²n, el resto de las exigencias oficiales no ha preocupado tanto a los sindicatos como el apartado econ¨®mico. Educaci¨®n pide a los profesores, por ejemplo, que demuestren que est¨¢n al d¨ªa en las materias que imparten. La preparaci¨®n de las clases deber¨¢ reflejar las distintas necesidades y aptitudes del alumnado. Servirles de inspiraci¨®n, fomentar el esp¨ªritu de grupo y animarles a que sean anal¨ªticos ser¨¢n sus principales tareas. Tanto el desarrollo intelectual de profesores como su contribuci¨®n a la mejora de la escuela ser¨¢n tenidos tambi¨¦n en cuenta al evaluarles.
A pesar de la influencia de Doug McAvoy y de las reticencias de la Asociaci¨®n Nacional de Directores, ambos sindicatos tendr¨ªan problemas para unir a todos sus colegas contra el Gobierno. Peter Smith, de la Asociaci¨®n de Profesores de Escuela y Universidad, ha calificado el aumento de "lo mejor que ha ocurrido en los ¨²ltimos 50 a?os". Seg¨²n ¨¦l, las escuelas se abren para impartir clases e "ignorar el progreso de los alumnos ser¨ªa absurdo. Los que hablan de retirar los planes oficiales parecen desconocer la realidad".
El resto de los sindicatos ha lamentado que Educaci¨®n se empe?e en aplicar los controles de calidad a todos los centros p¨²blicos, pero prefieren dejar al arbitrio de cada profesor la decisi¨®n de pedir las bonificaciones. "No es de recibo negarles la oportunidad de ganar m¨¢s dinero, pero que nadie olvide que la tramitaci¨®n de cada solicitud supondr¨¢ una carga administrativa adicional para los centros docentes", seg¨²n Nigel de Gruchy, secretario general de la Asociaci¨®n Nacional de Directores de Escuela y Mujeres Maestras.
Un actor en el aula
Aumentos salariales aparte, la mejor receta para ser un buen profesor consiste en mantener la moral muy alta para as¨ª interpretar a la perfecci¨®n su papel. David Puttnam, reci¨¦n nombrado presidente del nuevo Consejo General de la Ense?anza y ganador de un oscar de Hollywood por su producci¨®n de la pel¨ªcula La misi¨®n, ha animado a los docentes a perder la verg¨¹enza y dejarse llevar por sus dotes de actuaci¨®n en el aula.
"Algunos maestros consideran casi un desprecio hablar de ello, pero una buena clase es como una representaci¨®n art¨ªstica redonda", ha dicho. Para ayudarles a triunfar en el estrado, Puttnam no descarta pedir a actores profesionales que les den unas lecciones sobre c¨®mo hacerse con uno de los p¨²blicos m¨¢s dif¨ªciles: los alumnos.
En opini¨®n del productor, el Servicio de Inspecciones de la Ense?anza ser¨ªa uno de los principales culpables de la crisis de la docencia atravesada por el Reino Unido. "Es hora de demostrarle a los maestros que su trabajo es valioso", ha afirmado, mientras espera que los profesionales elijan a 25 de sus representantes para que el Consejo pueda empezar a trabajar.
Si la propuesta de Puttnam cuaja, sus actores convertidos en maestros por un d¨ªa deber¨¢n tener en cuenta las virtudes del trabajo en equipo antes de acudir a las escuelas. Seg¨²n datos de la Uni¨®n Nacional de Profesores, compartir el esfuerzo docente es uno de los valores m¨¢s queridos de los profesionales. Tanto el sindicato como los 200 docentes de primaria sondeados por ¨¦ste en enero pasado, prefieren de todos modos colaborar en las tareas educativas "para no enfrentar a unos profesores contra otros en busca de un premio en met¨¢lico", seg¨²n Gethin Lewis, secretario de la Uni¨®n en Gales.
Un experimento en los Estados de Denver y Pensilvania
I. F Leicester
S¨®lo dos lugares, Denver y Pensilvania, han decidido probar de momento en Estados Unidos el efecto educativo de los aumentos de sueldo del profesorado asociados a la notas de sus alumnos. En ambos casos se trata de un experimento, hecho que no ha evitado las iras de los sindicatos del ramo. La Federaci¨®n Americana de Maestros lamenta, por ejemplo, que se ofrezca m¨¢s dinero -hasta 2.500 d¨®lares al a?o (unas 430.000 pesetas)- a unos docentes que no pueden controlar factores ajenos a su trabajo como la extracci¨®n social del alumnado, los problemas familiares que atraviesan o el grado de violencia que les rodea.
En Pensilvania, la promesa de las autoridades educativas de elevar los ingresos de los mejores profesores ha sido rechazada ya por escrito por los casi 350 inscritos en las n¨®minas municipales de Harrisburg. De llevarse adelante el proyecto oficial, los docentes de dicha localidad han asegurado que donar¨¢n el dinero a la beneficencia. "A simple vista parece la panacea. Un buen profesor consigue que la clase saque mejores notas y es premiado por ello. En realidad se crean rencillas personales, el trabajo en equipo desaparece y los maestros compiten unos contra otros por la paga extra", seg¨²n Darell Capwell, portavoz de la Federaci¨®n Americana de Maestros. En Denver, la bonificaci¨®n ser¨¢ de 1.500 d¨®lares (300.000 pesetas) para los profesores que demuestren que ha mejorado el rendimiento de sus alumnos. En este caso, el ensayo tendr¨¢ una duraci¨®n de cuatro a?os y s¨®lo participa en el mismo un grupo reducido de docentes.
Ambos experimentos deben ser evaluados el pr¨®ximo mes de julio por la Asociaci¨®n Nacional para la Educaci¨®n, que tiene previsto reunirse en Chicago. En espera de sus conclusiones, la Alianza para la Educaci¨®n, grupo que representa a los investigadores universitarios, ha se?alado que los ensayos de Denver y Pensilvania servir¨¢n para definir de qu¨¦ forma ser¨¢n aumentados en el futuro.
Una mala idea
En el Reino Unido, el sondeo m¨¢s reciente sobre la nueva iniciativa del Gobierno de Blair, efectuado por el rotativo The Guardian en 501 escuelas estatales de primaria y secundaria, revela el grado de divisi¨®n del profesorado. Si bien todos reconocen que la profesi¨®n est¨¢ mal pagada, un 72% sostiene que subirles el sueldo en virtud de las notas obtenidas por los alumnos es una mala idea.
Otro 51% cree que la nueva forma de pago podr¨ªa enfrentar a los docentes dentro de un mismo centro, y se muestra contrario a estos ascensos salariales s¨²bitos. Un 29% considera que se deber¨ªa buscar una forma menos pol¨¦mica de evitar que abandonen la profesi¨®n.
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