Apat¨ªa

M¨¢laga nunca ha sido una ciudad que se tire a la calle para reivindicar cosas. Para celebrar a¨²n, pero para pedir, exigir, interesarse por cuestiones ciudadanas, poco. Por eso, cuando hace dos semanas un grupo de cinco abonados del Unicaja de baloncesto present¨® una querella contra la alcaldesa, Celia Villalobos, los concejales de Urbanismo y Deportes, Francisco de la Torre y Javier Berlanga, y los responsables de la constructora Ferrovial por su responsabilidad en la apertura y posterior cierre de un defectuoso Palacio de Deportes que ha costado 2.000 millones de pesetas en dinero p¨²blico, todo fueron recelos.?Qui¨¦nes son? ?Qu¨¦ intereses tienen? ?Por qu¨¦ han esperado hasta ahora para actuar? Ellos dijeron que no eran m¨¢s que cinco amigos que trabajaban en el mismo hospital y que acud¨ªan cada fin de semana a los partidos de baloncesto. Que estuvieron con su familia y sus hijos el d¨ªa de la inauguraci¨®n del Palacio, aunque con toda seguridad no hubieran ido de haber sabido que d¨ªas antes el ayuntamiento hab¨ªa recibido la advertencia de que la estructura del pabell¨®n presentaba algunos problemas serios. Que despu¨¦s de conocer las circunstancias de la clausura, el d¨ªa 22 de septiembre de 1999, hab¨ªan estado esperando que el club o las pe?as del Unicaja tomaran la iniciativa de exigir responsabilidades y que, viendo que nadie hac¨ªa nada, hab¨ªan decidido gastarse los cuartos en presentar una querella a la que pod¨ªan sumarse en adelante todos los ciudadanos que quisieran.

Ahora, el titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 9 de M¨¢laga, Luis Miguel Moreno Jim¨¦nez, ha observado indicios de delito en los hechos relatados en la querella y la ha admitido a tr¨¢mite. Algunos en la misma Audiencia de M¨¢laga dudaban de que esto pudiera ocurrir, pero ha ocurrido. Si los cinco aficionados no hubieran presentado su querella, el cierre del Palacio de los Deportes no habr¨ªa pasado de ser un lamentable incidente del que, asombrosamente, no se pod¨ªa responsabilizar a nadie: el ayuntamiento no hab¨ªa recepcionado la obra y la constructora ten¨ªa un documento firmado por el concejal de Deportes en el que se la exim¨ªa de responsabilidad en caso de incidentes. La admisi¨®n a tr¨¢mite de la querella no significa la condena autom¨¢tica de nadie, pero s¨ª que se pod¨ªan pedir explicaciones de lo sucedido, y que la apat¨ªa no estaba ayudando a resolver el problema del Palacio.