El cine de Warhol y el ambiente de la Factory toman la casa de Picasso Dos muestras del artista pop coinciden en M¨¢laga bajo una pol¨¦mica
Las celebridades se atraen entre s¨ª como metales e imanes. En los a?os sesenta, Andy Warhol escrib¨ªa en su diario que no hab¨ªa signo m¨¢s claro de encontrarse en el camino del estrellato que ser reconocido por Picasso. Ahora que ambos cr¨ªan malvas sin que su fama meng¨¹e, el de Pittsburgh -toda su obra f¨ªlmica y el ambiente de la Factory- ha acabado meti¨¦ndose en la casa natal de Picasso. Tan simb¨®lica okupaci¨®n ha venido acompa?ada de pol¨¦mica.
El hombre de las latas Campbell ha enfrentado al Ayuntamiento de M¨¢laga, copatrocinador de la muestra-ciclo Andy Warhol: cine, v¨ªdeo y televisi¨®n para la Fundaci¨®n Casa Natal Picasso, y a la Diputaci¨®n de M¨¢laga, patrocinadora de la exposici¨®n Postpict¨®ricos-pop: Warhol y Noland. La primera consiste en una recreaci¨®n de la Factory en dos plantas de la casa de Picasso y en la proyecci¨®n de su obra f¨ªlmica completa. La segunda, en una muestra de cuadros de Warhol y Kenneth Noland cedidos por un coleccionista particular. Cuenta con el complemento de la proyecci¨®n de cuatro pel¨ªculas de Paul Morrisey producidas por Warhol, ausentes del ciclo anterior, y la instalaci¨®n de los Silver Clouds, unos globos plateados que Warhol expuso en su d¨ªa en la galer¨ªa de Leo Castelli.El fundamento de la pol¨¦mica consiste en que en ambas se decoran paredes con un papel pintado de vacas que Warhol utiliz¨® en su d¨ªa. Juan Guardiola, el comisario de la muestra, que ha sido coproducida por las fundaciones T¨¤pies y Picasso y el palacio de los Condes de Gabia de Granada, declar¨® que las vacas de la diputaci¨®n "eran ilegales" y supon¨ªan "un fraude". La diputaci¨®n contest¨® presentando facturas del Museo Warhol de Pittsburgh y pidiendo dimisiones. El Ayuntamiento se desmarc¨® del comisario y la diputaci¨®n se dio por satisfecha.
El motivo de la pol¨¦mica no deja de tener su guasa al basarse en los derechos de reproducci¨®n de una imagen -la vaca- que fue robada en su d¨ªa por Warhol de un dise?o publicitario. Lo cierto es que la controversia no cambia el hecho de que M¨¢laga tenga la ocasi¨®n de acercarse por partida doble al artista pop m¨¢s famoso del siglo.
La realidad est¨¢ siendo ecu¨¢nime y generosa con ambas muestras. Cada una recibe al d¨ªa a unas cuatrocientas personas. Y en ambas se aclaran las dudas del visitante diciendo que deben visitarse las dos.
En el caso de la casa natal de Picasso, el p¨²blico puede sentarse en sillones como los que hubo en la Factory, ver en pel¨ªculas a Eddie Segwick o a Christopher Makos, en un v¨ªdeo a Paloma Picasso u hojear las primeras revistas de Interview. Si se tiene paciencia y se ven las 39 pel¨ªculas del ciclo, se descubrir¨¢ a un Warhol pionero en el uso de la imagen filmada como medio expresivo art¨ªstico.
Cada d¨ªa se proyectan sus pel¨ªculas en la casa natal mientras se ultima el momento m¨¢s warholiano de este viaje post m¨®rtem a la M¨¢laga picassiana: la proyecci¨®n el 13 de mayo, en una fiesta nocturna al borde del mar, de la versi¨®n completa de ocho horas por primera vez en Europa de la pel¨ªcula Empire, un plano fijo del Empire State Building. Entonces la bah¨ªa de M¨¢laga ser¨¢ la de Hudson y Picasso habr¨¢ reconocido finalmente a un mago de los insondables resortes de la fama.
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