Un espa?ol, h¨¦roe de Francia Ladislao Lozano , de Cuenca, lleva a unos aficionados de cuarta divisi¨®n a la final de Copa

Lo hicieron. Y por 3 a 1. Los jugadores aficionados del Calais, de la cuarta divisi¨®n francesa, se clasificaron anoche para la final de la Copa de Francia tras batir claramente al Girondins de Burdeos, un club de campanillas de la Primera. Incre¨ªble para todos, salvo para el entrenador espa?ol Ladislao Lozano y sus muchachos, trabajadores de la construcci¨®n, funcionarios municipales, representantes que entrenan dos o tres noches por semana. Nunca hasta ahora en la historia del f¨²tbol franc¨¦s un equipo de aficionados hab¨ªa llegado a la final de la Copa. Lo extraordinario es tambi¨¦n que estos chicos que juegan por afici¨®n y apenas sacan del f¨²tbol un complemento a sus salarios terminaron el encuentro m¨¢s enteros f¨ªsicamente que los profesionales del Burdeos.Fueron 90 minutos reglamentarios de equilibrio y forcejeo rotos estrepitosamente a favor del Calais en la pr¨®rroga. Lozano, el entrenador franc¨¦s nacido en Cuenca, "espa?ol de coraz¨®n", ten¨ªa raz¨®n: no hay tanta diferencia futbol¨ªstica entre once muchachos que juegan por placer y once profesionales que ganan cifras astron¨®micas. En efecto, todos tienen dos pies, dos brazos, una cabeza. Lozano prob¨® sin suerte en los a?os setenta como jugador del Racing de Santander, pero no pas¨® el examen.

Ayer, a lo largo del encuentro, los aficionados de la cuarta divisi¨®n hicieron adem¨¢s todo un alarde de superioridad mental bajo el aliento de 30.000 gargantas amigas entregadas a la tarea de apoyar al m¨¢s d¨¦bil, al que est¨¢ obligado a creer en el esfuerzo personal, a buscar la ayuda de sus compa?eros. Ya desde el primer momento, en cuanto el bal¨®n empez¨® a correr por el cuidado terreno del Lens -la eliminatoria se jugaba a partido ¨²nico en campo neutral-, se vio claramente que el modesto equipo que navega sin mayor brillo por su m¨¢s modesta divisi¨®n estaba agigantado y circulaba con un empaque, un estilo y una soltura sorprendentes. De la misma manera los millonarios profesionales del Burdeos parecieron encogidos, acomplejados por el peso de la culpa, temerosos ante el empuje de unos chicos que ten¨ªan nada que perder y todo el cielo por ganar. El Calais puso entrega, pasi¨®n, t¨¢ctica f¨¦rrea y disciplina, pero tambi¨¦n f¨²tbol. El primero del Calais fue un gol de clase. La ciudad entera se ech¨® a la calle. Media Francia se identifica con estos muchachos capaces de tumbar a las primeras figuras. Y el sue?o sigue. El Nantes, el otro finalista tras derrotar 1-0 al M¨®naco y vigente campe¨®n de Copa, puede echarse a temblar si no equilibra el poder¨ªo mental de los aficionados del Calais. El ¨²ltimo reto, la gran final, se jugar¨¢ el 7 de mayo en Par¨ªs.