Unas cifras fabulosas: 311 goles en 386 partidos oficiales

Sin la piller¨ªa que ha caracterizado tradicionalmente a los goleadores puros -tipos que habitualmente anidan en el ¨¢rea-, Ronaldo ha mostrado en su escueta carrera un extraordinario poder frente a la porter¨ªa rival. Sus cifras son mareantes: 311 goles en 386 partidos, lo que da un promedio de 0,80 tantos por encuentro. Un porcentaje superior al sellado en el conjunto de su carrera por algunos de los m¨¢s grandes genios de este deporte, caso de Di St¨¦fano (1.126 partidos, 893 goles, 0,79) y Johan Cruyff (704, 421, 0,59). S¨®lo Pel¨¦, con sus 1.280 goles en 1.321 partidos -0,96- certific¨® un promedio mayor.La estad¨ªstica de Ronaldo es a¨²n m¨¢s rutilante si se repara en la g¨¦nesis de la mayor¨ªa de sus tantos: buena parte de ellos fabricados por ¨¦l mismo, de la nada, a golpe de intuici¨®n, potencia y velocidad. Mucho de talento y otro tanto de poder¨ªo f¨ªsico. En la enciclopedia del f¨²tbol espa?ol siempre tendr¨¢ un cap¨ªtulo subrayado aquella noche de Santiago de Compostela, cuando se descolg¨® en la media cancha para recibir la pelota, se la at¨® a la bota y emprendi¨® una aventura hacia la meta rival conduciendo el bal¨®n con ambas piernas, frenando y acelerando seg¨²n el espacio que se iba creando. Resultado: recorri¨® 34 metros, dio 14 toques y tard¨® 10 segundos en marcar un gol antol¨®gico.

Motivos m¨¢s que suficientes para que la FIFA le designara en 1996, con s¨®lo 20 a?os, mejor jugador del mundo, t¨ªtulo que repiti¨® en 1997. Para entonces, Ronaldo ya hab¨ªa visto desde el banquillo c¨®mo sus compa?eros de la selecci¨®n brasile?a alzaban su cuarta Copa del Mundo en 1994. Ten¨ªa s¨®lo 17 a?os (naci¨® un 22 de septiembre de 1976). En el Mundial de 1998 la suerte le sonri¨® hasta el pen¨²ltimo pelda?o. All¨ª empez¨® un drama sin fin. Al menos por ahora.