Atasco en el Everest
ENVIADO ESPECIALMiss Hawley, con sus m¨¢s de 70 a?os, mantiene afilada la tradicional iron¨ªa inglesa. "Este a?o, m¨¢s que nunca, el Everest va a parecer un circo", asegura, y enseguida se zambulle en sus registros y suma casi 40 expediciones en ambas caras de la monta?a. Hawley reside desde hace 39 a?os en la capital de Nepal y decide qui¨¦n ha subido o no a las monta?as m¨¢s altas del planeta. Por lo menos, sus decisiones ata?en a aquellos que quieren figurar en los registros estad¨ªsticos del Himalaya. Recopila informaci¨®n sobre los expedicionarios y vuelve a entrevistarlos cuando regresan de la monta?a, aunque entonces ya sepa de sobra qui¨¦n ha pisado la cima y qui¨¦n no.
S¨®lo en la cara norte se han citado espa?oles, austriacos, canadienses, rusos por partida doble, georgianos, japoneses, alemanes, brit¨¢nicos, daneses, italianos, polacos, suizos y norteamericanos. En los pr¨®ximos d¨ªas se reunir¨¢n no menos de 300 personas con la vista puesta en la m¨ªtica monta?a, un asalto final que se producir¨¢ durante el mes de mayo.
Cuatro expediciones espa?olas se instalar¨¢n en el campo base de la cara norte, y otras tantas, en la cara sur. Entre las ocho re¨²nen a 45 alpinistas (vascos, navarros, catalanes, andaluces y madrile?os, mayoritariamente), con la correspondiente cohorte de sherpas, y suman un presupuesto global de unos 200 millones de pesetas. La cuarta parte de esa inversi¨®n la consume la expedici¨®n Andaluc¨ªa Everest 2000, que supera incluso el presupuesto de la de Al filo de lo imposible, que lidera Juanito Oiarzabal (el ¨²nico espa?ol y sexto del mundo que ha hollado los 14 ochomiles del planeta), que se gastar¨¢ 40 millones en la emulaci¨®n de la aventura del m¨ªtico Mallory.
Todo son intentos de r¨¦cord en el Everest (8.848 metros). Hawley se r¨ªe sin disimulo de Babu Chiri, el sherpa que en 1999 permaneci¨® 21 horas sin ox¨ªgeno en la cima del Everest y que este a?o pretende batir el r¨¦cord de la ascensi¨®n veloz dej¨¢ndolo en 16 horas. Lo peor es que, pese a su figura redonda, puede lograrlo. Babu Chiri mide 1,60 y pesa cerca de 90 kilos.
Su ilusi¨®n confesada es construir una escuela en su pueblo natal, y por esa raz¨®n acumula patrocinios diversos y ofrece exhibiciones que hacen palidecer a los occidentales. En el Cho Oyu (8.201 metros) le pagan 200 d¨®lares (una fortuna en Nepal) cada vez que tiene que abrir huella para evitar esfuerzos superfluos a los clientes de las compa?¨ªas de gu¨ªas. Y es capaz de subir dos o tres veces al Cho Oyu en poco m¨¢s de un mes. Babu Chiri ridiculiza lo que para el com¨²n de los alpinistas es una haza?a que vale toda una vida de an¨¦cdotas.
Pero a Hawley, que reconoce el m¨¦rito f¨ªsico de Chiri, le escandaliza m¨¢s el deseo del sherpa Tsharing, de s¨®lo 14 a?os y empe?ado en convertirse en la persona m¨¢s joven que pisa el Everest. Su problema es que el Gobierno de Nepal, ahora enfrascado en huelgas y en cambios en su Consejo de Ministros, no le presta atenci¨®n y no le concede el pertinente permiso. Tambi¨¦n sonr¨ªe cuando repara en una expedici¨®n japonesa compuesta ¨²nicamente por dos miembros, pero apoyados por 10 sherpas de altura, cuyo objetivo es recoger toda la basura que encuentren entre el campo 3 y el campo base.
En el polo opuesto, tres hombres pugnan por hacerse con el t¨ªtulo del "m¨¢s viejo que se encarama al Everest". Uno de ellos es el madrile?o Carlos Soria, a punto de cumplir 62 a?os y enfrascado en una pelea con el Everest por su cara sur. Por el lado tibetano, un ruso de 64 a?os que el a?o pasado alcanz¨® los 8.700 metros antes de sufrir un colapso, que oblig¨® a los sherpas que le acompa?aban a bajarlo literalmente, vuelve a intentarlo apoy¨¢ndose en el gu¨ªa moscovita Viatcheslav Skrikpo. A¨²n hay uno m¨¢s osado, norteamericano y de 69 a?os. Al Hannah convivir¨¢ en la cara sur con Carlos Soria, a priori quien m¨¢s f¨¢cil de los tres lo tiene para entrar en la leyenda num¨¦rica del Everest.
En la telara?a de r¨¦cords, uno se siente abrumado cuando comparte su ilusi¨®n m¨¢s ¨ªntima con la vor¨¢gine del Everest: alcanzar la cima del pico m¨¢s alto del mundo (algo que han intentado 1.173 expediciones hasta la fecha) enrolado en la cordada navarra Retena Odisea, que encabeza I?aki Ochoa de Olza. La inmensa acampada que acoge a alpinistas, sherpas y excursionistas de pago anuncia una dif¨ªcil convivencia. La verdadera aventura interior comienza a partir de hoy.
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