Un lujoso bot¨®n de muestra

Desde el 19 de abril el Museo del Louvre presenta, en los 1.400 metros cuadrados del remozado pabell¨®n de Sessions, 117 esculturas que pueden ser consideradas como obras maestras de las "artes primeras" o "primitivas". El gesto tiene una fuerte carga simb¨®lica porque supone aceptar que el inter¨¦s cultural y est¨¦tico de estas obras de culturas como las fang, yang¨¦r¨¦, bangwa, zul¨², kanak, taino, huaxteca, maya, inuit o azteca es perfectamente comparable al de la tradici¨®n d¨®rica o al arte ptolemaico. La victoria de Samotracia aparece pues junto a una cabeza sokoto procedente de lo que hoy es Nigeria o una cuchara sexuada fabricada por los zul¨²es. Son, en definitiva, representaciones art¨ªsticas de ?frica, Ocean¨ªa, de las dos Am¨¦ricas y de las sociedades tradicionales asi¨¢ticas.

Las nuevas salas, habilitadas con gran elegancia por Jean-Michel Wilmotte, sirven de vitrina, reclamo o bot¨®n de muestra del futuro Museo del Quai de Branly, pero son tambi¨¦n el fruto de un compromiso entre los deseos art¨ªsticos del presidente Chirac y los criterios museogr¨¢ficos cl¨¢sicos. Chirac quer¨ªa que el museo de "artes primeras" heredase parte de los fondos del Louvre, sobre todo las obras "no europeas". Hab¨ªa que acabar con el tratamiento etnogr¨¢fico a todo lo que queda fuera del eurocentrismo. Eso supon¨ªa que la estela que contiene el c¨®digo de Hammurabi o el famoso escriba sentado pod¨ªan abandonar las salas del primer museo del mundo.

Los conservadores del Louvre pusieron el grito en el cielo y la soluci¨®n de compromiso ha consistido en abrir el Louvre a las culturas olvidadas, al tiempo que ¨¦stas obtienen un espacio propio ¨²nico en el edificio de Nouvel a inaugurar en 2004, a?o en el que nadie sabe si Chirac seguir¨¢ siendo presidente.