Cibercapillit@s
A corto plazo parece impensable que las aglomeraciones que se forman para ver un paso vayan a desaparecer de las calles y convertirse en bullas virtuales. Pero ya es posible, excepto para nazarenos y dem¨¢s sujetos activos que por el momento tendr¨¢n que seguir siendo reales. Si alguien desea seguir, minuto a minuto, las procesiones de M¨¢laga o Sevilla desde su casa, s¨®lo tendr¨¢ que conectarse con la p¨¢gina web correspondiente. Y si le emocionan las retransmisiones en directo, pero se encuentra a kil¨®metros del lugar, tambi¨¦n dispone de Internet para salvar distancias y seguir una narraci¨®n radiof¨®nica al segundo.En las ¨²ltimas semanas, los enlaces pasionales se han multiplicado como hongos en la Red, donde se pueden adquirir cuatro nociones b¨¢sicas para salir del paso, entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrecci¨®n, y evitar agresiones verbales (ejemplo: llamar cucurucho al capirote), imperdonables para un penitente de pro.
Las opciones que ofrece Internet son m¨²ltiples, desde el ba?o de barniz semanasantero hasta las sugerencias para no perderse ni un detalle y sobrevivir al mismo tiempo. En una p¨¢gina web, el Mi¨¦rcoles Santo recomiendan "un buen ba?o de sales para los maltrechos piececillos" y el S¨¢bado "si hace bueno, estar¨ªa bien irse a la playa". De una bulla a otra: sugieren Matalasca?as o Chipiona.
Ha sido tal la proliferaci¨®n que, incluso, la rivalidad cultivada entre algunas cofrad¨ªas se ha trasladado a Internet. En las p¨¢ginas de La Pasi¨®n Digital, t¨ªtulo del que se ha autodenominado primer portal cofrade de la Red, se advierte de "clonaciones" apresuradas. Para combatir a "los que perseveran en el error y en lo f¨¢cil, clonando las webs" han creado un sistema de autodefensa, CCC, que tiene nombre de academia a distancia, pero significa Control de Calidad Cofrade.
En Internet, se puede obtener informaci¨®n vital para salir de procesiones y dejar patidifuso al m¨¢s capillita con datos que parecen extra¨ªdos del archivo secreto del Pent¨¢gono: el paso del misterio de la Hermandad de la Amargura pervivi¨® gracias a que su mayordomo-tabernero, en ¨¦pocas de adversidad y disputas, lo guardaba entre toneles de vino. Los dise?os son variopintos, aunque por alguna tenebrosa raz¨®n casi todas las p¨¢ginas eligen el fondo negro que da miedo para presentarse. Luego difieren, entre la sofistificaci¨®n virtual de algunas y el aire de almanaque de panader¨ªa de otras. En cualquier caso, una alternativa virtual curiosa para capillit@s.
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