El Bar?a se encomienda al Camp Nou

Abrazado al factor campo, el Bar?a aguarda hoy con ansiedad al Chelsea (20.45, TVE y TV-3) para saber qu¨¦ le espera en lo que queda de temporada. El partido no tiene vuelta, as¨ª que el remonte se presenta como un acto heroico, mientras que la derrota tendr¨ªa consecuencias imprevisibles, sobre todo desde que el presidente ha comenzado a defender su doctrina en los comunicados sin citar al t¨¦cnico.Van Gaal comparece ante el Camp Nou si no en una situaci¨®n de debilidad, parecida a la de la temporada pasada en Valladolid, s¨ª en condiciones precarias, aunque en la entidad todos son conscientes de que el triunfo marcar¨ªa un punto de inflexi¨®n en una din¨¢mica perdedora cuando quedan los tres torneos mayores en juego, aunque el europeo es el preferido.

Necesita el Bar?a un marcador luminoso, la epopeya, para combatir el desfondamiento del equipo y la fatiga del club. Futbol¨ªsticamente, el Bar?a se ha quedado hueco. Los jugadores han empeorado todos a la vez: Rivaldo lleva 11 partidos sin marcar; Kluivert anda a la gre?a con el entrenador, aunque hoy jugar¨¢; Figo deja de hacer de Figo en su intento de hacer de Rivaldo y Kluivert; Frank de Boer se cae en cada giro, y Guardiola sale de una lesi¨®n. Los n¨²meros retratan a un grupo que se parte por la mitad. En los ¨²ltimos cuatro partidos, ha encajado 12 goles y s¨®lo ha marcado uno, en Stamford Bridge (3-1), tanto que le permite mantener expectativas de ¨¦xito para hoy. La confusi¨®n es tal que no se sabe ni c¨®mo se desplegar¨¢, si a partir del 2-3-2-3 o de un 3-4-3, que es m¨¢s arriesgado pero exige concentraci¨®n y agresividad, virtudes imprescindibles ante el Chelsea.

Plagado de expertos, el londinense es un equipo perro, como se dice en el argot futbol¨ªstico, que juega a la italiana, se maneja m¨¢s a gusto frente a los grandes equipos y es duro de pelar: recibe un gol por partido en la Liga de Campeones, mientras que en la Premier League s¨®lo ha sido batido 28 veces en 33 partidos. Hoy, adem¨¢s, actuar¨¢ al completo, as¨ª que Chapi Ferrer podr¨¢ reencontrarse con una hinchada que no pudo ni despedirle cuando fue traspasado. El Chelsea no tiene ninguna duda de c¨®mo jugar¨¢. Le vale el mismo planteamiento que en la ida y maneja justamente todos los trucos que no domina el Bar?a: la presi¨®n, la falta t¨¢ctica, el juego trabado. Vialli, entrenador del Chelsea, teme, eso s¨ª, la capacidad del Bar?a para desbocarse en noches como la que pintan. No faltan antecedentes, pero con Van Gaal cuesta imaginarse aventuras como la ocurrida fente al Atl¨¦tico en la Copa-97 (5-4). Al Bar?a le ha entrado v¨¦rtigo en el momento de ir a por los t¨ªtulos. De pronto, la plantilla aparece fundida y desilusionada, y la hinchada, cansada por la monoton¨ªa, aunque hoy puede llenar el estadio. Para la grandeza del f¨²tbol, el des¨¢nimo es reversible en un partido.

Barcelona: Hesp; Puyol, Frank de Boer, Sergi; Guardiola; Litmanen, Xavi o Reiziger, Cocu; Figo, Kluivert y Rivaldo.

Chelsea: De Goey; Ferrer, Desailly, Leboeuf, Babayaro; Petrescu, Morris, Deschamps, Wise; Zola; y Flo.