Ciber remonte
Todo cul¨¦ tiene un remonte en la cabeza. Son un buen recuerdo. Otro factor que hace que la afici¨®n simpatice con el g¨¦nero remonte es que todo el mundo ha tenido que remontar varios goles adversos en su vida privada. Este fen¨®meno de la introspecci¨®n del remonte pasa hasta en la llotja (Piqu¨¦, que hoy no ha venido a practicar el llotja-sutra, hace poco protagoniz¨® un ¨¦pico remonte de goles adversos con ayuda arbitral de un fiscal general). Los remontes, en fin, son parte de la cosmovisi¨®n cul¨¦. Y de la cosmovisi¨®n a secas. Que una sociedad tenga tan grabadas en las arrugas de su cerebro colectivo el concepto remonte ilustra el tir¨®n del concepto. Tambi¨¦n ilustra que, estad¨ªsticamente, por aqu¨ª abajo siempre ha tirado como teor¨ªa del movimiento antes el g¨¦nero del remonte, a lo bruto, que el crecimiento sostenible.El remonte es algo tan barcelonista que la curiosidad del partido contra el Chelsea ha sido, por eso mismo, ver c¨®mo el Bar?a postmodern / post mortem se enfrentaba al g¨¦nero. En poco tiempo, con la ayuda de un presi que podr¨ªa presidir el Bar?a, la Hermandad de Caballeros Paracaidistas o la ONCE, indistintamente, y de un entrenador que no optar¨ªa por f¨®rmulas m¨¢gicas e improvisadas ni siquiera en el trance de quedarse sin papel higi¨¦nico en un lavabo p¨²blico, el Bar?a ha perdido una parte notoria de sus l¨®gicas internas y colectivas. ?C¨®mo se enfrenta un Bar?a falto de iconograf¨ªa al remonte, una de sus grandes iconograf¨ªas? ?C¨®mo se soluciona la falta de electricidad en un g¨¦nero el¨¦ctrico? Pues con escenograf¨ªa.
Media hora antes del encuentro, cuando los chicos del Chelsea salieron a calentar, la organizaci¨®n les dedic¨® por megafon¨ªa un Cant del Bar?a. Y posteriormente, por los paneles, les ofreci¨® im¨¢genes embotelladas de remontes que en el mundo han sido, amenizadas por Canut, en plan Rosa de Tokio cuando intentaba desanimar a los chicos de Objetivo Birmania con alocuciones como "amelicanos, vais a molil". En los paneles apareci¨® tambi¨¦n el ¨²ltimo invento del nu?ismo para intentar compensar la falta de electricidad ambiental. Se trata del aplaud¨ªmetro, con el que ya experiment¨® ??igo en sus glory days de Florida Park, y que consiste en un medidor de la intensidad de los aplausos. Gritas, ves que la l¨ªnea del aplaud¨ªmetro se mueve y gritas m¨¢s. Los Boixos Nois estaban m¨¢s contentos que una anchoa con el nuevo juguete. En algunos momentos, el sonido en el estadio -aumentado, adem¨¢s, por megafon¨ªa- era tan estruendoso que el cr¨ªtico que firma estas l¨ªneas ech¨® en falta el tel¨²rico grito "y otra, y otra, y otra mu?eca chochona".
Momentos antes de iniciarse el juego, unos ni?os ataviados con el traje regional de la UEFA -?los Ni?os Cantores de la UEFA?- agitaron el logo de la Xampinyons Lig mientras sonaba el Cant del Bar?a. Los jugadores repartieron varias pelotas entre el p¨²blico con la misma cara con la que Aznar besaba a un beb¨¦ en las elecciones del 92 -cara de ?lo cree necesario, se?or asesor?-. Empez¨® el partido. En algunos instantes hubo electricidad. Sobre todo cuando las cosas iban mal, que es cuando anta?o exist¨ªa. Y luego, mucho m¨¢s, cuando iban de co?a. ?Se habr¨ªa producido la electricidad si los jugadores no hubieran estado al quite? ?Se habr¨ªa producido electricidad sin necesidad de la ciber-electricidad? Ni idea. Al final, remonte. Gracias a ello, los culel¨®logos nos quedamos sin saber si se hubiera producido pa?olada.
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