El misterioso aumento de casos de 'vacas locas' en Francia desconcierta a los cient¨ªficos
El Gobierno de Par¨ªs desata la pol¨¦mica al admitir una v¨ªa de infecci¨®n desconocida hasta ahora
Contra todo pron¨®stico cient¨ªfico, y pese al proclamado rigor en la aplicaci¨®n de las medidas de prevenci¨®n, la epidemia de la encefalopat¨ªa espongiforme bovina, m¨¢s conocida como el mal de las vacas locas, se ha quintuplicado en el ganado vacuno franc¨¦s en menos de tres a?os. Los expertos, los pol¨ªticos y el conjunto de la sociedad est¨¢n sumidos en la m¨¢s completa perplejidad porque, fiados a las previsiones cient¨ªficas, todo el mundo contaba con que la erradicaci¨®n definitiva de la epidemia se producir¨ªa el a?o pr¨®ximo. A este desconcierto, el ministro de Agricultura franc¨¦s ha a?adido un dato alarmante: la posibilidad de que este aumento de la enfermedad se deba a la existencia de una v¨ªa de contagio desconocida hasta ahora.
Lejos de las esperanzas de erradicaci¨®n, los 14 casos de vacas enfermas registrados en enero, febrero y marzo ¨²ltimos inducen a pensar que la progresi¨®n va a continuar, y a fuerte ritmo, este a?o. A partir de los seis casos detectados en 1997, la curva ha seguido una trayectoria ascendente rectil¨ªnea con 18 casos de animales contaminados en 1998 y 30 en 1999.El desconcierto se explica doblemente, puesto que el Gobierno de Francia, pa¨ªs en el que se sacrifica autom¨¢ticamente al reba?o al que perteneci¨® cualquier res contaminada, tiene a gala erigirse en el m¨¢s prudente de los Ejecutivos europeos. Esa actitud le ha llevado, por ejemplo, a desafiar la orden de levantamiento del embargo de la carne brit¨¢nica dictada por la Comisi¨®n Europea el a?o pasado. Con este levantamiento, Bruselas dio por cerrada oficialmente la crisis de las vacas locas.
Ahora, a falta de mejores explicaciones, algunos cient¨ªficos apuntan a una misteriosa "tercera v¨ªa" de contaminaci¨®n, diferente de las dos conocidas actualmente: la de los piensos infectados por residuos animales contaminados, y la transmisi¨®n cl¨¢sica por v¨ªa fetal de la vaca al ternero. Seg¨²n esa hip¨®tesis de trabajo, el agente infeccioso de la EEB (encefalop¨ªa espongiforme bovina) permanecer¨ªa tambi¨¦n en el ambiente, sin que, por ahora, se pueda precisar el medio exacto en el que se encuentra ni establecer la forma en que se transmite a los animales.
Preparar al p¨²blico
El propio ministro de Agricultura, Jean Glavany, se ha hecho eco p¨²blicamente de esa "misteriosa tercera v¨ªa" de transmisi¨®n, en lo que parece un anuncio destinado a preparar a la opini¨®n p¨²blica para la perspectiva de que la epidemia, lejos de considerarse erradicada, se instale indefinidamente en Francia.
Al sector ganadero no le han gustado esas indicaciones de Glavany. "Habla demasiado o no habla lo suficiente. O no hay nada nuevo y pretende cubrirse por adelantado de las denuncias que hemos presentado, o dispone verdaderamente de informaciones cient¨ªficas que deber¨ªa comunicar urgentemente", le han respondido los sindicatos de explotaciones agr¨ªcolas. Declaradamente esc¨¦pticos ante la "misteriosa tercera v¨ªa", los ganaderos prefieren atenerse a las cr¨ªticas vertidas por los expertos europeos sobre las "graves insuficiencias en la fabricaci¨®n de los alimentos para los bovinos y en la vigilancia de los poderes p¨²blicos".
Aunque las cifras siguen siendo discretas en comparaci¨®n con los m¨¢s de 178.000 casos registrados oficialmente en el Reino Unido a lo largo de los ¨²ltimos 15 a?os, el fen¨®meno inquieta, y mucho. La sociedad francesa no ignora la relaci¨®n de la epidemia animal con la nueva variante de la enfermedad humana neurodegenerativa llamada de Creutzfeldt-Jakob, incurable, y se muestra extremadamente sensible con los continuos casos de listeriosis y, en general, con todos los esc¨¢ndalos relacionados con los productos alimenticios.
Los cient¨ªficos son los primeros en participar del desconcierto general. Los ¨²ltimos casos de vacas locas son ejemplares nacidos con posterioridad a 1991, fecha en la que se prohibi¨® el suministro al ganado bovino de los piensos elaborados con cad¨¢veres de animales.
Por supuesto, cabe siempre la posibilidad de que la prohibici¨®n no haya sido respetada en todos los casos, pero los expertos no creen en absoluto que se encuentre ah¨ª la explicaci¨®n del problema. Los investigadores que analizan minuciosamente cada caso no han encontrado hasta ahora indicios significativos de fraude, seg¨²n indican fuentes del Ministerio de Agricultura.
Nuevas hip¨®tesis
Las ya alarmantes cifras de 1999 fueron explicadas entonces por el equipo de expertos veterinarios que dirige el doctor Dominique Dormont con la teor¨ªa de que los animales hab¨ªan sido infectados por alimentos que hab¨ªan estado en contacto con los piensos contaminados. Ahora, ante la realidad de la progresi¨®n de la enfermedad, algunos de los cient¨ªficos del comit¨¦ investigador se inclinan por considerar otra hip¨®tesis, esa "tercera v¨ªa de contaminaci¨®n" que, por ahora, no es m¨¢s que una conjetura, resultante de la imposibilidad aparente de explicar de otro modo la realidad.
As¨ª las cosas, la esperanza reside sobre todo en el programa de detecci¨®n de la EEB que va a ser lanzado en mayo y que, tal y como han mostrado los an¨¢lisis ya aplicados en Suiza desde hace un a?o, debe permitir identificar tambi¨¦n a esa parte de los animales aparentemente sanos, pero portadores del agente pat¨®geno.
Para garantizar la seguridad de los consumidores, el programa va a ser aplicado en los mataderos, pero el problema es que el n¨²mero de reses que se sacrifican anualmente en Francia es de 5,7 millones. Jean Glavany ya ha dicho que, de momento, los an¨¢lisis franceses, m¨¢s ambiciosos que los ordenados por las autoridades comunitarias, no podr¨¢n ser aplicados a todas esas reses.
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