El independentismo bret¨®n lamenta, pero no condena, el atentado en un McDonald's de Francia
De momento, nadie ha reivindicado la muerte de Laurence Turbec, una mujer de 28 a?os asesinada el pasado mi¨¦rcoles en Q¨¦vert, en el norte de la Breta?a francesa, cuando explot¨® una bomba en el restaurante McDonald's en el que trabajaba. Sin embargo, todos los ojos miran hacia la nebulosa independentista bretona. El movimiento Emgann calific¨® el pasado jueves el atentado, a trav¨¦s de su portavoz, Ga?l Roblin, de "extremadamente da?ino para el pueblo bret¨®n" y mostr¨® sus dudas de que fuera perpetrado por el ARB (Ej¨¦rcito Revolucionario Bret¨®n), porque "favorece a nuestros detractores".
Uno de los separatistas bretones que fueron detenidos en relaci¨®n con el robo de dinamita en Pl¨¦vin -el pasado 28 de septiembre-, Charlie Grall, que adem¨¢s es redactor jefe del semanario bret¨®n Breizh Info, no ha querido condenar el crimen. "A la espera de una reivindicaci¨®n [del atentado], deploro este drama humano. Me compadezco, pero no condeno", declar¨® al diario Le Figaro. Por su parte, Herv¨¦ Le Bec, vinculado al movimiento autonomista Emgann, s¨ª lo ha hecho, pero "a t¨ªtulo exclusivamente personal".
Los investigadores creen que el artefacto que estall¨® el mi¨¦rcoles en el restaurante de comida r¨¢pida deb¨ªa haber hecho explosi¨®n durante la noche. Sin embargo, el sistema no funcion¨® correctamente, pero s¨ª estall¨® cuando la empleada del McDonald's abri¨® la puerta del establecimiento.
La procedencia de la dinamita empleada en el atentado ya no deja lugar a dudas. Los cartuchos formaban parte del alijo robado, el 28 de septiembre de 1999, en Pl¨¦vin por un grupo de personas pertenecientes a la organizaci¨®n terrorista vasca ETA y a la ARB, un ej¨¦rcito clandestino fundado en Francia en 1971 y concebido como "brazo armado" del movimiento legal FLB (en franc¨¦s, Frente de Liberaci¨®n de la Breta?a).
En todos esos a?os de existencia, el ARB no hab¨ªa matado nunca a nadie, salvo que se cuente a dos de sus militantes a los que les explotaron entre las manos las bombas que preparaban para hacer estallar muros de edificios oficiales.
A diferencia del independentismo corso, subdividido en varias familias enfrentadas, que a veces han resuelto sus diferencias a tiros, el bret¨®n hab¨ªa centrado su violencia en determinados inmuebles, considerados s¨ªmbolos del poder central, como repetidores de televisi¨®n, delegaciones de Hacienda u oficinas de empleo.
La Breta?a, integrada en Francia desde 1532, ha conservado su identidad cultural durante siglos. Hasta bien entrado el siglo XX, el idioma bret¨®n no desapareci¨® del uso cotidiano, y s¨®lo lo hizo cuando fue condenado por la extensi¨®n de una escuela unificadora del idioma y por el prestigio social que acompa?aba el uso del franc¨¦s, asociado a la riqueza y la cultura urbana.
El nuevo despertar bret¨®n se produce en los a?os sesenta, hermanado a movimientos alternativos y autonomistas. Al mismo tiempo, se recuperan instrumentos musicales propios de la zona; se reivindica "lo celta"; se establecen lazos con galeses, irlandeses o gallegos; resurge la publicaci¨®n de libros en bret¨®n -unos 120 t¨ªtulos al a?o- y se crean, en 1977, las escuelas Diwan, en las que la ense?anza del bret¨®n es reivindicada. Este mismo a?o est¨¢ previsto que se ponga en marcha un canal de televisi¨®n biling¨¹e en franc¨¦s y bret¨®n.
Sin representaci¨®n
El resurgir cultural de lo bret¨®n no ha tenido traducci¨®n pol¨ªtica. Una leyenda asegura que "cuando dos bretones se encuentran crean una asociaci¨®n; cuando se encuentran tres fundan dos asociaciones". El FLB nunca ha logrado tener representaci¨®n parlamentaria y los partidos que han querido asumir la reivindicaci¨®n bretona se han sucedido desde finales del XIX sin ning¨²n ¨¦xito electoral. Han cometido, eso s¨ª, peligrosos errores, como el que llev¨® a una facci¨®n del Parti National Breton a fundar el Gwen ha Du, movimiento que se al¨ªa a Hitler y que se declara en guerra contra Francia.
En la actualidad, la polic¨ªa francesa teme que el ARB haya sido tomado bajo el control de militantes contrarios a la globalizaci¨®n -de ah¨ª el elegir un McDonald's como objetivo terrorista- y de tendencia anarquizante.
Pero Jos¨¦ Bov¨¦, l¨ªder del sindicato agrario Conf¨¦d¨¦ration Paysanne y emblema del combate contra la OMC (Organizaci¨®n Mundial de Comercio), quien en su d¨ªa lleg¨® a desmantelar tambi¨¦n un McDonald's, ha criticado el atentado: "Es una acci¨®n est¨²pida, gratuita e imb¨¦cil, que sirve para confundir a la opini¨®n p¨²blica, mezclando objetivos justos con m¨¦todos execrables". Bov¨¦ defiende "una lucha a rostro descubierto y no violenta" y dice "comprender las reivindicaciones territoriales o de autonom¨ªa pol¨ªtica siempre que no maten".
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