Hallado en un dinosaurio un coraz¨®n propio de un animal de sangre caliente
El ¨®rgano se parece m¨¢s al de aves y mam¨ªferos que al de reptiles
Una ojeada al interior oculto de la cavidad tor¨¢cica de un dinosaurio fosilizado de hace 66 millones de a?os ha dado a los paleont¨®logos una sorpresa may¨²scula, ya que han descubierto los rasgos del coraz¨®n del animal. Y es un coraz¨®n m¨¢s parecido al de los p¨¢jaros y los mam¨ªferos (sangre caliente) que al de los reptiles. Los investigadores no han abierto la caja tor¨¢cica del f¨®sil, pero han podido ver lo que hay dentro gracias a t¨¦cnicas avanzadas de imagen.
Los restos fosilizados del dinosaurio -al parecer, un Thescelosauro, pero a¨²n no clasificado formalmente- fueron descubiertos en Dakota del Sur (EEUU)en 1993. Se trata de un animal vegetariano de unos cuatro metros de longitud, apodado Willo, que vivi¨® al final de la era de los dinosaurios, extinguidos hace unos 65 millones de a?os.Michael Hammer, responsable del hallazgo, pens¨® que, dado el buen estado de conservaci¨®n del especimen, podr¨ªa tener ¨®rganos internos fosilizados. Hammer limpi¨® con todo cuidado los huesos convertidos en piedra y, antes de enviar el dinosaurio a su propietario (Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte), pidi¨® a un m¨¦dico que sacara im¨¢genes de tomograf¨ªa computadorizada -t¨¦cnica utilizada para ver el interior del cuerpo humano- de la caja tor¨¢cica de Willo.
El an¨¢lisis de esas im¨¢genes tridimensionales, publicado el 21 de abril en la revista Science, ha permitido a los investigadores identificar en el interior del animal dos cavidades y una estructura tubular en posici¨®n similar a la de la aorta. Las cavidades probablemente son los ventr¨ªculos del coraz¨®n, dicen los cient¨ªficos, y apuntan que las aur¨ªculas, de paredes muy finas, seguramente se colapsaron al morir el animal.
Tambi¨¦n las aves y los mam¨ªferos tienen coraz¨®n con cuatro c¨¢maras y una sola aorta, pero se pensaba que los dinosaurios se parecer¨ªan m¨¢s a los modernos reptiles, con un coraz¨®n m¨¢s sencillo en el que se mezcla la sangre rica en ox¨ªgeno procedente de los pulmones y la sangre pobre en ox¨ªgeno que llega tras recorrer el organismo. Esta mezcla reduce el contenido de ox¨ªgeno en la sangre suministrado a los tejidos de los reptiles, mientras que el coraz¨®n de cuatro c¨¢maras de aves y mam¨ªferos proporciona sangre muy oxigenada.
"Es sorprendente que este animal, al parecer, tuviera un coraz¨®n tan evolucionado", dice Dale Russell, uno de los autores de la investigaci¨®n y conservador del Museo de Carolina del Norte. Lo cierto es que cuando Andrew Kutzmitz, el m¨¦dico que hizo las tomograf¨ªas de Willo, ense?¨® los resultados a siete cardi¨®logos sin decirles que se trataba de un dinosaurio, todos ellos coincidieron en que se distingu¨ªan dos grandes c¨¢maras cardiacas ovaladas, y uno afirm¨®: "Es un coraz¨®n", comenta Virginia Morell en Science. Pero no todos los expertos est¨¢n convencidos.
En realidad, el esqueleto de Willo est¨¢ comprimido y en las im¨¢genes de tomograf¨ªa, bidimensionales, se aprecian rasgos que podr¨ªan ser un coraz¨®n, pero no son concluyentes. Fue al tratar los datos con un software que convierte la imagen bidimensional en un modelo tridimensional cuando se distinguen los dos ventr¨ªculos y la aorta.
Aun as¨ª no se aprecian todos los vasos sangu¨ªneos esperados, han se?alado varios expertos que ponen en duda la interpretaci¨®n de las im¨¢genes de quienes defienden que dentro de Willo est¨¢ su coraz¨®n de piedra. Es que es muy raro que se hayan conservado tejidos blandos del animal, algo que s¨®lo ocurre en condiciones excepcionales de fosilizaci¨®n como un entorno muy pobre en ox¨ªgeno.
Willo estaba en un sedimento arenoso poco favorable a la preservaci¨®n de tejidos blandos, pero los expertos del museo de Carolina del Norte afirman que el esqueleto casi completo de este Thescelosauro (probablemente un T.neglectus), conserva tendones y cart¨ªlagos fosilizados. "El especimen debi¨® de quedar enterrado en un terreno arenoso encharcado, la estructura celular de los tejidos blandos se perdi¨®, pero se conserva su forma", dice Russel.
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