Gerard Quintana y Jordi Batiste publican su segundo homenaje discogr¨¢fico a Bob Dylan
El disco, 'Sense reina ni as', es una versi¨®n al catal¨¢n de 13 temas de los sesenta y setenta
Gerard Quintana y Jordi Batiste est¨¢n separados por 16 a?os, periodo de tiempo que es una nimiedad en comparaci¨®n con las cosas que les unen. Las tres principales son la m¨²sica, Bob Dylan y la amistad. Hace casi dos a?os, su pasi¨®n por el artista de Minnesota se tradujo en un disco en el que interpretaban en catal¨¢n una selecci¨®n de sus canciones. Ahora ha llegado la segunda entrega del homenaje, que bajo el t¨ªtulo de Sense reina ni as ofrece 13 temas datados mayoritariamente entre comienzos de los a?os sesenta y mediados de los setenta.
El proyecto, denominado Els miralls de Dylan, incorpora tambi¨¦n en esta ocasi¨®n a Francesc Bertran a la guitarra y a Simone Lambregts en el viol¨ªn. Con ellos, Bob Dylan vuelve a sonar en catal¨¢n."Podr¨ªamos haber escogido a muchos otros artistas para adaptarlos al catal¨¢n e incluso puede parecer una decisi¨®n obvia tratar a Dylan, pero es que creemos que en el fondo a¨²n es un poco desconocido", reconocen Quintana y Batiste. "Por otra parte, sus letras tienen una vigencia tremenda, ya que asuntos si quieres obvios como el pacifismo o la ecolog¨ªa est¨¢n de plena actualidad. Hay que dejarse de prejuicios, hoy en d¨ªa lo obvio es lo m¨¢s importante", opinan ambos m¨²sicos.
Pero no son las letras lo ¨²nico de Dylan que interesa a Quintana y Batiste. "En este disco tambi¨¦n hemos tratado su faceta m¨¢s folkie, que nos parece muy interesante", afirman. "El tipo de instrumentaci¨®n que hemos usado, as¨ª como la tradici¨®n musical de la que viene Simone, nos ha ayudado mucho en este sentido".
Pedagog¨ªa
El redescubrir a Dylan en sus letras puede hacer pensar en una deliberada intenci¨®n pedag¨®gica por parte de la pareja, que la rechaza en una primera instancia. "La intenci¨®n final no era hacer pedagog¨ªa", se?alan, "sino descubrir los tesoros ocultos en ese ba¨²l que siempre hemos tenido al lado y en cuyo interior pocas veces miramos. Ese ba¨²l es Dylan, y lo que hemos querido es arrojar luz sobre las joyas de sus canciones. Lo cierto es que, especialmente en los conciertos, no podemos negar un efecto pedag¨®gico, que hemos percibido cuando al terminar las actuaciones el p¨²blico se nos acerca manifestando que ha descubierto canciones que desconoc¨ªa o bien ha acabado de enterarse de lo que dice Dylan en sus letras".
Sin complejo alguno, Quintana y Batiste, responsables de la mayor parte de las adaptaciones del disco, reconocen que no se han encontrado limitados al aplicar significaciones que ocasionalmente pueden apartarse del original. "Es lo normal cuando traduces; siempre te encuentras con que a las palabras escritas por otro les est¨¢s otorgando unos significados ligados a c¨®mo ves t¨² el mundo", explican. "No es malo que eso ocurra, lo vemos como una aportaci¨®n, como un enriquecimiento, como una forma m¨¢s de mantener viva la poes¨ªa. Adem¨¢s, hay que considerar que Dylan escribi¨® estas canciones hace 30 a?os y en un pa¨ªs que no es el nuestro. No todo puede ser traducido literalmente", a?aden.
Bufones, traperos, vagabundos, jugadores y enterradores son los personajes que pululan por las canciones de Dylan que han adaptado Quintana y Batiste. "Esos personajes que juegan con cartas inadecuadas y que constituyen el mundo de Dylan, su paisaje de derrotas y quejas en el que los poderosos suelen aparecer caricaturizados. Por eso, el disco se llama Sense reina ni as y en la portada aparecen unas viejas botas", dicen Quintana y Batiste antes de reconocer que una de las aportaciones de Dylan, la fuerza de las letras, se ha perdido en parte.
En su opini¨®n, "hoy en d¨ªa la m¨²sica tiene car¨¢cter ef¨ªmero, es de usar y tirar, un ruido de fondo que nos acompa?a. Esto es as¨ª hasta el punto de que, por ejemplo, cuando el Ayuntamiento de Barcelona se propone combatir los ruidos urbanos comienza por no dejar tocar a los m¨²sicos en la calle, algo muy significativo para ilustrar el papel que la m¨²sica desempe?a hoy en d¨ªa".
"Sin embargo", contin¨²an, "la aparici¨®n de personajes como Manu Chao indica que hay muchas personas deseosas de escuchar cosas con sentido, palabras que expresen una opini¨®n, un sentimiento o una reflexi¨®n".
Eso es lo que hace Dylan, eso es lo que han querido recuperar Quintana y Batiste en un espect¨¢culo que en breve se presentar¨¢ en toda Catalu?a. Dylan ha llegado al Pompeu.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.