Izquierda plural o izquierda tr¨¢nsfuga JAUME BOSCH

Las izquierdas han entrado en un proceso de renovaci¨®n despu¨¦s de su derrota del 12-M. Pero cuando se inicia una transici¨®n hacia nuevas formas de hacer pol¨ªtica aparecen coletazos de estilos y actuaciones de ¨¦pocas anteriores, exponentes de aquello que debe ser superado. El paso al PSC de un grupo de miembros de IC-V encabezados por el alcalde de Tortosa y nuevo senador, Joan Sabat¨¦, constituye un ejemplo de lo que la izquierda debe modificar. Quien milita en un partido lo hace en uso de su libertad y, por tanto, lo abandona cuando lo estima oportuno, y si su evoluci¨®n personal le lleva a afiliarse a otra organizaci¨®n, no existe ninguna raz¨®n que permita criticarlo. Es cierto que las razones arg¨¹idas por Sabat¨¦ son sorprendentes: la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn y un imaginario acercamiento de IC-V a los anguitistas que ha sido descartado por la comisi¨®n pol¨ªtica nacional de Iniciativa. Pero la discutible solidez intelectual de los argumentos no altera lo esencial: cambiar de partido es una decisi¨®n respetable. Sin embargo, ese razonamiento tiene un l¨ªmite si se ejerce un cargo p¨²blico. Quien se encuentra en esa situaci¨®n y modifica sus ideas debe abandonar el cargo al que lleg¨® representando a su partido de origen. As¨ª lo entendieron la fuerzas parlamentarias que el 7 de julio de 1998 suscribieron en Madrid el denominado Pacto contra el transfuguismo. Los firmantes se comprometieron a no aceptar a militantes de otros partidos si no abandonaban sus cargos. En el caso que nos ocupa, el hecho de que las personas afectadas consiguieran sus puestos de alcalde y concejales dentro de una coalici¨®n entre el PSC e IC-V es irrelevante: los ciudadanos que votaron esa candidatura porque se sent¨ªan representados por Iniciativa acaban de ver burlada su opci¨®n de voto. Es curiosa la reacci¨®n de la direcci¨®n del PSC al considerar que no nos encontramos ante un caso de transfuguismo: ?pensar¨ªan lo mismo si uno de sus senadores elegidos en Entesa Catalana de Progr¨¦s abandonara el PSC para integrarse en ERC o IC-V?Pero m¨¢s all¨¢ de intentos de explicar lo inexplicable habr¨ªa que debatir la cuesti¨®n de fondo: ?se fortalece as¨ª la izquierda?, ?se fomenta as¨ª la unidad de las izquierdas? El inter¨¦s por debilitar a otra opci¨®n progresista para favorecer la propia lleva a extremos contradictorios: se contaminan incluso nuevos e interesantes instrumentos de actuaci¨®n pol¨ªtica. Los mismos capitanes del PSC que denominan despectivamente a Ciutadans pel Canvi "Ciudadanos por el cargo" han decidido que alguno de los concejales reci¨¦n llegados pase una temporada por el purgatorio de esa asociaci¨®n. Ignoro si alguien ha preguntado a los componentes de Ciutadans pel Canvi si aceptan a tr¨¢nsfugas en su seno. Me asombrar¨ªa que el asunto haya sido discutido. Pero de una sola tacada los dirigentes del PSC en la circunscripci¨®n de Tarragona han involucrado en sus interesados movimientos precongresuales a los dos aliados con los que se presentaron a las elecciones al Parlament el pasado mes de octubre: IC-V y Ciutadans pel Canvi.

Un dirigente socialista ha declarado que la operaci¨®n favorece a la izquierda porque el ¨²nico partido progresista que existir¨¢ en las Terres de l'Ebre ser¨¢ el PSC. Craso error. IC-V contin¨²a existiendo: cuando se ha dado voz a los afiliados y afiliadas, las asambleas locales han ratificado su permanencia en IC-V; y se ha elegido una nueva comisi¨®n intercomarcal, encabezada Francesca Valldep¨¦rez, concejal de Amposta; Josep Gamero, alcalde de Corbera d'Ebre, y Josep Ramos, militante hist¨®rico de Tortosa. Iniciativa est¨¢ en condiciones de presentarse a las pr¨®ximas elecciones en todos los municipios afectados, incluyendo Tortosa. Pero, sobre todo, esa opini¨®n del PSC demuestra que no se han entendido algunas propuestas de Joaqu¨ªn Almunia, ni las de Jospin o D'Alema. ?No hab¨ªamos explicado hasta hace pocos d¨ªas que la izquierda era plural y que esa pluralidad no cab¨ªa en un solo partido?

Joan Sabat¨¦ y los dirigentes socialistas de Tarragona han conseguido algo meritorio: en una sola operaci¨®n han provocado la crisis, en Tortosa, de IC-V y del PSC; pero adem¨¢s han cuestionado las dos experiencias m¨¢s avanzadas de colaboraci¨®n de las izquierdas en el ¨²ltimo a?o, las candidaturas municipales unitarias y la Entesa Catalana de Progr¨¦s al Senado. Incluso pueden haber desestabilizado una alcald¨ªa como la de Tortosa, conseguida a trav¨¦s de un pacto vergonzante con el PP. La derecha tortosina, CiU y el PP, s¨®lo tiene que decidir la fecha en la que acaba con un alcalde acusado de transfuguismo. Sabat¨¦ y sus compa?eros han perdido una buena ocasi¨®n de mostrar una conducta ejemplar: apuntarse al PSC dimitiendo de sus cargos p¨²blicos.

IC-V no caer¨¢ en la trampa de alterar su estrategia. La apuesta por la unidad de la izquierda es demasiado seria para que sea modificada por unos cuantos casos de transfuguismo. Habr¨¢ que superar, sin embargo, la l¨®gica desconfianza que estamos experimentando, y habr¨¢ que desear que los socialistas recuperen la serenidad tras la derrota y comprendan que unas pocas y pol¨¦micas incorporaciones no pueden disimular sus dificultades. Todos deberemos asumir que la ¨¦tica y la honradez son condici¨®n indispensable para abordar los cambios necesarios que debe permitir a las izquierdas recuperar la confianza de la ciudadan¨ªa.

Jaume Bosch es responsable de pol¨ªtica municipal de IC-V.