S¨®lo fachada
La muy bien presentada corrida de Occitania desluci¨® por completo el festejo con el que, despu¨¦s del pr¨®logo del pasado domingo, se inaugur¨® la temporada en Barcelona. S¨®lo fachada en unos animales que eran aquello que se suele llamar inv¨¢lidos, o sea con muy poca fuerza. Y adem¨¢s, con distintos grados y caracter¨ªsticas en la mansedumbre, para desesperaci¨®n de la muy dispuesta terna y, por consiguiente, del p¨²blico.Manolo S¨¢nchez estuvo desahogado con su mansurr¨®n primero, que se quedaba muy corto por el pit¨®n derecho, pero arriesg¨® poco y desisti¨® pronto. Mostr¨® m¨¢s decisi¨®n con el bien armado y astifino cuarto, un mulo reserv¨®n, mir¨®n y con la cara alta, cuyas dificultades no acab¨® de ver el respetable, que no tom¨® muy en cuenta el riesgo asumido por el vallisoletano.
Occitania / S¨¢nchez, Puerto, Ram¨ªrez Toros de Occitania, con cuajo, poca fuerza y pobre juego; dos devueltos por inv¨¢lidos
Sobreros: 3?, del mismo hierro, y 6?, de Saboya. Manolo S¨¢nchez: silencio en los dos. V¨ªctor Puerto: aviso y ovaci¨®n; silencio. Alberto Ram¨ªrez: aviso y vuelta al ruedo; palmas. Plaza Monumental, 23 de abril. Un cuarto de entrada.
Torer¨ªsimo
V¨ªctor Puerto, que se presentaba como matador de toros en Barcelona, estuvo torer¨ªsimo toda la tarde con el capote, de salida y en quites, y estuvo a punto de triunfar con su primero, porque la seria y bien construida faena, fue propia de un diestro cuajado y buen lidiador, frente a una res que se desplazaba, pero que no era f¨¢cil. A causa de necesitar de tres pinchazos, estocada y dos descabellos para acabar con su oponente se esfum¨® un bien ganado trofeo.
En el quinto, un inv¨¢lido toraco que no fue devuelto, las protestas poco le permitieron hacer y tuvo que desistir de intentar lucimiento. Sin embargo, el muleteo a su primero hab¨ªa permitido calibrar el excelente momento que atraviesa este torero y que seguramente le va a permitir recuperar posiciones que nunca debi¨® perder en el escalaf¨®n de los matadores de toros y en las principales ferias.
Alberto Ram¨ªrez, que tuvo que pechar con los dos sobreros, demostr¨® de nuevo tener mucho valor. Se la jug¨® con el tercero y el sexto. Aquel, mansurr¨®n y midiendo al torero, vio como el castellonense arriesgaba mucho, metido entre los pitones. En el que cerr¨® plaza, manso y con peligro, se mostr¨® muy firme ante lo incierto de las embesetidas. Estuvo, adem¨¢s, h¨¢bil y certero con el estoque: estocada entera en su primero y estocada corta en el sexto. Un torero a tener en cuenta por su disposici¨®n y por sus buenas maneras.
Tarde desapacible, con fr¨ªo y un viento que en varios pasajes de la lidia se sum¨® a las dificultades que presentaban a los coletudos las reses de la vacada francesa de Occitania, que propiciaron el desmoronamiento de las ilusiones de terna y aficionados: s¨®lo ten¨ªan fachada.
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