Inmigrantes y pir¨¢mide de poblaci¨®n

Se han publicado diversos estudios sobre el creciente envejecimiento de nuestra sociedad. Los economistas aseguran que ser¨¢ necesaria la llegada de 250.000 inmigrantes anuales para mantener la poblaci¨®n activa en los niveles actuales en el a?o 2050 y evitar la quiebra de los sistemas de protecci¨®n social. Otros rebajan el n¨²mero de inmigrantes necesarios si se consigue aumentar la natalidad o si se aumenta la edad de jubilaci¨®n.Estas consideraciones nos avisan de un problema real que puede explotar en los pr¨®ximos a?os, pero nos olvidamos de otro problema que no debiera sernos ajeno. Es el de muchas personas de pa¨ªses subdesarrollados que se ven forzadas a viajar a los pa¨ªses m¨¢s desarrollados simplemente para sobrevivir. La situaci¨®n en sus pa¨ªses es cr¨ªtica. Por ello resulta triste que varios pa¨ªses africanos se gasten m¨¢s del 60% del presupuesto nacional en el pago de la deuda externa. Y a¨²n m¨¢s hiriente resulta que en muchos casos en el Tercer Mundo existan recursos de todo tipo, incluso alimenticios, que no se destinen a paliar las necesidades de la poblaci¨®n, sino a la exportaci¨®n.

Es verdad que somos solidarios con ocasi¨®n de las campa?as de emergencia para paliar el hambre del ?frica subsahariana, pero desgraciadamente no actuamos igual cuando evitamos sentarnos en el tren al lado de un emigrante nigeriano cualquiera o cuando no queremos que hijos de inmigrantes convivan con los nuestros en el colegio, por poner dos ejemplos. Parece que se nos olvida que la inmigraci¨®n y la imagen de ni?os que pasan hambre son caras de la misma moneda. Las diversas instituciones oficiales no debieran convencernos de que aceptemos a los inmigrantes para que cuadren las cuentas de la Seguridad Social, sino por un elemental principio de justicia.- .