El Consejo Escolar pide que la revisi¨®n nunca baje la nota de la selectividad El Gobierno no cambiar¨¢ la doble correcci¨®n

Los alumnos que pidan una segunda correcci¨®n de alguno de sus ejercicios de selectividad podr¨¢n bajar nota. Sin embargo, los estudiantes que reclamen por la nota general de la prueba ver¨¢n corregidos de nuevo todos sus ejercicios y sus calificaciones s¨®lo se modificar¨¢n si mejoran. El Ministerio de Educaci¨®n rechaz¨® ayer una solicitud del Consejo Escolar de Estado (¨®rgano consultivo de la ense?anza no universitaria en el que est¨¢ representada la comunidad educativa) que aspiraba a evitar que la doble correcci¨®n pueda bajar la nota inicial. El rechazo ministerial condena pr¨¢cticamente al desuso la doble correcci¨®n.El pr¨®ximo Gobierno tendr¨¢ que darse prisa en aprobar el nuevo decreto de selectividad -el que da marcha atr¨¢s a la reforma de la prueba aprobada en octubre- si quiere tenerlo listo para la pr¨®xima convocatoria de junio. El ministerio ha cambiado de idea varias veces. Por un lado, la falta de claridad del primer decreto, incomprendido en varias comunidades aut¨®nomas, le ha obligado a sustituirlo por uno nuevo en menos de seis meses. Por otro, el presidente de Generalitat de Catalu?a, Jordi Pujol, amenaz¨® con presentar un recurso de inconstitucionalidad contra la primera norma por entender que invad¨ªa competencias. El nuevo decreto es a¨²n m¨¢s concreto que el anterior, pero, a cambio, introduce una disposici¨®n que autoriza a las comunidades aut¨®nomas a "efectuar las adaptaciones que sean precisas para la realizaci¨®n de la prueba correspondiente al presente curso escolar 1999-2000, en funci¨®n de la programaci¨®n de las ense?anzas de bachillerato aplicadas en sus ¨¢mbitos territoriales".

Una concesi¨®n m¨¢s

El texto provisional recoge las modificaciones que solicitaron los estudiantes y los padres de alumnos para evitar que la prueba fuera m¨¢s dura que en cursos anteriores. Al final, el ministerio ha hecho incluso una concesi¨®n m¨¢s de las esperadas: permitir¨¢ que los alumnos puedan protestar su nota sin miedo a verla reducida. Para ello tendr¨¢n que reclamar su calificaci¨®n final ante la comisi¨®n organizadora de la prueba. Pero Educaci¨®n se resiste a suprimir o modificar la doble correcci¨®n, que s¨ª pone en peligro la nota inicial, por lo que es poco probable que los alumnos se acojan a ella.

La doble correcci¨®n implica que el ejercicio sea revisado por un profesor distinto al que lo calific¨® la primera vez. La nota se obtiene de la media aritm¨¦tica de ambas correcciones, salvo que la diferencia entre ellas supere los tres puntos, entonces un tribunal establece la puntuaci¨®n definitiva, que a su vez se puede reclamar ante la comisi¨®n organizadora.

En definitiva, despu¨¦s de seis meses de pol¨¦mica, s¨®lo habr¨¢ dos cambios relevantes en la prueba de selectividad. En la nota final pesar¨¢ m¨¢s la calificaci¨®n media del bachillerato (60%) que la puntuaci¨®n obtenida en la prueba (40%) -antes val¨ªan igual-, y el examen durar¨¢ tres d¨ªas en lugar de dos. Por el camino se han quedado las medidas m¨¢s pol¨¦micas: eliminar la propuesta doble de examen en los ejercicios de lengua e historia y aumentar de cuatro a cinco las materias evaluables en los ex¨¢menes por doble v¨ªa de acceso.