El Senado advierte a Clinton de que no tiene capacidad para negociar el desarme con Rusia
El presidente de EEUU, Bill Clinton, a seis meses de las elecciones presidenciales y a ocho meses de su salida de la Casa Blanca, no est¨¢ en condiciones de negociar con Rusia nuevos pasos en materia de desarme, ha advertido Jesse Helms, el conservador presidente del comit¨¦ de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos. "La hora de este Gobierno para los grandes tratados ha llegado claramente a su final", dice el republicano Helms, que tiene la llave de la ratificaci¨®n parlamentaria de cualquier acuerdo internacional suscrito por la Casa Blanca.
La advertencia de Helms se produce en el momento en que el ministro de Asuntos Exteriores ruso, ?gor Ivanov, negocia en Washington sobre armamento con Clinton y la secretaria de Estado, Madeleine Albright. Es un mensaje dirigido tanto al ya casi saliente Gobierno dem¨®crata de EEUU como a las otras grandes potencias internacionales. Y no es p¨®lvora mojada. Instigado por Helms y la mayor¨ªa republicana, el Senado se neg¨® el pasado a?o a ratificar el Tratado de Prohibici¨®n Completa de Pruebas Nucleares (TPCPN) que hab¨ªa suscrito a bombo y platillo Clinton.Las conversaciones de Washington entre Ivanov y el Ejecutivo estadounidense han dado pocos resultados. Mosc¨² sigue oponi¨¦ndose al intento de Clinton de relanzar una versi¨®n modesta de la llamada guerra de las galaxias de Ronald Reagan, la creaci¨®n de un sistema de defensa contra misiles bal¨ªsticos. El Pent¨¢gono ya ha efectuado dos ensayos, uno con ¨¦xito y otro fallido, de ese proyecto, que tambi¨¦n critican Pek¨ªn y Par¨ªs.
Para dar legitimidad internacional al nuevo escudo del que pretende dotar a EEUU, la Casa Blanca propone una revisi¨®n del tratado sobre defensa contra misiles, conocido por sus siglas inglesas ABM, que firmaron en 1972 la entonces Uni¨®n Sovi¨¦tica y EEUU. Ivanov ha reiterado en Washington que Rusia se opone a revisar el tratado ABM. Seg¨²n el ministro ruso, un comportamiento unilateral por parte de EEUU podr¨ªa reabrir la carrera armament¨ªstica que caracteriz¨® a la guerra fr¨ªa.
Estas conversaciones son en vano, seg¨²n Helms. El pol¨ªtico republicano amenaza con que cualquier cambio en los acuerdos existentes con Rusia que suscriba "en el ¨²ltimo minuto" Clinton "llegar¨ªan muertos" al Congreso de EEUU, que tiene que aprobarlos preceptivamente. "Rusia", dice Helms, "no tiene que hacerse la ilusi¨®n de que el futuro Gobierno de EEUU mantendr¨¢ los compromisos alcanzados por el actual, que no es sino un pato cojo". La expresi¨®n pato cojo se aplica en el argot norteamericano a pol¨ªticos como Clinton en los ¨²ltimos meses de su mandato y sin posibilidad de renovarlo.
Helms a?ade que Clinton debe dejar a su sucesor las decisiones sobre el sistema nacional de defensa contra misiles (NMD), valorado en miles de millones de d¨®lares. Aunque hab¨ªa anunciado una decisi¨®n sobre el NMD para el verano, Clinton la ha postergado hasta noviembre, el mes de las elecciones presidenciales, que decidir¨¢n si el nuevo titular de la Casa Blanca es el dem¨®crata Al Gore o el republicano George Bush.
Este retraso, seg¨²n la Casa Blanca, no tiene nada que ver con el calendario pol¨ªtico norteamericano, sino con la necesidad del Pent¨¢gono de efectuar nuevas pruebas. El tercer ensayo del sistema ha sido aplazado desde comienzos de mayo a junio. Washington argumenta que una nueva versi¨®n de la guerra de las galaxias no estar¨ªa dirigida a protegerse de rusos y chinos, sino de pa¨ªses como Corea del Norte, Irak e Ir¨¢n, que alg¨²n d¨ªa pueden tener misiles intercontinentales.
Las diferencias entre Estados Unidos y Rusia sobre la modificaci¨®n del tratado ABM volvieron a ponerse de manifiesto a principios de esta semana, cuando sus ministros de Exteriores expusieron sus respectivos programas de desarme ante la Conferencia sobre el Tratado de No Proliferaci¨®n Nuclear (TNP) que durante un mes revisar¨¢, en la sede neoyorquina de la ONU, la aplicaci¨®n de los principios acordados en 1970. El lunes, Albright abog¨® por introducir cambios menores en el tratado ABM, "que ya fue modificado en el pasado (refiri¨¦ndose a 1974) y puede volver a serlo en el futuro". Un d¨ªa despu¨¦s, Ivanov contest¨® asegurando que cualquier alteraci¨®n del ABM liberar¨ªa a Rusia de sus compromisos de desarme.
'Guerra de las galaxias'
La iniciativa norteamericana de resucitar la guerra de las galaxias ha sido fuertemente denostada por la mayor¨ªa de las 187 naciones firmantes del TNP que han intervenido hasta ahora en el foro de Naciones Unidas. El propio secretario general, Kofi Annan, critic¨® sin mencionarla la pol¨ªtica de Estados Unidos "que puede llevar a una nueva carrera armament¨ªstica". Pese a que la aplicaci¨®n del TNP se ha visto mermada por otros problemas, como las pruebas nucleares llevadas a cabo por India y Pakist¨¢n en 1998 o la par¨¢lisis de la Conferencia sobre el Desarme, la posible modificaci¨®n del ABM ha centrado la pol¨¦mica de esta primera semana de sesiones.
Los estadounidenses han sido el blanco de todas las cr¨ªticas, no s¨®lo de las naciones no nucleares, lideradas por Egipto, Sur¨¢frica, Brasil, Irlanda, Nueva Zelanda, M¨¦xico y Suecia, sino tambi¨¦n del resto de sus socios del reducido club nuclear. Francia y China se han mostrado muy preocupadas por las intenciones de Washington y han asegurado que modificar el ABM podr¨ªa tener consecuencias muy negativas sobre los esfuerzos de desarme.
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