Tabaco
En numerosas ocasiones, como si de la mar se tratara, se ha escuchado el rumor que los ciudadanos, fundidos en una sola garganta y con una sola voz, producen cuando ETA mata. Es la respuesta de la ciudadan¨ªa. Es el clamor popular. Sin embargo, alg¨²n acontecimiento reciente est¨¢ haciendo que se revise el concepto. Ahora resulta que 1.190 personas quieren que el juez G¨®mez de Lia?o, condenado por tres delitos de prevaricaci¨®n, vuelva a su literatura judicial. Alguien, no se sabe qui¨¦n, considera que 1.190 personas son un clamor y, como lo son, hay que indultar a Lia?o. Es mejor dejar de discurrir porque el concepto no ha perdido el significado. Lo que s¨ª puede perderse es alg¨²n cardenal si pide la absoluci¨®n de los pecados de las resoluciones injustas, ya que la decisi¨®n -salvo en funci¨®n de intereses ajenos a la Justicia- no ser¨ªa entendible. Si algo le falta a este indulto es el clamor popular.Una cosa as¨ª, aunque al rev¨¦s, sucede con Antonio Romero. Este coordinador de la IU andaluza, que va por un lado y los ciudadanos por otro, se ha empe?ado en quedarse con la marca. La izquierda es suya. De seguir por este camino, y a la vista de los resultados que ha cosechado, va a conseguir que todos los ciudadanos del Estado sean de derechas. Un pol¨ªtico (lo vimos en plena campa?a televisiva) que lo mismo es capaz de pedir, por no decir otra cosa, un huequito a Manuel Chaves, que de arrastrar a su grupo a votar en contra de su investidura y de criticar a un presidente que, al igual que en el tema de las pensiones no contributivas, supo abrir camino a las mejoras de los pensionistas y trata de conseguir que los ciudadanos enfermos por el tabaco sean cuidados a costa del distribuidor del agente nocivo.
Tal vez si alg¨²n d¨ªa 1.190 ciudadanos no se usaran para disfrazar una decisi¨®n que permita a los jueces condenados por prevaricaci¨®n volver a juzgar y, tal vez, si alg¨²n d¨ªa los pol¨ªticos que recibieron el encargo de la sociedad de cuidar sus ideas no las disiparan entre verdiales y sevillanas, mientras patentan la marca de quedarse cuando sus electores se van, puede que el clamor fuera escuchado cuando tiene que serlo y la pol¨ªtica estar¨ªa m¨¢s lejos del ombligo. Alg¨²n d¨ªa escribir¨¦ sobre el tabaco.EUGENIO SU?REZ PALOMARES
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