Celia Villalobos se declara "defensora a ultranza" de la sanidad p¨²blica
Las primeras declaraciones de la nueva ministra de Sanidad y Consumo, la hasta ahora alcaldesa de M¨¢laga, Celia Villalobos, fueron un gui?o a los sectores preocupados por el futuro de la sanidad p¨²blica bajo un Gobierno del PP con mayor¨ªa absoluta: no s¨®lo se declar¨® "defensora a ultranza de la sanidad p¨²blica" en la toma de posesi¨®n como ministra, sino que declar¨® enf¨¢ticamente que hay que evitar que "la gente se vaya al sector privado huyendo del p¨²blico por mala gesti¨®n". La tarea que le espera, sin embargo, no es f¨¢cil.
Consciente de que el suyo es un ministerio de gasto, en "pelea continua" con el de Econom¨ªa, declar¨® que har¨¢ lo posible por mantener el sistema p¨²blico mejorando la gesti¨®n y cuidando el gasto. La fama de tener un talante dialogante le vali¨® un recibimiento suave en el sector. Desde la Federaci¨®n de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad P¨²blica a la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios, diversos organismos le concedieron ayer un margen de cortes¨ªa a la espera de conocer cu¨¢les son sus primeros pasos en este ¨¢mbito de especial complejidad en el que es absolutamente ne¨®fita.Con una cartera que este a?o gestionar¨¢ 4,4 billones de pesetas, el primer reto de Villalobos ser¨¢ pol¨ªtico: decidir si va a completar o no durante esta legislatura las transferencias del Insalud a las comunidades que todav¨ªa no gestionan directamente la sanidad. El segundo, econ¨®mico: c¨®mo hacer frente al incremento constante de la demanda sanitaria con un presupuesto limitado y c¨®mo repartilo entre las diferenes comunidades y servicios.
El gasto sanitario representa en Espa?a el 7,5% del PIB, est¨¢ por debajo de la media europea y lejos del 9,6% que dedica Alemania o del 9,9% de Francia, pero las necesidades sanitarias crecen al mismo ritmo que los otros pa¨ªses porque la poblaci¨®n envejece igual y la tecnolog¨ªa sanitaria es cada vez m¨¢s cara.
Especialmente ardua ser¨¢ la tarea de contener el gasto farmac¨¦utico, empe?o en el que han fracasado todos sus antecesores pese a las medidas emprendidas. Para ello tendr¨¢ que aplicar de una vez el decreto de precios de referencia, imprescindible para que la t¨ªmida pol¨ªtica de gen¨¦ricos emprendida por Romay tenga alguna incidencia en el gasto. Tambi¨¦n tendr¨¢ que decidir si aplica o no la normativa sobre fundaciones sanitarias, a la que se opone la izquierda y amplios sectores sanitarios, o si busca otras f¨®rmulas para agilizar la gesti¨®n de los centros p¨²blicos consensuadas con la oposici¨®n.
Otra asignatura pendiente desde hace varias legislaturas es la articulaci¨®n de una nueva carrera profesional y la aplicaci¨®n de mecanismos de corrijan los vicios del sistema funcionarial que rige la pol¨ªtica de personal.
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