Gobiernos y cautelas
Pasada la euforia inicial que algunos han exhibido tras conocer la composici¨®n del Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, esta semana queda para el an¨¢lisis m¨¢s pormenorizado y para la reflexi¨®n en torno al trabajo que queda por delante, adem¨¢s de ahondar en las caracter¨ªsticas tanto de su Ejecutivo como el de Manuel Chaves.Se viene realizando en estos d¨ªas un curioso ejercicio de comparaci¨®n entre ambos equipos. Se contrapone el Gobierno de Aznar al de Chaves. El primero nace libre de cautelas, formado por gente capacitada, mientras que el segundo no deja de ser m¨¢s de lo mismo, una respuesta, en fin, a los problemas internos del PSOE antes que a los que padece Andaluc¨ªa. Se?alar eso parece que es lo pol¨ªticamente correcto para aquellos que miran lo andaluz condicionados por cierto complejo de inferioridad.
As¨ª est¨¢ el panorama. A unos flores y al otro ni el pan ni la sal. Ni siquiera los 100 primeros d¨ªas de cortes¨ªa. Es m¨¢s, el Gobierno de Chaves ya tiene incluso inoculada la semilla de ese mal de nuestro tiempo y que los pol¨ªticos han de estudiar en el futuro, como es el de la confrontaci¨®n. Todo por la presencia en dicho Gobierno de Alfonso Perales como consejero de Gobernaci¨®n.
No se llega, en cambio, a esa conclusi¨®n ante la incorporaci¨®n de Celia Villalobos como ministra de Sanidad y cuya beligerancia contra la Junta de Andaluc¨ªa ha quedado bien reflejada a lo largo de su mandato en la alcald¨ªa de M¨¢laga. Igualmente, no se cuestiona su capacidad para gestionar un departamento tan complejo como el de Sanidad, ni siquiera teniendo en cuenta su curr¨ªculum profesional. Sin embargo, s¨ª se pone en duda por parte de algunos a Francisco Vallejo al frente de esa misma ¨¢rea en Andaluc¨ªa, a pesar de haber desempe?ado una labor en Obras P¨²blicas en la anterior legislatura que se considera aceptable.
Ese doble rasero sirve incluso para poner sordina a aspectos inquietantes que comienzan a aparecer en el Gobierno central. Por de pronto, la flamante ministra de Ciencia y Tecnolog¨ªa, Anna Birul¨¦s, tendr¨¢ que inhibirse en aquellas decisiones que afecten a Retevisi¨®n, su anterior empresa, con lo que nace, por tanto, con una severa limitaci¨®n en sus funciones.
A todo esto, persisten las inc¨®gnitas sobre el horizonte judicial de Jos¨¦ Piqu¨¦, mientras que la presencia de Francisco ?lvarez Cascos, rebajado a ministro de Fomento, no deja de ser un elemento que invita poco al di¨¢logo que se reclama desde Andaluc¨ªa. Aunque claro est¨¢, para inc¨®gnita la que surge sobre la candidatura fantasma de Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, quien parec¨ªa que estaba llamado a ser no ya de nuevo miembro del Ejecutivo andaluz sino incluso el sucesor de Chaves al frente de la Junta de Andaluc¨ªa.
Al final, todo qued¨® en nada. El ex ministro Gri?¨¢n se excluye de esta extra?a operaci¨®n que surgi¨® en pleno proceso de reflexi¨®n por parte de Chaves para formar su Gobierno. Por ahora, el presidente andaluz ha cortado en seco el debate surgido. Pero ?ser¨¢ verdad que lleg¨® alguna vez a pensar en ¨¦l para convertirlo en su delf¨ªn?. ?Se arrepiente el pol¨ªtico cordob¨¦s de haber repetido candidatura para el Congreso de los Diputados y, por tanto, de no haber preparado antes su regreso a la pol¨ªtica andaluza?
A la espera de conocer las respuestas a estas interrogantes y de los detalles de dicha operaci¨®n de lanzamiento de su nombre, lo mejor que puede pasar a partir de ahora es que unos y otros se pongan a trabajar para cumplir sus objetivos. La prioridad pasa por establecer v¨ªas eficientes de di¨¢logo entre el Gobierno central y la Junta. Se cruzan apuestas sobre si finalmente se progresar¨¢ o no en este campo.
De momento, el recurso del di¨¢logo y el consenso queda espl¨¦ndidamente bien como declaraci¨®n inicial de intenciones. Otra cosa ser¨¢ llevar estos deseos expresados en rimbombantes discursos de investidura a los terrenos de la realidad. Por tanto, queda mucha materia por delante.
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