SARA S'KIMDAT EMPLEADA DE SERVICIO DOM?STICO "A veces tengo problemas con ni?atos con el pelo rapado"
Sara S'kimdat (Choinate, Marruecos, 1970) lleg¨® a Sant Vicen? dels Horts a los dos a?os con su familia.Pregunta. Usted se cri¨® aqu¨ª, ?qu¨¦ sociedad descubri¨® primero?
Respuesta. En mi casa era como vivir en Marruecos. As¨ª, en casa ten¨ªa problemas con mi libertad, y fuera de casa ten¨ªa problemas por ser un individuo que viene de fuera. Yo percib¨ª una gran intolerancia de los inmigrados hacia el pa¨ªs donde estaban. Con esa mentalidad se forman comunidades cerradas y muy incomunicadas. Cuando tienes la edad en la que empiezas a salir tienes problemas con esa comunidad. Eres lo que odian. Est¨¢n muy basados en la religi¨®n y les resulta dif¨ªcil respetar a los que no son as¨ª.
P. Como primera generaci¨®n criada aqu¨ª, ?qu¨¦ problemas espec¨ªficos vivi¨®?
R. Sigo vinculada a mis or¨ªgenes, a mi historia y a la historia de mi gente. Me preocupa que mi gente no quiera integrarse, porque creo que la integraci¨®n debe producirse por ambas partes. Fuera de mi comunidad he tenido los mismos problemas que un cojo. Era rara. En el colegio me llamaban mora y me pegaba con los chicos. Viv¨ªa en un pueblo donde la mayor¨ªa eran emigrantes. Lo curioso es que este tipo de problemas los ten¨ªa con emigrantes, y no con catalanes. Hasta los 20 a?os el gran problema era la presentaci¨®n. Dec¨ªa mi nombre, cuando dec¨ªa que era de Marruecos detectaba un cambio de cara. Otro problema, claro, son los papeles, toda una complicaci¨®n a la hora de la contrataci¨®n. El problema que m¨¢s me divierte es el de los papeles. Vivo aqu¨ª legalmente desde hace 27 a?os, mi padre dispone de ciudadan¨ªa espa?ola y una simple renovaci¨®n de mi permiso de residencia es todo un problema. Nunca te puedes relajar al respecto.
P. ?Tiene todav¨ªa alg¨²n agravio con su comunidad y con la sociedad?
R. En mi comunidad me crea problemas la forma de vida que llevo siendo mujer. En mi vida parto de la idea de que mi religi¨®n no debe ser un condicionante externo. En cuanto te descuidas te llaman nissrania, es decir, pecador o persona que es de fuera. Me da rabia ese querer vivir el mundo que viv¨ªan all¨ª en una sociedad que se mueve de manera diferente. ?Agravios con esta sociedad? A veces tengo problemas con ni?atos con el pelo rapado.
P. Su distanciaci¨®n respecto a la tradici¨®n, ?es muy com¨²n entre las mujeres hijas de la primera generaci¨®n de inmigrantes?
R. Sucede, pero en un porcentaje bajo. En el momento en que una chica dice que quiere vivir su vida, su entorno se le cierra. Suele ocurrir que, tras casarse joven y con enfrentamiento familiar, las cosas acaben mal y la mujer, aislada, vuelva a su casa aceptando ciertas condiciones. Es peque?o el porcentaje de mujeres que sepan llevar bien eso de ser perfectamente musulmana con una vida occidental y sin romper con su gente.
P. ?Se ve viviendo sin problemas en Marruecos?
R. No.
P. ?Y aqu¨ª?
R. Los papeles son la pera.
P. Dentro de pocos a?os habr¨¢ muchas personas como usted, primera generaci¨®n de inmigrantes nacida y criada aqu¨ª, ?como ve ese grupo social?
R. Veo esperanza de enriquecimiento y de pluralidad cultural. Ser¨¢n gente que no reniegue de su pasado. Podr¨¢n ser arquitectos, y no s¨®lo construir los edificios. Considero que ser¨ªa un problema que olvidaran su pasado
P. Si usted se hubiera criado en el pa¨ªs de sus padres, ?habr¨ªa tenido los mismos problemas relacionados con su libertad como mujer y las mismas reacciones por su parte?
R. Creo que todo hubiera sido igual. La sociedad no me ha influido. Quiz¨¢s ha servido algo el hecho de ver un mundo diferente. Pero en Marruecos, de todas formas, tambi¨¦n se ve la televisi¨®n occidental, por ejemplo.
P. ?Ve en esta sociedad los muebles para acoger una nueva ola de inmigraci¨®n?
R. Habr¨ªa que cambiar cosas en el rollo cultural. Que a una ni?a se le practique la ablaci¨®n en Barcelona, por ejemplo, no es un valor cultural que respetar. En vez de tanto hablar de intercambios de cultura, se tendr¨ªa que empezar a hablar de lo que hay que aceptar. No todo es chachi en las culturas. Las costumbres no deben generar problemas para la convivencia de las personas.
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