La defensa del 'caso Lockerbie' acusa a terroristas palestinos
Fue una larga espera para el inicio del juicio por el atentado de Lockerbie, pero la defensa no perdi¨® tiempo para lanzar ayer, el primer d¨ªa de audiencias, una estrategia de contrataque frontal: aleg¨® la inocencia de los dos acusados libios, responsabiliz¨® a dos grupos terroristas palestinos e incluso hizo p¨²blicos los nombres de diez de sus miembros. Ellos ser¨ªan, seg¨²n esa tesis, los culpables de la bomba que destruy¨® un avi¨®n de Pan Am, en 1988, sobre la ciudad escocesa de Lockerbie, causando 270 muertos.
Los abogados de los acusados Abdel Baset al Megrahi y Al Am¨ªn Jalifa Fahima culparon al Frente Popular Palestino de Liberaci¨®n-Comando General y al oscuro y pr¨¢cticamente desconocido Frnte de Lucha Popular Palestino, ambos con sus cuarteles generales en Siria. En los primeros minutos de la audiencia, antes de iniciar la lectura de la acusaci¨®n, los abogados de los libios nombraron a diez miembros de las organizaciones terroristas, incluidos dos testigos claves de la fiscalia, Mohamed Abu Talb (testigo 963) y Paviz Taheri (testigo 996).La estrategia de la defensa "puede ser efectiva", asegura Andrew Fulton, profesor de Derecho de la Universidad de Glasgow. "Su ¨²nico deber es sembrar la duda en la mente de los jueces, [la idea de] que los dos acusados no fueron los autores. No necesitan probar que las organizaciones y personas nombradas son culpables".
Los dos libios mostraban un ¨¢nimo sombr¨ªo bajo su traje nacional. Ambos se mantuvieron cabizbajos tomando notas o mirando en la pantalla las pruebas aportadas por la fiscal¨ªa.
En la sala de audiencias, alfombrada de azul y con amplias butacas del mismo color, alrededor de 40 familiares de las v¨ªctimas del vuelo 103 de Pan Am se sentaron en el centro, cogidos de las manos. En ocasiones, algunos lloraron. Una mujer se aferraba al retrato enmarcado de su hija, que como otros pasajeros viajaba a reunirse con su familia para Navidad. En el ala izquierda, una veintena de parientes de los acusados, que viajaron especialmente de Libia para el proceso. Entre ellos estaba Jaled, el hijo de 15 a?os de Al Megrahi, a solo unos metros de su padre, pero separado por un enorme cristal antibalas que divide la sala. El muchacho se qued¨® dormido mientras escuchaba el testimonio de un controlador a¨¦reo traducido al ¨¢rabe a trav¨¦s de los aud¨ªfonos. El grupo, que inclu¨ªa a las esposas de Al Megrahi y Fahima evit¨® los contactos con la prensa. S¨®lo Al¨ª Fahima, primo de Al Am¨ªn, dijo: "Todos sabemos que son inocentes".
La acusaci¨®n contra los dos libios de conspiraci¨®n de asesinato, asesinato y violaci¨®n a las leyes de aviaci¨®n civil es, seg¨²n Fulton, "de contenido s¨®lido". "A pesar de no tener elementos espectaculares, los relaciona con los lugares donde fue preparado el atentado", a?ade el jurista.
En la acusaci¨®n se dice que ambos, antiguos empleados de las l¨ªneas a¨¦reas libias en Malta, eran adem¨¢s agentes del servicio secreto de Muammar Gaddafi y que utilizaron pasaportes falsos, obtuvieron al menos 20 mecanismos de relojer¨ªa de precisi¨®n en Suiza, y probaron explosivos de alta eficacia en campos de entrenamiento militar en Libia.
Las dudas de una espa?ola
La espa?ola Marina Larracoechea toma notas en una libreta subrayando en rojo lo que le parece importante. Larracoechea, que perdi¨® a su hermana Mar¨ªa Nieves en el vuelo 103, del que era azafata, lanz¨® por la borda su carrera de dise?o interior en Nueva York y ha dedicado todo su tiempo y energ¨ªa a una investigaci¨®n paralela que la ha convertido en una de las familiares de las v¨ªctimas m¨¢s significadas."Tengo enormes dificultades para aceptar que esta gente sean los autores, pero, aunque lo sean, son muy peque?os", dice. No disimula su indignaci¨®n con las autoridades estadounidenses que, seg¨²n sus investigaciones, estaban perfectamente informadas de las amenazas previas y de los riesgos de un atentado en ese vuelo. "No lo hicieron p¨²blico y no tomaron medidas para prevenirlo", asegura.
Larracoechea, que decidir¨¢ esta semana si se queda a vivir en Holanda durante el proceso (que se prev¨¦ dure un a?o), solicit¨® a la fiscalia escocesa una acusaci¨®n privada suplementaria, una figura judicial permitida en la legislaci¨®n espa?ola, pero que fue rechazada. "La fiscal¨ªa escocesa nos est¨¢ representando [a los familiares], pero todos sabemos que la prioridad de la fiscal¨ªa son los intereses nacionales, la seguridad del Estado".
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