"Ser madrile?o es una buena manera de ser ciudadano del mundo"
Jos¨¦ Luis Par¨¦s, madrile?o nacido en Ant¨®n Mart¨ªn, estudi¨® en un colegio laico de Atocha. Es hijo y nieto de escultores. De ellos hered¨® su taller de la calle de San Felipe Neri, donde trabaja, a un paso de la plaza Mayor. De ambos recibi¨® el oficio y la pasi¨®n por modelar, arte que ejerce de forma ininterrumpida desde que ganara un certamen de arte joven, siendo ¨¦l a¨²n adolescente. Estudi¨® dibujo y modelado en la Escuela de Artes y Oficios y complet¨® su aprendizaje en Roma. De sus manos han surgido decenas de esculturas, algunas de las cuales ornamentan c¨¦ntricos enclaves madrile?os, como la dedicada a Beatriz Galindo, La Latina, en el Paseo de Extremadura; el monumento a Alonso Mart¨ªnez, en la plaza de su nombre; las d¨²plicas en bronce de los leones del Estanque del Retiro, o los evangelistas que decoran la fachada norte de la catedral de la Almudena. Hombre reflexivo y enamorado de su trabajo, ha dedicado sus ¨²ltimos veinte a?os a la docencia, que imparte en la Facultad de Bellas Artes, donde es catedr¨¢tico de T¨¦cnicas del ?rea de Escultura. Varios miles de estudiantes han conocido, por ¨¦l, los arcanos de este arte. Hoy, a sus 58 a?os, mantiene una tensi¨®n viva, adolescente, por ampliar a¨²n su maestr¨ªa y su destreza.Pregunta. Algunos consideran la escultura como un arte fr¨ªo. ?Qu¨¦ piensa de ellos?
Respuesta. Yerran. No es un arte fr¨ªo: tiene tres dimensiones, como los seres humanos, que todav¨ªa poseemos una m¨¢s, el pensamiento. ?C¨®mo puede ser fr¨ªo algo que con los ojos cerrados nos permite leer el lenguaje de la realidad con el tacto?
P. ?Recibe el escultor alguna forma de satisfacci¨®n o de gozo ante su obra?
R. Yo creo que m¨¢s que satisfacci¨®n, te suscita dudas. Te hace preguntarte c¨®mo es posible que una escultura de la fachada de una catedral, por ejemplo, trascienda la vida de la persona que la realiz¨® y perdure en el tiempo.
P. ?Qu¨¦ suele aconsejar a los futuros escultores?
R. Que cuiden de su formaci¨®n siempre atentos al mundo cl¨¢sico. El artista necesita beber en ese pozo de sabidur¨ªa que nos ofrece el clasicismo.
P. ?Aportan algo las nuevas tecnolog¨ªas al arte escult¨®rico?
R. No es la t¨¦cnica, sino la cabeza del hombre, la que dirige el mundo, aunque surjan nuevas herramientas.
P. ?Es la materia rebelde a su manipulaci¨®n?
R. No. Es el veh¨ªculo m¨¢s d¨®cil y f¨¢cil de ser tratado.
P. ?Por qu¨¦ motivo?
R. La materia se sit¨²a entre yo mismo y los dem¨¢s, en medio de ambos. En su seno se encuentra depositado todo cuanto quiero decirles; ella es el veh¨ªculo de mi voluntad de comunicaci¨®n con los otros seres.
P. ?Qu¨¦ se plantea comunicar con sus obras madrile?as?
R. Quiz¨¢ decir que si se es un buen madrile?o se puede llegar a ser un buen ciudadano del mundo.
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