?Yeltsinismo sin Yeltsin?
El hombre enigma de la pol¨ªtica rusa, Vlad¨ªmir Putin, se convierte hoy en el segundo presidente de la rep¨²blica rusa. En vano se buscar¨¢ en su libro autobiogr¨¢fico de entrevistas, publicado durante la campa?a electoral, la explicaci¨®n de este ascenso. Venticuatro horas antes de su inauguraci¨®n, Putin present¨® una ley a la Duma que le autoriza a gobernar la rep¨²blica chechena desde el Kremlin. En su libro prev¨¦ esta soluci¨®n para uno o dos a?os, pero despu¨¦s parece renunciar a ella debido a lo incierto de la situaci¨®n en la rep¨²blica rebelde. Finalmente, vuelve a ella a falta de otra mejor: la guerra de partisanos que llevan los hombres de Asl¨¢n Masj¨¢dov parece eclipsada por otros acontecimientos, m¨¢s significativos para la prensa internacional. Sin embargo, el Consejo de Europa decidir¨¢ el pr¨®ximo jueves si suspende a Rusia por ese asunto y los pron¨®sticos no son muy favorables.Kagebista de formaci¨®n, a Vlad¨ªmir Putin le gustar¨ªa que volvieran los valores de anta?o. Ha encargado a su ministro de Situaciones de Emergencia, Sergu¨¦i Shoigu, formar un aut¨¦ntico partido, Unidad, cuyo emblema es un oso que marcha de izquierda a derecha. Pillado en el engranaje, el fiel ministro ha convocado tambi¨¦n el Congreso de las juventudes pro-Putin. Era bastante pat¨¦tico ver a dos j¨®venes rubias explicar c¨®mo, interrogadas la v¨ªspera sobre si les interesaba la pol¨ªtica, respondieron que s¨ª, lo que les vali¨® una invitaci¨®n al Congreso. Uno no puede por menos que quedarse perplejo al ver c¨®mo se ponen en marcha unas instituciones, encargadas de sustituir al PCUS, por decisiones de unos ilustres desconocidos, sin claro nexo ideol¨®gico entre s¨ª, situados en los puestos de mando.
Sin embargo, Vlad¨ªmir Putin no es un anticomunista. Reprocha al partido de Guennadi Ziug¨¢nov su apego a los tarakani (cucarachas, los que quieren confiscar y nacionalizar todos los bienes ya privatizados). "No seremos socios mientras mantenga tal punto de vista", declara categ¨®ricamente, pretendiendo ignorar que el PC ha abandonado desde hace mucho tiempo su reivindicaci¨®n de cambio global de propiedad. Probablemente, Putin toma ese aire tan duro para justificar el cambio de propietario de la industria del n¨ªquel, producido durante los ¨²ltimos meses, que ahora es de un consorcio que posee el 75% de la industria. Pero no nos perdamos en especulaciones. El hecho es que Ziug¨¢nov est¨¢ dispuesto a apoyar la propuesta de Putin de administrar directamente Chechenia y muchas otras m¨¢s.
El nuevo presidente de Rusia dir¨¢ hoy qui¨¦n ser¨¢ su primer ministro e incluso qui¨¦n formar¨¢ parte de su Gobierno. Los ¨²ltimos tres d¨ªas Putin los pas¨® en Sochi preparando, acompa?ado de unos pocos consejeros, una serie de decretos de importancia nacional. ?Ser¨¢ Mija¨ªl Kas¨¢nov, actual viceprimer ministro ascendido a la categor¨ªa de jefe de Gobierno? ?Formar¨¢n parte de su equipo Sergu¨¦i Gl¨¢ziev y Yuri Masliukov, dos importantes comunistas? Hay mil preguntas m¨¢s sobre el nuevo poder. Vlad¨ªmir Putin deber¨¢ contestarlas. A menos que decida dejar las cosas como est¨¢n, lo que significar¨ªa hacer yeltsinismo sin Yeltsin. Muchos de sus compatriotas sospechan que justamente es esto lo que quiere. Pero no nos anticipemos, en unas horas lo sabremos.
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