Putin asume la presidencia sin desvelar sus intenciones
Nadie sabe todav¨ªa si optar¨¢ por un gobierno autoritario o por la socialdemocracia
Vlad¨ªmir Putin ha logrado llegar a su investidura como presidente de Rusia con todas las cartas en la mano, pero sin haber mostrado ni una sola, haciendo gala de sus cualidades de esp¨ªa. Nadie sabe a ciencia cierta qu¨¦ tiene en mente, si se decidir¨¢ por unas reformas econ¨®micas radicales acompa?adas de un r¨¦gimen autoritario estilo Pinochet o si optar¨¢ por una socialdemocracia de las que ha habido muchos ejemplos en Europa Occidental. Putin apenas entreabri¨® ayer la cortina de misterio sobre sus planes al pronunciar un discurso program¨¢tico ante la Comisi¨®n Electoral Central.
Putin (que ayer regres¨® de Sochi, en el mar Negro, donde ha pasado una semana de vacaciones) intervino ante la conferencia de representantes de las comisiones electorales regionales con un discurso que contiene por lo menos algunas de las bases de su programa presidencial, aunque no aclara demasiado.Una vez m¨¢s, el presidente electo, que hoy ser¨¢ investido oficialmente, se declar¨® ardiente partidario de la democracia. Lo m¨¢s importante de los ¨²ltimos a?os, durante los cuales en el pa¨ªs "han ocurrido cambios muy profundos", es que Rusia "asimil¨® los fundamentos de la democracia", cuyo principal elemento son las elecciones, recalc¨® el presidente. Putin arremeti¨® contra los m¨¦todos sucios usados en las campa?as electorales anteriores y se?al¨® que "la causa de las tecnolog¨ªas sucias no s¨®lo reside en la debilidad de las leyes, sino tambi¨¦n en el hecho de que algunos se guiaban seg¨²n el principio de todo a la venta". "Como resultado", continu¨® Putin, "la sociedad casi ha cre¨ªdo que la pol¨ªtica es un asunto sucio". Semejante actitud, opin¨® el presidente, "abre el camino en pol¨ªtica a gente con pasado criminal". Putin tambi¨¦n critic¨® a aquellos medios de comunicaci¨®n que "usaron su libertad en perjuicio de la sociedad". El mensaje del l¨ªder ruso es claro: s¨ª a la democracia, no al juego sucio. Dif¨ªcilmente habr¨¢ quien, en principio, se oponga a esta f¨®rmula; el problema es c¨®mo conseguirlo y con qu¨¦ m¨¦todos.
Es aqu¨ª donde surge la desconfianza, y el pasado de Putin como agente de los ¨®rganos de Seguridad, que lleg¨® a dirigir bajo Bor¨ªs Yeltin, se yergue como un fantasma. ?Utilizar¨¢ al Servicio Federal de Seguridad (SFS, ex KGB) para imponer el orden y conseguir sus metas aparentemente altruistas? Algunos no lo dudan. Esta semana, el prestigioso diario Kommersant public¨® un proyecto, supuestamente preparado por el equipo de Putin, sobre reforma de la Administraci¨®n presidencial, de acuerdo con el cual el Kremlin resucitar¨ªa los m¨¦todos de control total propios del KGB sovi¨¦tico.
El documento publicado por Kommersant comienza asegurando que "la sociedad rusa exige, y est¨¢ esperando, acciones decisivas para establecer el orden en el pa¨ªs en los aspectos pol¨ªtico, econ¨®mico y moral". La Administraci¨®n presidencial, de acuerdo con el texto, adquirir¨ªa "tareas pol¨ªticas clave" (seg¨²n Kommersant, ella se convertir¨ªa en una especie de Politbur¨®, el m¨¢ximo ¨®rgano de poder en la ¨¦poca comunista, mientras que el Gobierno quedar¨ªa relegado a un segundo plano) y se crear¨ªa un poderoso Directorio Pol¨ªtico en el que el SFS desempe?ar¨ªa un papel primordial. El diario concluye que "el siniestro espectro del control del pensamiento" planea sobre Rusia. El servicio de prensa del presidente calific¨® el texto de "falsificaci¨®n period¨ªstica".
Sea como fuere, es indudable que durante la gesti¨®n de Putin ha habido signos preocupantes que apuntan hacia la militarizaci¨®n de la sociedad y el aumento del control estatal. As¨ª, uno de los primeros decretos firmados por Putin al asumir como presidente interino fue el que restablece la ense?anza militar en las escuelas. M¨¢s tarde, tambi¨¦n recuper¨® la instituci¨®n de comisarios pol¨ªticos en los cuarteles. Por ¨²ltimo, la nueva doctrina de defensa autoriza la intervenci¨®n del Ej¨¦rcito en los conflictos internos rusos.
No es menos cierto que tambi¨¦n ha habido signos alentadores. El principal ha sido la ratificaci¨®n de la inocencia del ex capit¨¢n Alexandr Nikitin por el Tribunal Supremo, que rechaz¨® el recurso de apelaci¨®n interpuesto por la fiscal¨ªa de San Petersburgo. Nikitin hab¨ªa sido acusado de esp¨ªa por haber redactado para la organizaci¨®n ecologista noruega Bellona un informe sobre la contaminaci¨®n radiactiva del mar por parte de la Flota del Norte. La acusaci¨®n se hab¨ªa hecho cuando Putin era director del SFS y el principal impulsor hab¨ªa sido el jefe del SFS en San Petersburgo, amigo personal del presidente que ha ascendido a vicedirector de los ¨®rganos de Seguridad. Adem¨¢s, Putin hab¨ªa declarado que las organizaciones ecologistas eran tapaderas de los servicios secretos extranjeros. Todo ello hac¨ªa pensar que el Supremo ser¨ªa presionado y que finalmente devolver¨ªa el caso para continuar la investigaci¨®n en San Petersburgo. Pero nada de eso ocurri¨®.
Otro signo positivo ha sido el nombramiento de Andr¨¦i Ilari¨®nov, un economista ultraliberal que dirige el Instituto de An¨¢lisis Econ¨®mico, como asesor de Putin, lo que demuestra las serias intenciones del presidente de continuar las reformas y probablemente de realizar los cambios estructurales que tanto necesita la econom¨ªa de Rusia, la cual, seg¨²n algunos especialistas, en gran parte sigue siendo la de un Estado socialista. Lo primero que ha hecho Ilari¨®nov ha sido invitar a Mosc¨² a Jos¨¦ Pi?era, uno de los arquitectos del sistema de pensiones de Chile, para estudiar la posibilidad de aplicar un modelo similar en Rusia. Pero el hecho de haberle nombrado asesor no significa que Putin adoptar¨¢ sus puntos de vista, y algunos opinan que el papel de Ilari¨®nov ser¨¢ impedir que se tomen decisiones claramente antimercado.
En cualquier caso, lo cierto es que tanto en la Administraci¨®n presidencial como en el Gobierno hay un ambiente de p¨¢nico ante las incertidumbres sobre el futuro inmediato. A pesar de que el jefe de la Administraci¨®n presidencial, Alexandr Voloshin, es considerado hombre de confianza del magnate Bor¨ªs Berezovski, la mayor¨ªa de los observadores piensa que sobrevivir¨¢ por un tiempo, as¨ª como tambi¨¦n sus vices. Putin ha repetido en numerosas ocasiones que no debe haber empresarios y financieros privilegiados, y que la gran influencia que pose¨ªan algunos debe terminar. Aparentemente, ahora los llamados oligarcas han pasado a segundo plano, pero todav¨ªa muchos creen que se trata s¨®lo de apariencias y que los magnates siguen dictando pol¨ªtica en el Kremlin.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.