Pol¨¦mico r¨¦cord de m¨¢rtires en Roma
El papa Juan Pablo II est¨¢ dispuesto a batir su propio r¨¦cord en concesi¨®n de honores religiosos, a?adiendo a la ya larga lista de santos y beatos una relaci¨®n de 13.000 nuevos m¨¢rtires de todas las confesiones cristianas, v¨ªctimas de los grandes cataclismos ideol¨®gicos que han sacudido el siglo XX. En una ceremonia solemne, concebida como una gran escenograf¨ªa televisiva, el Pont¨ªfice honrar¨¢ hoy la memoria de todos estos "testigos de la fe" cristiana en el Coliseo de Roma.Despu¨¦s de invocar el mea culpa por los pecados cometidos por la Iglesia en dos mil a?os de historia y de pedir perd¨®n a los jud¨ªos por el antisemitismo cristiano, Karol Wojtyla pasa factura ahora al "totalitarismo sovi¨¦tico", al comunismo, al nazismo, al fascismo y al "odio contra la fe" cat¨®lica en Espa?a y M¨¦xico, culpables de haber sembrado de m¨¢rtires el siglo XX. Una comisi¨®n del Jubileo ha trabajado desde 1995 en la elaboraci¨®n de un cat¨¢logo de "testigos de la fe", en el que, hasta el momento, han sido incluidas 12.692 personas. Pese a la reserva con que el Vaticano ha elaborado el cat¨¢logo, las primeras filtraciones permiten aventurar que la selecci¨®n est¨¢ destinada a crear pol¨¦mica.
La pugna entre las diversas iglesias nacionales y los deseos del Pont¨ªfice de que el cat¨¢logo tenga amplitud ecum¨¦nica han dado como resultado una lista confusa y complicada en la que pesan, sobre todo, los nombres de las v¨ªctimas del comunismo, ya sea en el apartado dedicado al totalitarismo sovi¨¦tico, al "comunismo en otros pa¨ªses de Europa" o bajo la categor¨ªa de los que padecieron "del odio a la fe cat¨®lica en Espa?a y M¨¦xico". Junto a ellos, en un sorprendente caos, figuran v¨ªctimas de la Mafia, como el juez Paolo Borsellino, fervoroso cat¨®lico, aunque ¨¦ste fuera un detalle secundario para Cosa Nostra, o el l¨ªder de la Democracia Cristiana italiana Aldo Moro, asesinado por las Brigadas Rojas no precisamente por razones de fe religiosa.
En cambio, la selecci¨®n es particularmente escueta en lo que respecta a Am¨¦rica Latina, un territorio dominado a lo largo del siglo que concluye por sangrientas dictaduras militares. En la ceremonia de hoy s¨®lo est¨¢ previsto que se citen los ejemplos de los obispos Alejandro Labaka, un capuchino que dedic¨® su vida a los indios del Amazonas, y Jes¨²s Emilio Jaramillo, titular de la di¨®cesis de Arauca (Colombia), asesinado por los guerrilleros. La ausencia del arzobispo de San Salvador ?scar Arnulfo Romero, asesinado por los progubernamentales escuadrones de la muerte en 1980, ha provocado numerosas protestas que han decidido al Vaticano a incluir su nombre en una de las oraciones que pronunciar¨¢ el Papa.
Los organizadores del evento se han justificado explicando que las di¨®cesis de Am¨¦rica Latina no han suministrado m¨¢s que 333 nombres de m¨¢rtires. No se puede decir lo mismo de la Iglesia espa?ola. En enero pasado, el historiador Vicente C¨¢rcel ya precis¨® que se hab¨ªan recopilado no menos de 10.000 nombres de m¨¢rtires espa?oles, la mayor¨ªa correspondientes a los a?os 1931-39, aunque no todos incluidos en la lista del Vaticano.
No obstante, la mayor¨ªa de los "admitidos" en el pante¨®n de la fe son v¨ªctimas del totalitarismo sovi¨¦tico y del comunismo en general. No en vano Juan Pablo II ha hecho de su pontificado una guerra contra la ideolog¨ªa m¨¢s poderosa del siglo XX.
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