GABRIEL MATO Especialista en oncolog¨ªa infantil "La implicaci¨®n del farmac¨¦utico reduce el coste del tratamiento del c¨¢ncer infantil"
Una mayor participaci¨®n de los farmac¨¦uticos en los equipos multidisciplinares que abordan y planifican el tratamiento del c¨¢ncer pedi¨¢trico puede reducir en un 30% los costes en medicamentos. As¨ª lo asegura Gabriel Mato, coordinador desde hace ocho a?os de la Unidad de Mezclas Intravenosas del Hospital Infantil Juan P. Garrahan de Buenos Aires (Argentina). Con 500 camas, es el mayor hospital de sus caracter¨ªsticas en Suram¨¦rica, y es, adem¨¢s, una referencia obligada en el abordaje de la oncolog¨ªa infantil para otros pa¨ªses de Latinoam¨¦rica.Mato, bi¨®logo y qu¨ªmico, doctorado por la Universidad de Buenos Aires, estuvo la semana pasada en Sevilla para intercambiar experiencias con el Hospital Infantil Virgen del Roc¨ªo sobre la organizaci¨®n de la farmacia oncol¨®gica hospitalaria. Gabriel Mato dirige a medio centenar de profesionales, que preparan cada d¨ªa entre 70 y 80 dosis espec¨ªficas. "Cada una es ¨²nica y para un ¨²nico paciente", se?ala. Y a?ade: "Hay que tener en cuenta que, mientras que en el tratamiento del c¨¢ncer en adultos las dosis son las mismas -la superficie corporal y el peso son los que determinan la cantidad de un preparado de estas caracter¨ªsticas-, en el c¨¢ncer infantil estas dos premisas (peso y superficie) var¨ªan notablemente, pues nunca ser¨¢ lo mismo tratar a un ni?o de seis meses, por ejemplo, que a uno que tenga 12 o 13 a?os", explica.
El doctor Mato precisa que, en su hospital, en el que atienden m¨¢s de medio millar de nuevos tumores cancer¨ªgenos al a?o, se ahorran, "s¨®lo en citost¨¢ticos, m¨¢s de 50 millones de pesetas, y otros tantos, por lo menos, en el preparado de antibi¨®ticos". Hace ya 30 a?os que se demostr¨® la importancia de un control riguroso sobre los productos que intervienen en el tratamiento oncol¨®gico, as¨ª como el cuidado que hay que tener con su manipulaci¨®n.
Diversos trabajos publicados en revistas especializadas en Estados Unidos, a partir de estudios realizados con el personal de enfermer¨ªa, demostraron que las enfermeras que manipulaban citost¨¢ticos sufr¨ªan alteraciones en su salud, incluso la frecuencia de abortos entre estos grupos era m¨¢s alta que en aquellos que trabajan en otros servicios. A partir de estas experiencias, Gabriel Mato se plante¨® organizar la Unidad de Mezclas Intravenosas para el tratamiento del c¨¢ncer infantil en el hospital Garrahan. ?l estaba seguro, entonces, de que la optimizaci¨®n terap¨¦utica, el aumento en los mecanismos de control y la reducci¨®n de costes econ¨®micos en f¨¢rmacos iban a ser los tres pilares que sustentasen su ¨¦xito.
"Ahora, antes de administrarle el medicamento a cada paciente, tenemos hasta tres mecanismos de control para evitar cualquier posible error: el del m¨¦dico que prescribe, el del farmac¨¦utico que hace el preparado y el de la enfermera que revisa la prescripci¨®n. Esto nos garantiza que al enfermo le llega siempre la dosis en tiempo y forma precisa". "Porque cualquiera puede cometer un error", a?ade Mato, "pero el resultado, en el proceso global, tiene que ser cero en equivocaciones".
Sobre la participaci¨®n de los farmac¨¦uticos en el tratamiento y seguimiento de los enfermos, el bioqu¨ªmico argentino no tiene dudas: "Estando los farmac¨¦uticos al corriente de los protocolos, de las voces que intervienen en ellos, as¨ª como de la frecuencia con que las drogas se administran, puede llegarse a hacer un control mucho m¨¢s eficaz sobre la prescripci¨®n, de tal forma que si hubiese errores, se detectar¨ªan mucho antes".
Pero los beneficios de una participaci¨®n m¨¢s activa del farmac¨¦utico no son s¨®lo para el paciente, que recibe siempre la dosis exacta. Otra ventaja es que se ha conseguido elevar casi al 100% la seguridad. Adem¨¢s, las enfermeras disponen de m¨¢s tiempo para atender a otras parcelas en el cuidado de los pacientes y corren menos riesgos de contaminaci¨®n, al no ser ellas las que elaboran y manipulan los citost¨¢ticos.
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