M¨²sica de andar por casa
Pan, hijo de Hermes y de la ninfa Driope, es para la mitolog¨ªa griega el dios de los reba?os y de los pastores. Ten¨ªa cuernos, patas de cabra y abundante vello sobre su mitad de cuerpo humano. Y ten¨ªa un caramillo: una especie de flauta de sonido agudo que a¨²n hoy utilizan algunos pastores. Pan pasa por se el inventor de esa curiosa flauta que ha logrado llegar hasta nuestros d¨ªas. En la ¨¦poca en la que se fragu¨® este mito no cab¨ªa imaginar los adelantos t¨¦cnicos y cient¨ªficos que nos rodear¨ªan miles de a?os despu¨¦s. Probablemente el dios Pan fabric¨® su flauta con lo primero que encontr¨®. Y quiz¨¢s ah¨ª radica el imperecedero ¨¦xito de su invento.Para quienes no conozcan el mito de Pan, las flautas que durante ayer y hoy se exponen dentro de la muestra de instrumentos caseros que han realizado alumnos de primer curso de Educaci¨®n Musical de la Universidad de Almer¨ªa, podr¨ªan parecer simples piezas elaboradas para un trabajo de clase. Pero son mucho m¨¢s. Son el resultado de un estudio que se adentra en la historia, m¨¢s all¨¢ de la teor¨ªa de las escalas musicales o las diferencias entre los sonidos agudos o graves.
Estas flautas no son m¨¢s que una peque?a parte de la exposici¨®n que hasta hoy se puede ver en el vest¨ªbulo de la biblioteca de la Universidad de Almer¨ªa. Maracas realizadas con calabazas, xil¨®fonos elaborados a partir de botellas de cristal o guitarras recreadas a partir de instrumentos en desuso, son otras piezas de la muestra.
A principios de curso, la profesora de M¨²sica, Mari Carmen Brotons, anim¨® a sus alumnos a fabricar, con los medios que tuvieran m¨¢s a mano, un instrumento musical. El ¨¦xito de la propuesta fue tal que, lo que en un principio era una actividad del aula hacia adentro, se ha convertido en una muestra abierta.
Crotato Rodr¨ªguez, alumno de 1? de M¨²sica ten¨ªa en casa los restos de lo que alguna vez fue una guitarra. Cuando surgi¨® la idea pens¨® en aprovechar aquellas maltrechas piezas y hacer una nueva a su medida. Una vez acabada, se llev¨® con ella varios d¨ªas bajo el brazo para entregarla en clase. "Era como llevar una carpeta. Por eso la he llamado guitarra-carpeta", explica.
Juan Bonillo no puede reprimir su pasi¨®n por el mar y con unas conchas, una destartalada caja de pescado y algunas cuerdas ha fabricado un bello "Colgante sonoro del mar" que ofrece sonidos simples y deliciosos. "Creo que es importante que nosotros podamos hacer esto para despu¨¦s transmit¨ªrselo a los que ser¨¢n nuestros alumnos. Este tipo de actividades despierta la creatividad y puede servir tambi¨¦n para asignaturas de pl¨¢stica. Adem¨¢s, se trabaja con la idea del reciclaje", comenta Juan Bonillo. Todos sus compa?eros comparten la misma idea. "Que los ni?os hagan sus instrumentos potencia su imaginaci¨®n, su creatividad, y aprenden que todo tiene un sonido", aseguran.
Alberto Caballero es de Sevilla y cerca de su casa hay un ca?averal. Eso le llev¨® a crear una flauta de Pan. Joaqu¨ªn Cintado, de Ronda (M¨¢laga), ten¨ªa un amigo aprendiz de artesano. ?l fue el que le ense?¨® a hacer un tam-tam, la pieza mejor realizada de toda la exposici¨®n.
Unos simples l¨¢pices de colores sirven para hacer un xil¨®fono y unos botes vac¨ªos de cristal para componer la melod¨ªa de Sonrisas y l¨¢grimas. Con un poco de o¨ªdo y un pel¨ªn de ma?a, a unos tristes botes de cristal condenados a la basura se les puede arrancar una melod¨ªa tan bella como la de la c¨¦lebre pel¨ªcula. A Jos¨¦ Ram¨®n Ramos apenas le llev¨® una hora descubrir la "escala musical" que los botes le ofrec¨ªan.
"Todo tiene sonido. Y a todo se le puede sacar partido". Esa era la conclusi¨®n a la que ayer llegaban estos estudiantes de M¨²sica. Aunque no lo dijeran, eran conscientes de que su peque?a aventura como artesanos se transformar¨¢ en un efectivo e ilusionante aprendizaje de sus futuros alumnos".
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