Jon Juaristi e Ignacio Padilla discuten sobre ficci¨®n y realidad
La publicaci¨®n por la editorial Espasa de dos libros de ensayo: Contra la imaginaci¨®n, de Christophe Donner, y Elogio de la ficci¨®n, de Marc Petit, fue la excusa para que ayer el ensayista Jon Juaristi y el escritor mexicano Ignacio Padilla debatieran, o m¨¢s bien conversaran, acerca de los aspectos que acercan la ficci¨®n a la realidad o de las brechas que las separan.Partiendo del principal planteamiento de Elogio de la ficci¨®n, que afirma que la realidad es inasequible, por lo que toda descripci¨®n a trav¨¦s de las palabras nunca ser¨¢ igual a esa realidad, Padilla, que abri¨® el debate, celebrado en la Facultad de Ciencias de la Informaci¨®n de Madrid, se?al¨® que se han cometido dos errores en torno a la palabra imaginaci¨®n. El primero, dijo, "es vincularla a la evasi¨®n. Eso equivaldr¨ªa a decir que El Quijote evadi¨® la realidad. Pero en el proceso de psicosis que vive Alonso Quijano decide transformar la realidad, ajustar la no ficci¨®n a trav¨¦s de la ficci¨®n. El romanticismo tambi¨¦n se ha olvidado de un detalle, que Quijano muere cuerdo. Y sin esa vuelta de la imaginaci¨®n a la realidad no hubiera existido Don Quijote", apunt¨® Padilla.
El otro error, continu¨® el autor de Amphitryon, obra ganadora del Premio Primavera de Novela 2000, ha sido contraponer la imaginaci¨®n a la realidad. "Ambos son dos espejos que, forzados, han hecho mucho da?o a uno y a otro", reflexion¨® Padilla, que se defini¨® como un gran defensor de la imaginaci¨®n, "aunque eso no implica ser radical", afirm¨®.
Memoria-imaginaci¨®n
Jon Juaristi, que de entrada coment¨® sentirse divertido con el juego en el que "¨¦l [Padilla] est¨¢ contra el ensayo y yo contra la novela", hizo una aclaraci¨®n sobre lo dicho por Padilla. "?l ha hecho un elogio de la ficci¨®n, pero no un ataque de la no ficci¨®n". Juaristi, que se defini¨® como un gran lector de novelas, afirm¨® que tanto la obra de Petit como la de Christophe Donner (en la que este autor no s¨®lo ataca la imaginaci¨®n, sino que llega a afirmar que la novela es la peor enemiga actual de la realidad por su pretensi¨®n de verosimilitud) son interesantes, pero, dijo, plantean un debate m¨¢s del mundo literario franc¨¦s, influido a su vez por la tradici¨®n filos¨®fica alemana. "Un ingl¨¦s nunca habr¨ªa opuesto memoria-imaginaci¨®n. Las distinciones que realizan los dos autores no se hubieran podido dar en un ambiente cultural distinto del franc¨¦s", explic¨®.
El autor de El bucle melanc¨®lico, premio Espasa 1997 y Nacional de ensayo 1998, calific¨® la novela como un g¨¦nero imperialista que tiende a devorar a los dem¨¢s g¨¦neros literarios. Aunque admiti¨® que el ensayo puede utilizar las reglas de construcci¨®n propias de la novela, Juaristi se?al¨® que el problema est¨¢ en que el ensayo no puede admitir una cierta l¨®gica de la ficci¨®n. "En el ensayo, si bien existe la conjetura, hay un pacto t¨¢cito con lo lectores de que lo que leen no es ficticio. En este pacto con los lectores radica la diferencia entre un historiador y un novelista", afirm¨®.
Babelia
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