Los independentistas denuncian la estrategia de Clinton en la isla de Vieques

L¨ªderes independentistas puertorrique?os en Europa denunciaron ayer que el refer¨¦ndum propuesto por el presidente de EEUU, Bill Clinton, y el gobernador de Puerto Rico, Pedro Rosell¨®, para que los habitantes de la isla de Vieques decidan si quieren que en su territorio siga existiendo un campo de maniobras de la Armada estadounidense, est¨¢ viciado, ya que habr¨¢ un incentivo de 50 millones de d¨®lares (m¨¢s de 9.000 millones de pesetas) en el caso de que se permita la existencia del campo de tiro y la utilizaci¨®n de fuego real. "En esta partida los dados est¨¢n cargados", se?al¨® Ram¨®n Dar¨ªo Molinary, presidente de Acci¨®n Soberanista Puertorrique?a.Mientras, en la isla siguen las protestas. El l¨ªder del Partido Independentista Puertorrique?o (PIP), Rub¨¦n Berrios, fue detenido anteayer por penetrar en los terrenos del campo situado en el este de la isla. A pesar de las amenazas formuladas por fiscales federales de que se aplicar¨ªa a quienes penetrasen en los terrenos de la Armada multas de hasta de 250.000 d¨®lares y peticiones de c¨¢rcel de hasta 10 a?os, Berrios fue liberado horas m¨¢s tarde sin fianza y con una petici¨®n de multa leve. El pasado 4 de mayo, el obispo de Puerto Rico y tres congresistas estadounidenses de origen puertorrique?o ya fueron desalojados a la fuerza por la polic¨ªa federal.

El plan de Clinton y Rosell¨® prev¨¦ que, entre agosto de este a?o y febrero de 2002, los 9.000 habitantes de Vieques decidan el futuro del campo de maniobras. Vieques, una isla situada al sur de Puerto Rico, de 28 kil¨®metros de largo y 6 de ancho, se halla divida en tres sectores: al oeste, unos terrenos de la reserva naval de EEUU que ser¨¢n devueltos este a?o; en el centro, el ¨¢rea civil, cuya principal poblaci¨®n es Isabel Segunda, y en el este, el campo de maniobras, paralizado desde que hace un a?o la muerte de un vigilante desencadenara una campa?a de desobediencia civil. "La zona que se va a entregar es la contraria a donde se producen los bombardeos y el plazo para la celebraci¨®n de la votaci¨®n es demasiado amplio", explic¨® Molinary, quien a?adi¨® que en Washington hay congresistas que estiman que se trata s¨®lo de un problema de dinero. "Y eso es un insulto al pueblo de Puerto Rico", concluy¨®.