Colas en Mestalla

"Lo primero que quiero hacer es ducharme y dormir, sobre todo dormir". Salvador Bixquert se ha pasado cinco d¨ªas apostado en la cola del estadio de Mestalla para ser el primero de la cola que le permitiera comprar una entrada para la gran final de Par¨ªs. Por fin, ayer, cuando abrieron las taquillas a las 13.00, Bixquert, camarero de 28 a?os, consigui¨® tan preciado objeto: la entrada de Par¨ªs. En realidad se llev¨® dos localidades, las dos a las que ten¨ªan derecho los socios y accionistas (deb¨ªan cumplir ambos requisitos) que han estado en las largas colas de Mestalla. "Una para m¨ª y otra para mi jefe, que se ha portado muy bien", concluy¨® Bixquert. ?sta ha sido la peque?a odisea que han tenido que vivir los cerca de 15.000 seguidores del Valencia que han estado estos ¨²ltimos d¨ªas apostados en las inmediaciones del estadio. Todos ellos se han quejado del poco caso que les ha hecho el club, de la falta de informaci¨®n que les ha proporcionado y, por ¨²ltimo, de la lentitud en el proceso de venta de entradas, que se inici¨® ayer y que se prolongar¨¢ durante todo el d¨ªa de hoy.

De las 17.300 que el Valencia ha destinado a sus seguidores, 5.000 han sido destinadas a los pe?istas, que tambi¨¦n deben cumplir la doble condici¨®n de accionista y abonado. Esto ha causado indignaci¨®n de quienes s¨®lo son abonados.

Los jugadores del Valencia, por otro lado, tambi¨¦n han mostrado su disconformidad con las 35 que les ha reservado el club. "Me parece poco comparado con las que se quedan los consejeros, y poco comparado con las 50 que tendr¨¢n los jugadores del Madrid", se quej¨® ayer un futbolista del Valencia que prefiri¨® permanecer en el anonimato.