La guerrilla amenaza con despellejar vivos a los 'cascos azules' retenidos
Los rebeldes de Sierra Leona est¨¢n amenazando con despellejar vivos a los cascos azules de la ONU atrapados, 500 en total. As¨ª lo relat¨® un oficial del Ej¨¦rcito brit¨¢nico que logr¨® escapar ayer de sus atacantes. El comandante Phil Ashby declar¨® que el Frente Revolucionario Unido (RUF) usa t¨¢cticas de terror para atemorizar a los soldados extranjeros y desarmados. "El RUF es bastante bueno en guerra psicol¨®gica", dijo. Ashby ha participado cuatro meses como observador de la ONU para intentar persuadir a los rebeldes de que entreguen sus armas, seg¨²n el acuerdo de paz de 1999 para poner fin a una guerra civil de ocho a?os. Le atraparon la semana pasada con 70 cascos azules kenianos en la ciudad de Makeni, en el centro del pa¨ªs. "Los rebeldes llegan a la puerta regularmente con uniformes de la ONU y te dicen: 'Acabo de despellejar al hombre que llevaba este uniforme. En 15 minutos vuelvo para hacer lo mismo contigo", relat¨® ayer el comandante brit¨¢nico.
Ashby y otros tres oficiales no africanos lograron huir y alcanzar el jueves la capital. La crisis de Makeni, relat¨®, se desat¨® cuando varios rebeldes entregaron sus armas en cumplimiento del acuerdo de paz. Sus comandantes, que difieren sobre el desarme, lo vieron como una deserci¨®n y pidieron a los cascos azules que se las devolvieran. "Y nosotros no est¨¢bamos preparados para hacerlo", dijo Ashby. "Como resultado, la situaci¨®n se deterior¨®, los rehenes fueron llevados y los kenianos que vigilaban el campamento fueron atacados". Los cascos azules, que s¨®lo tienen 100 piezas de munici¨®n por cabeza, se retiraron a un lugar donde fueron rodeados por 5.000 rebeldes fuertemente armados. "Durante cuatro d¨ªas y cuatro noches estuvimos bajo el asedio. Por el d¨ªa era tranquilo, pero hab¨ªa ataques de noche. Pistolas y granadas lanzadas con fusiles hac¨ªan imposible poder dormir.
Tras la cuarta noche de terror, Ashby y tres compa?eros -los brit¨¢nicos Paul Rowland y Andrew Samsonoff y el neozeland¨¦s David Linguard- decidieron huir. Pasaron tres d¨ªas y tres noches en territorio enemigo, viajando durante la noche y escondi¨¦ndose por el d¨ªa. Exhaustos, el cansancio les hizo creer que ya hab¨ªan cruzado las l¨ªneas enemigas y se confiaron a los habitantes de un pueblo que, hartos de cr¨ªmenes, atrocidades y mutilaciones, les recibieron con los brazos abiertos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.