El 'm¨ªster' de Empleo y Desarrollo
Hace una semana, Mariano Guti¨¦rrez fue ratificado en el cargo de delegado de la Consejer¨ªa de Empleo y Desarrollo Tecnol¨®gico de la Junta en Granada por tercera legislativa consecutiva. Pero antes de ser delegado casi profesional, este motrile?o de 51 a?os fue futbolista semiprofesional. "Como todos los malos jugadores empec¨¦ de delantero centro y acab¨¦ de defensa derecho", recuerda. Jug¨® en el Granada juvenil y en un equipo de la Universidad de Sevilla, donde estudi¨® Arquitectura T¨¦cnica antes de dedicarse a la pol¨ªtica.Guti¨¦rrez sigue siendo un apasionado de este deporte. Y aunque "los kilos" todav¨ªa no le impiden practicarlo a menudo, termina de saciar su hambre de bal¨®n como entrenador. Desde hace un a?o, el delegado es el m¨ªster del Granada 2000, un equipo de f¨²tbol sala formado por chavales de 10 a 13 a?os y en el que juegan dos de sus tres hijos. "El mayor, Mariano, es un delantero centro nato. Esta temporada ha marcado 39 goles. Y Francisco es un Roberto Carlos en ciernes, peque?o, muy r¨¢pido y con un disparo potent¨ªsimo".
En su primera temporada, el Granada 2000 alcanz¨® las semifinales de la competici¨®n provincial de Juegos Escolares. Un ¨¦xito que le ha costado a Guti¨¦rrez m¨¢s de una afon¨ªa. "Me lo paso en grande en los partidos. Los vivo y grito dando instrucciones y animando a los chavales", explica. "Pero nunca me encaro con los ¨¢rbitros para evitar dar mal ejemplo a mis jugadores. Les he tratado de inculcar mucha deportividad y siempre les digo que, al final del partido, hay que saludar al rival, se gane o se pierda", aclara.
Guti¨¦rrez no duda: "Es m¨¢s dif¨ªcil ser entrenador que delegado de la Junta, porque los chiquillos tienen la sensibilidad mucho m¨¢s a flor de piel que los empresarios o los trabajadores, aunque est¨¦n en huelga o en paro". Adem¨¢s, el deporte tambi¨¦n le obliga a aplicar sus dotes de negociador y psic¨®logo. E, incluso, alguna estratagema pol¨ªticamente incorrecta. "Una vez hice que el equipo perdiera. Llev¨¢bamos toda la liga invictos y los ni?os se estaban malacostumbrando. As¨ª que decid¨ª que ya era hora de que aprendieran a perder y, adrede, no hice los cambios que nos hubieran permitido remontar el partido", recuerda con iron¨ªa.
En aquella ocasi¨®n, Guti¨¦rrez tuvo que consolar a sus pupilos. Igual que cuando los padres castigan a alguno de ellos sin jugar por sacar malas notas. "Mis propios hijos sue?an con ser futbolistas profesionales. Pero les recuerdo el caso de Pirri, que es m¨¦dico, para explicarles que primero es necesario formarse y estudiar", explica. "Aunque a veces pienso que no estar¨ªa mal que se hicieran millonarios y me retiraran", bromea.
Sus jugadores, no sin sorna, llaman a su entrenador "una leyenda viva". Pero ¨¦l admite que cuando empez¨® no conoc¨ªa ni las reglas del f¨²tbol sala. "Me las ense?aron los ni?os y los ¨¢rbitros, que me miraban muy raro cuando les hac¨ªa preguntas sobre normas b¨¢sicas del reglamento".
Uno de los primeros sorprendidos por la afici¨®n de Guti¨¦rrez fue el anterior delegado en Granada de la Consejer¨ªa de Turismo y Deporte, Jes¨²s Valenzuela (PA), que lo pill¨® gritando en el banquillo durante un partido. El pasmo de Valenzuela se debi¨®, sobre todo, a la capacidad de Guti¨¦rrez para compaginar sus responsabilidades con partidos y entrenamientos.
La pr¨®xima temporada Guti¨¦rrez tampoco se aburrir¨¢. Adem¨¢s de velar por el avance tecnol¨®gico de Andaluc¨ªa, prev¨¦ entrenar a un segundo equipo del Granada 2000 en la categor¨ªa cadete.
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